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Se levantó la banca de los Bulls

HOUSTON -- Si eres un jugador de la NBA de 6-7 pies y 212 libras, pocas cosas son mejores para una rodilla lesionada que volar dos horas y media en clase económica.

Esa es la única conclusión a la que podemos llegar después de que Kyle Korver se recuperara de su lesión de rodilla, se reencontrara con las bondades de los asientos de 31 pulgadas de espacio en un vuelo de United Airlines a Houston, y presentara una planilla de 26 minutos con 10 puntos, seis rebotes, cuatro asistencias y tres robos de balón -- en el triunfo de los Chicago Bulls por 95-92 sobre los Houston Rockets.

"Tal vez", dijo Korver sobre la correlación entre la aviación comercial y su éxito en la cancha. "Pero no se lo digas a los Bulls".

Derrick Rose fue el protagonista, y con razón -- su estallido de 14 puntos en la seguidilla de 18-0 de los Bulls al principio del último cuarto fue uno de los tramos individuales más dominantes de esta joven temporada.

Pero de Rose sólo esperamos excelencia. La diferencia, entonces, entre sus Bulls y los Houston Rockets fue que recibió mucho apoyo de una segunda unidad fuertemente denostada. Los suplentes de Chicago superaron a los de Houston 29-10, con Korver (+23), Ronnie Brewer (+16) y el novato grandote Omer Asik (+16) participando en un dominante segundo cuarto que revirtió un inicio lento. El trío luego conformó tres quintos de la alineación de los Bulls durante la mayor parte de los últimos minutos.

Y lo necesitaban. Una noche en la que Taj Gibson (1 de 9) y Luol Deng (6 de 21) no lograron comprar una canasta, la segunda unidad de Chicago transformó un déficit de siete puntos después del primer cuarto en una ventaja de ocho puntos en el medio tiempo.

"Nuestro banco estuvo fenomenal", dijo el entrenador de los Bulls, Tom Thibodeau. "Las entradas de Omer y Ronnie nos dieron energía y chispa. Y Derrick fue Derrick, claro.

Korver en particular se destacó durante el segundo cuarto, que Chicago ganó 30-15. Dos veces le quitó el balón a su contraparte Courtney Lee en defensa, y además de acertar sus tres tiros encontró a Brewer varias veces con sus clásicos cortes alrededor del aro -- jugadas que parecían salidas del libro de jugadas de Jerry Sloan.

Irónicamente, Brewer y Korver apenas jugaron juntos con el Jazz ya que solían reemplazarse el uno al otro.

"Durante la pretemporada [Brewer] estuvo bastante lastimado", dijo Korver, "y básicamente hemos estado encontrando nuestro camino en el nuevo sistema. Pero creo que esta noche tuvimos un par de jugadas muy buenas. Siempre lo veo cortando hacia el aro. Él conoce mi juego, yo conozco el suyo, y creo que jugamos bien juntos".

Korver estaba cuestionable con una contusión en la rodilla y no entró en el vuelo particular de los Bulls a Houston el lunes para someterse a una resonancia magnética. En cambio, tomó un vuelo comercial el lunes por la noche, y, estando primera clase completa, se acomodó en un asiento junto a la ventanilla en la antepenúltima fila.

Korver dijo que se lesionó la rodilla disputando un tiro contra Washington el sábado, pero que se sintió bien una vez que entró en la cancha.

"Estuvo genial", dijo Thibodeau. "Hizo mucho más que lanzar el balón. Creo que tuvo una defensa excelente. Cuando juega con Derrick abre la cancha, porque no pueden engañarlo para nada".

Sin embargo, tuvo bastante ayuda. Brewer, nunca reconocido por su defensa, jugó 32 minutos (más que nunca esta temporada) y desempeñó un rol importante anulando a Kevin Martin (Houston). También estableció récords de campaña con 11 puntos y tres robos, con el único negativo de haber fallado tres tiros libres en el último cuarto después de una violación que le brindó un intento extra.

Y Asik fue una revelación. El novato de 7-1 pies de Turquía se convirtió en una presencia alrededor del aro usando su sorprendente movilidad para ahogar las jugadas de pick-and-roll de Houston. Los Bulls lo usaron como respaldo en el último segmento, mientras Luol Deng jugaba de ala-pivote y frente a Luis Scola, un montaje que ayudó a limitar los toques de Scola después de haber enloquecido a Gibson más temprano.

La inclusión de Asik durante nueve minutos en el último cuarto -- a expensas de Noah -- causó sorpresa entre los observadores de los Bulls, pero Thibodeau dijo que era demasiado valioso para sacar.

"Está muy activo", dijo Thibodeau, "y con su tamaño en el aro, [como] ellos son un muy buen equipo cortador, tenemos sus bloqueos y su actividad. Establece una muy buena pantalla en el pick-and-roll, se mueve bien hacia la canasta y tiene buenas manos.

"Además, ese grupo estaba funcionando muy bien, así que quería quedarme con él más tiempo".

Como resultado, los Bulls dieron un primer paso importante en la primera cita de su "gira circense" de siete partidos, llamada así por el circo de dos semanas que ocupa el United Center.

Tendrán más pruebas por delante, incluyendo el partido del miércoles en San Antonio y las próximas batallas en Dallas, Los Ángeles, Phoenix y Denver, antes de, finalmente, enfrentarse a un rival más débil en el último partido en Sacramento.

Y puede que no tengan circunstancias tan favorables en todos ellos. Houston jugó sin Aaron Brooks, Yao Ming y Chase Budinger, ayudando a compensar el hecho de que los Bulls no tenían a Carlos Boozer. A decir verdad, éste fue un feo básquetbol de noviembre -- los dos equipos se combinaron para sumar 43 pérdidas de balón, 19 tiros libres errados y cinco violaciones del reloj de posesión.

Pero ganar feo es parte del ejercicio de rutina en la campaña de 82 partidos de la NBA, y el martes triunfaron los Bulls. Si siguen recibiendo sólidas contribuciones de la segunda unidad, habrá muchas noches más en las que Rose (y eventualmente Boozer) puedan hacer el resto del trabajo. Y si lo hacen con un jugador en particular volando de ciudad en ciudad en un asiento apretado en la parte trasera de un avión, puedes echarle la culpa al éxito del martes por la noche.