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El futuro de la NFL

Dez Bryant, A.J. Green y Julio Jones son el trío elegido para atrapar los pases en nuestro equipo ideal. AP

MÉXICO -- La NFL se encuentra en un momento interesante de su historia.

Ofensivamente, después de ignorar por décadas el rol que podría tener un mariscal de campo en el ataque terrestre, un número de equipos están adoptando exitosamente los principios de la "zone read option" que por años han practicado los equipos de nivel universitario y preparatoria. Asimismo, hay clubes que recurren con mayor frecuencia a formaciones de receptores múltiples, mientras que otros están redescubriendo la importancia de los alas cerradas. La posición de fullback está desapareciendo. La posición híbrida de moda es la del ala cerrada capaz de alinear abierto o atacar desde la ranura, además de su tradicional posición de tres puntos en la línea de golpeo.

Defensivamente, el número de equipos que emplean una defensiva base híbrida con conceptos del sistema 3-4 y 4-3 va a la alza, y la Tampa-2 va en retroceso alrededor de la liga (con la excepción de Dallas). Los profundos están recobrando, como el caso de los alas cerradas, la importancia que tuvieron en años anteriores dentro de los esquemas defensivos, y aparentemente atacar al mariscal de campo se ha vuelto más importante que frenar el ataque terrestre del rival. Algunos clubes han enviado asistentes a las universidades para volver a empaparse de los principios que rigen la "zone read option" en un intento por contrarrestarla de mejor manera.

Después de algunos experimentos fallidos en la década pasada, la liga está confiando nuevamente en los entrenadores provenientes de las filas colegiales, e incluso de la CFL, como es el caso en Chicago.

Encima de todo, los cambios anuales a las reglas han sido más numerosos y profundos en años recientes.

La NFL siempre está en constante evolución, pero nos encontramos en un punto en el que han coincidido un número significativo de cambios en un periodo relativamente corto de tiempo. No hay manera de saber con exactitud qué fisionomía podría tener la liga en tres, cinco, siete años, pero los jugadores listados abajo --todos de 25 años de edad o menos-- seguramente tendrán un papel decisivo a la hora de conformarla:

OFENSIVA

Cam Newton, mariscal de campo, Carolina Panthers.
En gustos se rompen géneros, y Andrew Luck hubiera sido una elección igualmente adecuada aquí. Sin embargo, soy de los que creen que el incremento del rol del mariscal de campo en el ataque terrestre llegó para quedarse en la NFL. Newton aplastó toda clase de récords por aire para novatos en el 2011, y pese a que no es el más veloz por tierra entre los mariscales de campo, sí ofrece algo que los demás no: un juego terrestre de poder.

LeSean McCoy, corredor, Philadelphia Eagles.
Todavía no sabemos cómo lucirá el ataque de Chip Kelly en Philly, pero la esperanza de muchos aficionados es que McCoy no sea una pieza olvidada en el ataque, como llegó a serlo por momentos bajo el mandato de Andy Reid. McCoy puede lastimar a una defensiva en cualquier parte del campo y a partir de varias facetas del juego. Pocos han sido tan productivos en la NFL a una edad tan joven como McCoy.

A.J. Green, receptor abierto, Cincinnati Bengals.
A lo largo de dos temporadas en la liga, Green ha confirmado lo que vi por primera vez en la Universidad de Georgia: el juego parece venirle fácil a uno de los receptores más fluidos en la NFL. Me atrevo a colocar a Green entre los mejores cinco alas abiertas de la actualidad, pese a que él mismo aseguró recientemente que todavía no es un "gran" receptor.

Julio Jones, receptor abierto, Atlanta Falcons.
De los tres receptores elegidos para este equipo ideal, Jones es el único que no es el receptor primario para su club, aunque eso debe cambiar pronto si sigue en el camino que el equipo ha imaginado para él. Aunque tiene menos recepciones y yardas que Green --con quien entró a la NFL en la primera ronda del Draft 2011-- Jones lleva el mismo número de touchdowns, indicando lo difícil que es de cubrir en la última fracción del campo.

