MÉXICO -- Cuando Mario Carrillo ordenó el ingreso de David Izazola por Eduardo Herrera a diez minutos del final, dejando en la banca a Emmanuel Villa, los abucheos al técnico auriazul no se hicieron esperar. Instantes después, las lanzas se volvieron cañas cuando el jovencito de Pumas Morelos, que había sido convocado al primer equipo para este partido ante Pachuca, clavó el gol que a la postre le daría el triunfo a los universitarios por 1-0.
Carrillo apostó y ganó. Y a pesar de todos los cuestionamientos, los resultados hablan por el nuevo director técnico de Pumas. El domingo acertó con el cambio, pero más allá de este partido ante Tuzos, Mario lleva una productividad realmente interesante. Aunque perdió el primer partido que dirigió, que fue ante San Luis en la jornada ocho, suma tres victorias (contra Puebla, Monterrey y Pachuca) y un empate (Guadalajara), así como un descalabro más (en cancha de León); son diez puntos en seis jornadas, mismos que ya tienen al equipo en zona de clasificación.
De esta forma, mientras los resultados sigan llegando al feudo felino, las críticas carecen de un sustento objetivo, sobre todo aquellas que versan en el hecho de no utilizar a los refuerzos que, con bombo y platillo, fueron contratados en el mercado veraniego cuando Joaquín del Olmo había sido designado como técnico universitario. Mario Carrillo no planeó este equipo y, por supuesto, está en su derecho de no darle juego a Martín Romagnoli, Jaime Lozano y Emmanuel Villa, elementos que no solicitó y que considera no necesita en este momento, o bien, no encajan del todo en su concepto futbolístico. Los resultados le están dando la razón y, ante los hechos, las críticas están de más.
Y así como en Pumas los buenos resultados aparecen en el horizonte, éstos siguen sin llegar en Pachuca. Con solamente 14 puntos y la raquítica cifra de tres victorias en 13 juegos, el equipo de Hugo Sánchez permanece estancado en la parte baja de la tabla y la calificación luce lejana.
¿Fracaso el no entrar a la liguilla? Habría que considerar que sí, sobre todo por la fuerte inversión que realizó la directiva tuza antes de este torneo. Jugadores como Paulo da Silva, Nery Castillo o el español Raúl Tamudo, que llegó con etiqueta de goleador, no han dado el "do de pecho" y están en un nivel lejano al que se pensó alcanzarían.
Sin embargo, el apoyo a Hugo por parte de la directiva me parece correcto. La costumbre en torneos cortos es echar al entrenador a primeras de cambio y, de acuerdo con la experiencia, los equipos exitosos suelen ser aquellos que tienen continuidad en sus proyectos, a pesar que en un principio las cosas no funcionen. La apuesta de Pachuca es interesante y la inversión fue considerable, por lo que es importante tener paciencia y, por supuesto, hacer algunos ajustes muy concretos ante el inminente fracaso de este torneo corto. Como bien dice la sentencia, "Roma no se hizo en un día".