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El tenis está loco

Crítico: "Cuando juegas, el mundo te trata como rey, y cuando dejas el tenis, eres una mierda". Getty Images

PARÍS -- La estación Mairie des Lilas, el final de la línea 11 del metro de París, es una inmensa congregación zombie: gente que camina rápido en línea recta, breves pero fuertes choques de brazos, carteras y valijas, en el intento por avanzar. Hace dos días que comenzó el frío intenso en París, ése que obliga a usar gorro, guante, orejeras y versiones francesas de lo que sería una bufanda: telas "de diseño" que cumplen la misma función de proteger el cuello, pero son distintas, francesas.

Son las 10 de la mañana, 15 minutos antes de la hora pactada para la entrevista con Yannick Noah; momento en el que aparece en escena la desesperación en el entrevistador. El pánico. No importa haber llegado temprano: si se hurga en los bolsillos y el papelito con la dirección del punto de encuentro no aparece, hay un problema grave. Por qué lo habré anotado ahí y no en el teléfono. Calma, puede pasar.

Hay que tranquilizarse: estamos cerca del lugar, sólo hay que encontrarlo. Comienza a llover. Llegan las ideas. Primero, buscar una wifi gratuita. Debe haber por el aire sin clave. Debajo de un techo, a salvo de las gotas, abro la computadora y existe línea libre. La computadora tiene batería y se conecta rápidamente. En un correo está el teléfono de la jefa de prensa. Llueve más fuerte. La gente pasa corriendo para refugiarse.

Listo el número, cierro la compu. Ahora, a buscar un locutorio, porque mi teléfono no funciona en Europa. Hay uno a dos cuadras, se llama Taxi. Llamo a la jefa de prensa, responde, estaba a 200 metros. Llego apenas cinco minutos tarde de la hora pactada. Una empresa de representación de deportistas y artistas, me recibe una secretaria rubia de sonrisa amable. Hay que esperar. Descanso en el sillón, cansancio, sudor pese al frío. El ritmo de la respiración vuelve a la normalidad.

"¿Are you ok?".

Lo pregunta Noah, que salió de su oficina y observa la escena a dos metros, de reojo, cara de preocupado, sus rastas guardadas en una boina. Empiezo a explicarle lo que había pasado, primero pruebo francés y finalmente en inglés. Me hace pasar a la sala de reuniones. Ofrece un vaso de agua, le digo que no pero insiste, dice que me ve mal.

Llegar hasta Noah no es simple, pero hay un atajo: primero, venir de otro país, y el fundamental, prometer no extenderse en las preguntas sobre tenis. Así se logró que pasen 40 minutos -hasta que su secretaria le pidió cortar- priorizando el diálogo sobre música y su relación con América Latina, expresada en las coincidencias en la búsqueda del sonido, en instrumentos como el charango o en la fascinación por figuras como el Che Guevara o Maradona. Estos temas se tocarán en la segunda entrega de esta entrevista exclusiva con ESPNDeportes.com: en la primera, el foco es el tenis, aunque en modo genérico.

A Yannick no le preocupan la desaparición del estilo saque-y-red, las lesiones de fin de año o la homogeneización en la velocidad de las superficies. Su mirada apunta a la excesiva profesionalización del deporte, el cuidado excesivo por las formas, la pérdida de la frescura de décadas atrás.

"El tenis está loco, en la medida en que es tan desgastante. Les pides a los chicos (por los jugadores) un nivel de rendimiento y no les queda nada, no tienen tiempo para nada porque no pueden hacer otra cosa. No pueden incluso ser amables hacia ti, porque están gastando su energía si lo hacen. Después de unos años, cuando todo ha terminado y se retiran, ¿en qué estado se encuentran esas personas? Todo el mundo te trata como un rey, y cuando dejas el tenis, eres una mierda", dispara Yannick, ahora sentado en un cómodo sillón, inclinado hacia adelante.

Pasan los minutos y le agrega más pasión a sus palabras, aparecen marcados graves y agudos en la voz, pone cara de disgusto. "Lo ves en la sala de jugadores, viene un jugador y todos están como 'uoahhh'. Fuck you, ¡tiene 22 años! Después tienes que esperar porque eres el sponsor, lo quieres entrevistar, porque eres el agente. Toda esa energía alrededor, todo el tiempo. Y él piensa: 'Soy tan especial'. Es muy difícil".

"Hay tanto dinero, lo cual es genial para ellos, pero entonces, ¿cómo encuentras la base de lo real? Antes era un poco mejor, de alguna manera. Eras un atleta profesional, tenista, ganabas tu dinero, pero cuando dejabas, tenías que encontrar otro trabajo. Mentalmente, era distinto. Ahora no les importa porque serán ricos por el resto de sus vidas, entonces no les importa una mierda". Las palabras "shit" y "fuck" aparecerán a lo largo de toda la entrevista, ya se habrán dado cuenta.