Dez Bryant, receptor abierto, Dallas Cowboys.
Cuando Bryant entró a la NFL en el 2010, se sabía que para ser un estelar, tendía mucho por madurar en lo personal. Aparentemente, el momento ya llegó. Bryant es capaz de adueñarse de un partido cuando está encendido, y también puede aportar en devoluciones de patada de despeje. La flecha apunta hacia arriba para el receptor de Dallas.

Rob Gronkowski, ala cerrada, New England Patriots.
No es común encontrar a muchos jugadores en este tipo de listas que, a su corta edad, ya sean el mejor en su posición en toda la liga. Creo que es el caso de con Gronk. Hay gente a la que no le parece su forma de actuar fuera del campo, pero adentro del emparrillado no hay discusión. Si las recientes cirugías en el antebrazo y espalda no le causan secuelas graves, Gronkowski puede dominar por varios años más.

Matt Kalil, tackle ofensivo, Minnesota Vikings.
Hay quienes creen que Kalil es demasiado liviano para jugar como tackle en la NFL, pero una campaña de Pro Bowl como novato sirvió para demostrar lo contrario. Kalil seguirá aumentando su fuerza, y con ello sus bloqueos terrestres, pero ya tiene a favor haber sido pieza clave durante la impresionante temporada de Adrian Peterson.

Tyron Smith, tackle ofensivo, Dallas Cowboys.
Smith juega por izquierda en Dallas, pero como novato jugó por el lado derecho y lo hizo de maravilla. En USC, también jugó por lado derecho, al lado opuesto de Kalil. Por ello, para efectos de esta lista, lo seguiremos colocando por el lado derecho de la formación. Como Kalil, Smith es un poco más ligero de lo que buscan los cazatalentos, pero la movilidad que exhibe es de destacarse. Descontando alguna lesión grave, habrá Pro Bowls en su futuro.

Kevin Zeitler, guardia, Cincinnati Bengals.
De cara al Draft 2012, David DeCastro era el guardia del que más se hablaba por medios y cazatalentos. Sin embargo, los Bengals eligieron a Zeitler tres lugares por abajo de DeCastro y acertaron. Zeitler fue titular inmediato por el lado derecho, y es uno de los pilares para un equipo de los Bengals que ha ido acumulando talento joven de mucha calidad.

Kelechi Osemele, guardia, Baltimore Ravens.
Osemele jugó como tackle a nivel colegial para Iowa State, pero los Ravens lo reclutaron con la idea de que jugara como guardia. Sin embargo, la mala forma física de Bryant McKinnie el año pasado, obligó a Baltimore a pasar a Michael al tackle izquierdo y a Osemele a jugar como tackle derecho, donde estuvo toda la temporada regular. Ya en postemporada, con un McKinnie recuperado, Osemele pasó al guardia izquierdo, donde jugará la próxima campaña. Como novato, Osemele lo hizo suficientemente bien como para ayudar a los Ravens en su carrera al Super Bowl, pero sobre todo, para dar al equipo la confianza de que tienen a un candidato para reemplazar McKinnie cuando llegue el tiempo de suplirlo definitivamente. Por lo pronto, es guardia en nuestra alineación.

Maurkice Pouncey, centro, Pittsburgh Steelers.
Como en el caso de Gronkowski, Pouncey podría ser a su corta edad el mejor en toda la liga en su posición. Las lesiones le han arrebatado la posibilidad de iniciar los 16 partidos de la temporada regular en los dos últimos años, además de perderse el Super Bowl tras la campaña del 2010, su año de novato. Si consigue mantenerse alejado de las lesiones, habrá más temporadas All-Pro en su futuro.

DEFENSIVA

Muhammad Wilkerson, ala defensiva, New York Jets.
Mientras los Jets se desmoronaban durante la temporada pasada, sobre todo ofensivamente, Wilkerson encontró su mejor nivel de juego desde que arribó a la liga como recluta de primera ronda del 2011. Wilkerson juega una posición de mucho sacrificio, ocupando bloqueadores para liberar a los apoyadores que alinean detrás de él, pero pese a ello logró brillar en un equipo que se desplomó.

Marcell Dareus, tackle defensivo, Buffalo Bills.
Dareus juega la "técnica-1" en un sistema 4-3, pero es lo más cercano a un genuino tackle nariz "técnica-0" para el frente 3-4 que utilizamos para esta lista. No es un ancla inamovible en el interior de la línea, pero es efectivo colapsando el bolsillo protector desde el principio, registrando 11 capturas en dos temporadas profesionales.

