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Buen contrato para Toronto

Bautista desafió todos los pronósticos al conectar 54 jonrones en el 2010. Brad White/Getty Images

Una de las cosas más excitantes acerca de seguir el béisbol es cuan frecuentemente uno se sorprende. Luego de la temporada 2007, el pensar que Cliff Lee iba a terminar con marca de 22-3 habría resultado en risas. El haber anunciado hace 15 años que Jamie Moyer estaría en el béisbol por más tiempo que Greg Maddux, John Smoltz, Pedro Martínez y Roger Clemens habría sido motivo para un viaje sin regreso a un hospital psiquiátrico. Ahora se une a estas sorpresas los 54 jonrones de José Bautista.

La explosion de poder de Bautista en el 2010 puso a los Azulejos de Toronto en una posición difícil, ya que el seleccionado en el sorteo de Regla 5 no tenía contrato multianual y se encontraba a un año de la agencia libre. Toronto, que no tenía la opción de "esperar y ver", firmó a Bautista con un contrato de cinco años y $65 millones. Gracias a la generosidad del dueño de los Angelinos de Los Angeles Arte Moreno, quien en su benevolencia le pagó a los Azulejos por el privilegio de asumir $80 millones del contrato de Vernon Wells, Toronto tenía mucho espacio para ser generosos con Bautista.

Proyecciones ZiPS, José Bautista

La pregunta que todos se hacen hoy es "¿Podrá Bautista hacerlo de nuevo?" Para cualquier persona, ya sea que utilicen o no computadoras, la tarea de predecir como lucirá Bautista es algo agotador. Uno puede esperar que un jornalero batee como tal y que una estrella batee como una estrella, pero, ¿qué hace uno cuando alguien como el primero batea como el segundo?

La primera pregunta que hay que responder es si podemos catalogar el año de Bautista como una pura casualidad. Esto es poco probable dada la magnitud de la mejoría. En los cuatro años anteriores, Bautista bateó 59 jonrones en 1,911 apariciones en el plato, una proporción de HR/AP de cerca de un 3 por ciento. Si uno asume que Bautista sería el mismo bateador en el 2010 que en temporadas anteriores, las posibilidades de que él conectara 54 vuelacercas en 683 apariciones en el plato serían de 4.1 billones a 1. Para referencia, esas son las mismas posibilidades de que uno lance una moneda y que caiga de la misma manera 32 veces consecutivas. En teoría puede pasar, pero las oportunidades son de que si te sucede a ti, estás utilizando una moneda alterada.

Así que hubo algo diferente para Bautista en el 2010. La pregunta es qué cosa hizo diferente y si las cosas pueden seguir siendo diferentes o no en el 2011 y más allá.

Una de las cosas más importantes que hay que saber sobre estadísticas es que no todas las medidas tienen la misma volatilidad. Para los bateadores, el promedio de bateo es una estadística mucho más volátil que los jonrones o el porcentaje de ponches. Lo que eso significa es que los cambios súbitos en jonrones se deben menos a la suerte que los cambios en el promedio de bateo.

Quizás la cosa más interesante en torno al año de Bautista es como hubo pocos cambios en todo lo demás. Su mejoría en el promedio de bateo se debió únicamente a los jonrones – en realidad Bautista tuvo el peor BABIP (promedio de bateo de pelotas en juego, por sus siglas en inglés) de su carrera. Sus porcentajes de ponches y bases por bolas fueron un poco mejor que su promedio de por vida, pero no por mucho. Realmente bateó menos líneas que en años recientes, su porcentaje de líneas de 14.4 por ciento fue el sexto más bajo en el béisbol en el 2010.

De hecho, pocas cosas realmente cambiaron en su perfil estadístico además de los jonrones. Lo que más sorprende es que Bautista, que siempre ha sido un bateador de elevados, de momento tuvo un porcentaje de elevados de 54.5 por ciento, el tercero más alto en el béisbol detrás de Aramis Ramírez y Mark Reynolds. Bautista, que siempre hala la pelota, se convirtió en alguien extremo – el sabermétrico Brian Cartwright del Hardball Times encontró que Bautista pasó del puesto 25 en el béisbol entre los bateadores derechos en pelotas conectadas al jardín izquierdo al segundo puesto en el béisbol, solo detrás de Alex Rodríguez.

¿Qué puede explicar este cambio? Un posibilidad es la intervención del nuevo coach de bateo de los Azulejos Dwayne Murphy. Murphy, un jugador muy subestimado a principios de los años 80, compartió algunas de esas características como bateador. Del 1979 al 85, Murphy, que ya era uno de los mejores jardineros centrales defensivos del deporte, bateó apenas .248 pero conectó 23 jonrones y recibió casi 100 bases por bolas por cada 162 juegos. A pesar que 23 jonrones no suena como algo demasiado grande hoy en día, ciertamente para esa época era una hazaña impresionante en Oakland durante la década de los 80.

Con Murphy como coach, el golpe de abajo hacia arriba de Bautista, que ya de por si es prominente, se convirtió en algo más. Bautista nunca ha sido lo que podemos llamar un bateador científico, y Murphy logró una de las cosas más difíciles para un coach – dejar que un jugador sea lo que es. Uno de los secretos del éxito de Earl Weaver como manager para los Orioles de Baltimore era trabajar con lo que tenía. Las peleas con los árbitros y los ríos de información que miraba siempre Weaver acaparaban titulares, pero lo que Weaver siempre hacía era enfocarse en lo que los jugadores podían hacer en vez de lo que él quería que ellos hicieran. Esa lección parece apropiada aquí para alguien como Bautista, que siempre ha bateado en forma de uppercut, y ahora se le permite utilizar ese estilo en vez de tratar de convertirse en alguien como Albert Pujols.

Así que, ¿cuál es la expectative razonable para Bautista en el 2011? Algún retroceso es natural – el batear 54 jonrones requiere de suerte y ser bueno. El sistema de proyecciones ZiPS tiene a Bautista conectando para .249/.362/.524 con 32 jonrones en el 2011. Para muchos, ese es un jugador que vale $12 millones anuales en el mercado ahora mismo.

Los Azulejos le pagarán $65 millones a Bautista en los próximos cinco años. En esos cinco años, las victorias por encima del reemplazo de Bautista se proyectan en 3.5, 3.3, 3.0, 2.3 y 1.9. Siendo $4.5 millones el valor estimado actual de una victoria por encima del reemplazo en el mercado abierto, y asumiendo un crecimiento del 5 por ciento, la proyección del contrato de Bautista (incluyendo un 20 por ciento de descuento por su año final de arbitraje) es de cinco años y $65 millones. Así que los Azulejos quizás no consiguieron una ganga, pero si pagaron un precio muy justo por Bautista.

Incluso mirándolo del lado negative, el contrato no es del todo malo. Si el valor de Bautista fuera de una sola victoria por encima del reemplazo al año, casi la mitad de su valor en el 2009, eso comoquiera significa unos $25 millones por cinco temporadas en el mercado abierto.

Buena movida para los Azulejos.

Dan Szymborski cubre béisbol para ESPN Insider. Pueden seguirlo en Twitter.