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Olimpia contra Motagua en la final

TEGUCIGALPA -- El Olimpia venció por 1-0 al Marathón con un gol tan agónico como polémico en el partido de vuelta de la semifinal y jugará contra el Motagua la final del Campeonato de Clausura del fútbol de primera división de Honduras.

El Marathón reclamó que en la jugada que precedió al gol el árbitro Benigno Pineda ordenó un saque de banda a favor del Olimpia sin que al parecer el balón hubiera salido de la cancha, lo que supuestamente pretendía aclararle uno de sus auxiliares con la bandera levantada tras caer la anotación.

La airada reacción de los jugadores del Marathón, que también se enzarzaron en discusiones y empujones con varios olimpistas, hizo que la Policía ingresara a la cancha para proteger a los jueces.

Pero Pineda mantuvo su decisión, dio por válido el gol y finalizó el encuentro tras unos 10 minutos de suspensión, en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.

Tras el saque de banda, el defensa brasileño del Olimpia Fabio de Souza envió un centro que su compañero Anthony Lozano rozó con la cabeza ante una mala salida del portero Shane Orio, el balón dio en un pie del defensa Astor Henríquez y se fue a la red.

El gol cayó al minuto 91, cuando el Olimpia estaba eliminado con el 0-0, porque el Marathón había ganado por 1-0 en la ida el jueves en San Pedro Sula (norte) con gol del mismo Henríquez.

Con su 1-0, los olimpistas se clasificaron a la final porque el reglamento les dio la ventaja en el 1-1 global por haber ganado las dos vueltas regulares.

El Olimpia fue dueño del balón, del territorio y de la iniciativa desde el comienzo del partido, pero fue un dominio estéril, improductivo, con muchos pases equivocados y sin complicarle las cosas a la defensa sampedrana.

Los visitantes mantuvieron su orden defensivo, con pocos ataques, sabedores de que así como estaban las cosas ellos eran los finalistas.

Disparos desviados o prácticamente regalados al portero Orio fueron toda la historia del Olimpia hasta la polémica anotación.

Al equipo capitalino no le bastaron la buena conducción del balón de sus centrocampistas Danilo Turcios y Reinaldo Tilguath, ni la habilidad del uruguayo Ramiro Bruschi, para inquietar al Marathón.

El equipo sampedrano no escondió sus intenciones y cedió el control del partido desde el arranque, y en ocasiones dejó únicamente al uruguayo Nicolás Cardozo como delantero, pero todo se le vino abajo en el minuto 91.

El Marathón sufrió la misma historia que el Vida, que ganó en la ida por 1-0 el miércoles y anoche empataba 2-2 con el Motagua, pero éste anotó el gol del triunfo en el minuto 92 y también se benefició del reglamento por haber quedado en segundo lugar en las dos vueltas.

La ida de la final se jugará el próximo fin de semana y la vuelta el 15 de mayo, ambos encuentros en Tegucigalpa.