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Zambrano y el juego de culpas

¿Qué tienen en común Carlos Zambrano y su bate? Que ambos explotaron.

Esperábamos una explosion verbal de Zambrano pronto – una más en la laaaaaaarga lista de momentos agresivos por parte del abridor de los Cachorros de Chicago . Y luego de haber dicho lo que dijo de sus compañeros el domingo, la gerencia de los Cachorros debería suspenderlo por días, semanas, meses, o, en un mundo perfecto, por el resto de la temporada.

El martes, un iracundo Zambrano (¿acaso existe otro tipo?) rompió un bate con su rodilla al poncharse en un partido ante los Astros de Houston. Zambrano es un buen lanzador bateador (promedio de por vida de .240), pero su teatro de romper el bate no intimidó al abridor de los Astros Jordan Lyles y causó que el manager de los Cachorros Mike Quade volviera la cara avergonzado. Y para añadir más a la diversión: El cerrador Carlos Mármol desperdició una ventaja en la novena entrada y le costó a Zambrano y los Cachorros una victoria.

Le damos al botón de ir hacia adelante en el tiempo al domingo en San Luis. Zambrano, el único abridor de los Cachorros con record ganador, salió del partido tras siete entradas, con ventaja, pero tuvo que ver como los Cardenales empataron el partido en la parte baja de la novena y lo ganaron en la décima.

Una vez más fue Mármol quien desperdició el rescate, esta vez al negarse a lanzar la recta sugerida por su receptor Koyie Hill, para hacer su pitcheo favorito, el slider. El ex Cachorro Ryan Theriot lo conectó para un doble remolcador de carrera. En la entrada siguiente, Pujols le engarzó una recta a Rodrigo López.

Luego de eso, la granada verbal que es Zambrano explotó en el camerino, llevándose consigo a Mármol y al resto de los Cachorros.

"El problema no fue Pujols," dijo Zambrano, quien habló a viva voz y en dirección al casillero de Mármol. " El problema fue el turno de Theriot."

Pero por supuesto, no había terminado su diatriba. Nadie puede apuntar el dedo mejor que Zambrano.

"Nosotros debimos saber más que esto," le dijo a los reporteros. "Estamos jugando como un equipo Triple A. Esto es algo que va verguenza. Es vergonzoso para el equipo y los dueños. Es vergonzoso para los fanáticos. Da verguenza – esa es la palabra que mejor describe este equipo.

" Deberíamos saber que Ryan Theriot no es un buen bateador de rectas. Como equipo deberíamos saber eso. Debimos haber jugado mejor aquí. Apestamos."

" Eso es todo lo que tengo que decir."

Que hipócrita. Zambrano lidera los Cachorros, y quizás todas las Grandes Ligas, en exabruptos, confrontaciones en el camerino, peleas en los casilleros, golpes a los cubos de agua y jugo, bates rotos, terapia de manejo de coraje y diatribas contra compañeros en público. Durante su carrera, ha sido colocado en la lista de suspendidos de Grandes Ligas tres veces, y en la lista de restringidos una vez. Ha ganado un gran total de 25 partidos en poco más de dos temporadas.

¿Habría respondido igual Zambrano si esto le hubiese sucedido a Doug Davis o Randy Wells? Lo dudo. Y alguien debe recordarle a Zambrano que Mármol es el tipo que salvo siete de sus 11 victorias en la pasada temporada – la misma campaña en la que Zambrano lució mal. Nuevamente.

Si algún otro veteran Cachorro atacara a sus compañeros y los lanzara debajo de un autobús –digamos, un Ryan Dempster, Kerry Wood, Aramis Ramírez, Marlon Byrd, o incluso un Alfonso Soriano -- entonces eso habría significado algo. Pero al venir de Zambrano, no tiene significado alguno.

Si este hubiese sido el primer ataque de Zambrano, no su – lo siento, ya perdí la cuenta de cuantos ha hecho – habría significado algo. O si la crítica fuera útil, en vez de acusatoria, entonces habría significado algo.

Pero no es así. En cambio, esto lo que prueba una vez más es que Zambrano no es un buen compañero y no se puede confiar en él.

Sí, los Cachorros apestan. Han perdido seis en línea y ya están a 11 juegos de la cima de la División Central de la Liga Nacional, comandada por los Cardenales. Solo los Mellizos de Minnesota han ganado menos partidos que los Cachorros esta temporada.

Pero no recuerdo a ninguno de los compañeros de Zambrano catalogándolo como material de Triple A cuando él comenzó la temporada 2010 con marca de 1-2 y ERA de 7.45. Si los recuerdo dándole la bienvenida cuando volvió de la suspension impuesta por el equipo a finales de julio.

Los Cachorros no lucieron exactamente como un equipo de calidad Triple A en su derrota del domingo 3-2. Su cerrador cayó haciendo su mejor lanzamiento. Y el siguiente relevista de los Cachorros fue vencido por el mejor jugador en el deporte. No hay que avergonzarse por ello.

Pero a Zambrano no le importa eso. Mármol le ha costado dos victorias consecutivas, así que explotó. Cuando se trata del juego de echar culpas, el mejor repertorio lo tiene Zambrano.

Dentro de poco va a suceder una de tres cosas: Zambrano va a dar su acostumbrado discurso de "Lo siento " (ya tiene mucha práctica en ello); la gerencia de los Cachorros lo va a suspender; La gerencia de los Cachorros le dirá que se mantenga callado.

Yo votaría por una cuarta opción: Tratar de salir de él.

El error del gerente Jim Hendry no fue el darle una extension de contrato a Zambrano por cinco temporadas en el 2007 valorada en $91.5 millones; fue el darle una cláusula completa de no cambio. Y no es que los Cachorros tuviera muchas opciones.

Sin ella, Zambrano, quien se ganará $17.875 millones esta temporada, no estaría de vuelta con los Cachorros. Pero con ella, los Cachorros están atados a esta diva miserable hasta el 2012 – a menos que Zambrano opte por obviar su cláusula.

Los Cachorros pueden sonar, ¿no es así?