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Lucas Matthysse no puede perder

El argentino Lucas Matthysse se juega la última gran oportunidad de su carrera ante un rival lleno de experiencia como el mexicano Humberto Soto, quien se encuentra en una encrucijada similar.

El título podría ser también al revés, porque Soto tampoco puede perder. Y no es agregarle drama gratuito a una pelea, sino poner la lupa en el punto de inflexión de un combate a todo o nada.

Matthysse se quejó amargamente de que fue robado no una, sino dos veces; la primera ante Zab Judah, en donde perdió por decisión dividida en 12 rounds en noviembre del 2010, y luego en junio del 2011, cuando se midió con Devon Alexander y otra vez se se vio perjudicado en las tarjetas, cayendo por el mismo resultado. De hecho, los dos, tanto Judah como Alexander, anduvieron inspeccionando la lona gracias al poderío del boxeador argentino, que definió 28 peleas antes del límite en sus 30 victorias y que tiene solamente dos derrotas, las ya mencionadas.

Y se puede estar de acuerdo con Matthysse, porque gran parte de la prensa lo vio vencedor en esos dos encuentros, pero también hubo en el boxeador argentino un déficit a la hora de "cerrar" una pelea. Ya se sabe que, subir de visitante, es empezar perdiendo al menos dos rounds. Y también se sabe, por la misma razón, que para ganar no hay que dejar duda alguna.

Dobbs Esta pelea es la gran oportunidad y va mucho más allá de que esté en juego la posición de retador obligatorio al título que posee Danny García. Acá está en juego algo mucho más importante si se quiere, que es convencer a la gente y especialmente a Oscar de la Hoya y la gente de Golden Boy de que estoy realmente para cosas más importantes.

-- Lucas Matthysse sobre la importancia de su pelea con Humberto Soto.

Matthysse, que no hace falta decir que pega muy fuerte, careció en las dos ocasiones de ese vigor interno para definir totalmente la pelea y no darle margen a los jueces a una decisión desfavorable. Y como luego le dijo que no a una pelea ante Erik Morales por razones de salud, su estatus quedó ligeramente resentido en la gente de Golden Boy.

Hoy, en este momento, programado ante un rival de jerarquía como lo es Zorrita Soto, Matthysse ya no puede darse el lujo no sólo de perder, sino de cometer el mismo error de sus derrotas anteriores.

"Hay una gran ventaja", dice Cuty Barrera, su técnico. "Soto es un peleador, y a diferencia de Judah y de Alexander no se va a escapar, por lo que Lucas va a poder trabajar mucho mejor. Yo creo que tiene que insistir mucho con la derecha en gancho o en cross que a veces no utiliza a fondo, no se olviden de que si bien boxea muy ordenadamente, Lucas es, ante todo, un noqueador", agregó.

"Esta pelea es la gran oportunidad y va mucho más allá de que esté en juego la posición de retador obligatorio al título que posee Danny García", le dijo Matthysse a ESPNdeportes.com. "Acá está en juego algo mucho más importante si se quiere, que es convencer a la gente y especialmente a Oscar de la Hoya y la gente de Golden Boy de que estoy realmente para cosas más importantes. Por eso me he preparado como nunca antes, sabiendo que me juego el todo por el todo".

No es casual que Soto haya hecho lo mismo. Es más, en una reunión con José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, el peleador mexicano se enteró de que la pelea será eliminatoria en la división de las 140 libras.

"Mi plan de trabajo no cambiará por eso, sea la pelea a 10 a 12 asaltos la pelea. Matthysse es un buen boxeador y si hace falta pelear, pelearé y si hace falta boxear, lo haré también".

No se puede esperar otra cosa de este hombre que, a los 32, fue campeón mundial ligero Jr. del CMB entre el 2008 y el 2010 y ligero de la misma organización entre el 2010 hasta el año pasado. Sin contar que, allá por el 2005, fue campeón mundial interino de los plumas.

Suma 68 peleas -- o sea más del doble que las de su oponente -- con 58 ganadas, 34 por nocaut, 7 derrotas y 2 empates. Claro que los años no pasan en vano y las batallas dejan secuelas, y si bien está entero, Soto, al menos en lo que puede marcar la teoría, tendrá que soportar, seguramente, la gran presión de Matthysse, quien establecerá una pelea física para imponer su mayor frescura.

Siempre hay que respetar, y mucho, a la experiencia, por lo que no se puede augurar una pelea sencilla para Lucas, ya que el argentino solamente deberá ganarle a Soto, sino también a sí mismo, dejando de lado actuaciones importantes, pero no concretadas y con el objetivo de convencer a propios y extraños de que está para cosas más importantes.

Por eso Lucas no puede perder, aunque seguramente, Soto tiene otros planes. Va a ser una batalla de voluntades, como ocurre siempre, con la motivación extra de que el que pierda, seguramente se quedará en el camino, porque hay lugar para uno solo. Y, en tren de jugarse el todo por el todo, los dos tienen temperamento y condiciones como para hacerlo. Es posible, entonces, predecir una pelea muy áspera, aunque sentimos que la juventud, esta vez, se impondrá a la experiencia.