Noah sigue con su exposición. "Se olvidan de dónde vienen. El día en que mi hijo (Joakim, basquetbolista NBA) se olvide de dónde viene, le pateo el culo. No me importa si es un jugador de básquet que mide dos metros, porque soy su padre y él es un pedazo de mierda. No me importa, si es que olvidas la gente que fuiste. De esto se trata. Ves las entrevistas ahora, la actitud, y piensas: "Hey, ¿por qué no miras a la persona que te hizo la pregunta? Eso es básico. ¿Por qué no tratas de ser amable? ¿Por qué eres tan arrogante?

-Mats Wilander dijo una vez que los jugadores de hoy carecían de rock en sus vidas, encontraba una relación entre el hecho de que ninguno tocara un instrumento musical con, lo que el señalaba, su comportamiento de robot.
-Tienen que ser robots. Está en la reglamento, está en las reglas. Si está ahí, está en el contrato de TV, está en el contrato del agente. Todo el entorno te dice: "No digas nada, no digas 'mierda'". Las reglas de los partidos cambiaron por esto, es así de poderoso. Si dices "mierda", tienes una advertencia, porque es malo. Y si lo dices dos veces, te ponen una penalidad de un game. ¿Qué demonios está mal en este mundo?

Noah tiene una propuesta. "Si por arte de magia, mañana soy el presidente del mundo del tenis, cambio las reglas inmediatamente, y todo el deporte cambia y todos aman al tenis. Pongo minimicrófonos en todos los jugadores: los puedes escuchar gritar, insultar o tirarse gases. Se les permite decir lo que quieran, a los que quieran. Si dicen algo gracioso, lo escuchas; si es un idiota, ¡lo sabrás también! Cuando los chicos aprendan el deporte y vengan al circuito de tenis que yo organizo, serán divertidos, inteligentes, malvados, malos, viciosos, y lo vamos a saber y vamos a pasarla bien, que es lo que hacíamos antes.

"Hace 20 años, nadie decía: 'Mira, McEnroe tiene un drive hermoso'. ¡Nadie! Qué revés malo tiene... ¡Lo que decían era que siempre se quejaba con los jueces! Nastase era tan divertido, McEnroe era tan fucking gracioso. Lo amábamos. Ahora no se puede. La nueva generación de jugadores, desde que son bebés, sabe que no puede decir nada en las conferencias de prensa (baja la voz y susurra). Vives en este mundo estúpido de gente políticamente correcta, nadie dice nada, todos escriben lo mismo del mismo jugador. La belleza tiene que ser de esta manera, la grandeza de esta forma. Por supuesto, los chicos son inteligentes, no puedes ser bueno si eres estúpido, pero no se te permite hablar, y no hablas.

-¿Djokovic no te parece distinto? Empezó con las imitaciones en su momento...
-Djokovic es un poco, un poco (lo dice con desdén). La gente habla de él, de lo que hace en YouTube. Aparentemente es el "joker" del circuito. No quiero decir que no sea gracioso, pero no le pagan por eso, le pagan para ganar.

-¿Gaudio y sus arranques de furia? ¿Lo viste alguna vez?
-Todo eso es bueno, Me gusta la vida, Eso es lo que extrañamos. Extrañamos a Safin, extrañamos que nos dejen hacer lo que queramos. ¿Quieres romper una, diez raquetas en un game? Todo el estadio va a estar tan contento, ¿entonces por qué tener a esa policía estúpida en la silla que te dice (pone voz grave) "no, no vas a romper la raqueta"? ¿Por qué? Si vas a destrozar tu remera, ¿por qué no? Por ahí están contentos de ver a alguien desnudo. ¿Cuál es el problema con "la vie" (dice "vida" en francés)?

"La ATP tiene estas estúpidas reglas, qué es lo que está mal en la gente. Míralos, verás que nunca usan jeans, y estamos hablando de deporte. ¿Por qué tenemos a esos imbéciles (utiliza la palabra "assholes")? Y puedes escribirlo esto. ¿Por qué no tenemos a un payaso ahí arriba? ¿No es un show el tenis? ¿No es show-business? Dame la comedia, dame el drama, el dolor, la sangre, la sonrisa, la flor. ¡Dame todo eso! Y todo lo que ves es a los tipos caminando como si fueran una armada. Es ridículo. Tráeme a los fucking locos sudamericanos, los amo. Traeme a los fucking locos suecos, son tan locos, pueden tomar más cerveza en una noche que cualquiera...".

Noah sigue moviendo las manos, me habla como si yo fuera el presidente del mundo del tenis. Lo suyo es una súplica. Ya entró en confianza hace rato y llega al punto de la exageración con una idea extravagante. Imagínense si esto sucediera...

"¿Cómo es eso que tiene la televisión, sacado del fútbol?", me pregunta.

"El Hawk-Eye" (Ojo de Halcón)".

"Bueno, lo que yo haría es dar puntos extra, puntos bonus. Como en el Hawk-Eye. Tienes permitido dos por set. Una buena broma es un punto bonus. Podes usarlo cuando quieras. Haces una broma y la gente se ríe. Estoy pensando con la boca abierta (se ríe), es la primera vez que lo imagino. Es algo loco, nunca va a pasar, pero sería fantástico".

Parte II: Sobre Maradona, el Che, Cuba, Latinoamérica y las decisiones de vida.