J.J. Watt, ala defensiva, Houston Texans.
Difícilmente se puede recordar una mejor campaña para un ala defensiva de sistema 3-4 como la que tuvo J.J. Watt el año pasado. No solamente fue efectivo registrando capturas, sino que varios de sus desvíos de pase terminaron en las manos de sus compañeros. Rara vez nos encontramos a un jugador en esta posición con tanta influencia individual en el transcurso del juego. Sólo queda por ver hasta dónde puede seguir creciendo Watt como liniero.

Von Miller, apoyador externo, Denver Broncos.
Hasta cierto punto, sigo pensando que la relampagueante velocidad de Miller por fuera se desperdicia en una defensiva 4-3 como la de Denver, donde debe retroceder más en coberturas de lo que haría en un esquema 3-4. Por el otro lado, Miller está comprometido a convertirse en un apoyador completo y a mejorar en los aspectos del juego que no solamente tienen que ver con acumular capturas. Si Miller acerca su nivel contra la carrera y en cobertura de pase a lo qu nos muestra cuando caza a los pasadores, podría ser convertirse en un apoyador de época.

Aldon Smith, apoyador externo, San Francisco 49ers.
Junto a Wilkerson y Watt, Smith es una de las razones principales por las que opté por una defensiva 3-4 para este ejercicio. Un fenómeno atlético, Smith tiene una gran técnica de manos para quitarse a los bloqueadores, algo que le ayuda a compensar su falta de fuerza idónea. Smith es rápido e incansable, y una de las sorpresas más gratas de los últimos drafts, ya que pocos pensaron que tendría un impacto tan grande en tan poco tiempo.

Luke Kuechly, apoyador interno, Carolina Panthers.
Una máquina de tacleo, no hay otro modo de describir a Kuechly. Con un rango impresionante de lateral a lateral, Kuechly sería el titular en el medio si hubiéramos elegido un esquema 4-3. Lo único que resta es esperar a que haga más jugadas de impacto, como balones sueltos forzados e intercepciones. Sin embargo, debutó en la NFL con el pie derecho, indudablemente.

NaVorro Bowman, apoyador interno, San Francisco 49ers.
Bowman constituye la mitad de la mejor dupla de apoyadores internos en la liga, para equipos 3-4. Definitivamente, le ha servido de mucho aprender jugando al lado de un fuera de serie como Patrick Willis, pero Bowman ha logrado brillar con luz propia. En dos años como titular, lleva dos viajes a Hawaii y un nombramiento All-Pro.

Richard Sherman, esquinero, Seattle Seahawks.
Pocos jugadores hablan más que Sherman, pero todavía menos son los que son capaces de respaldar sus palabras con el juego sobre el campo. Sherman --un ex receptor abierto en la Universidad de Stanford-- está en la parte alta del espectro para la posición, lo que le permite ser efectivo en contra de receptores abiertos grandes en el perímetro. Está por verse si es capaz de mantener su nivel a lo largo de varias temporadas en esta liga, como lo ha hecho Darrelle Revis, némesis de Sherman en redes sociales.

Joe Haden, esquinero, Cleveland Browns.
No me canso de decir que si jugara en otro equipo, los medios hablarían más de Haden. Pero aunque jugar en Cleveland no necesariamente le haga un bien a Haden desde un punto de vista mediático, su suspensión por cuatro encuentros en el 2012 tampoco le hizo ningún favor. Haden tiene la versatilidad para alinear contra el receptor de ranura si es necesario.

Eric Berry, profundo fuerte, Kansas City Chiefs.
Una lesión devastadora en el 2011 le impidió a Berry seguir construyendo sobre una temporada de novato espectacular. Aunque nuevamente fue elegido al Pro Bowl en el 2012, no alcanzó por completo el nivel que nos obsequió en el 2010. Ya plenamente recuperado de la rotura del ligamento cruzado, Berry tiene las cualidades para obtener su primer llamado al equipo All-Pro.

Harrison Smith, profundo libre, Minnesota Vikings.
Como novato en el 2012, Smith interceptó tres pases, pero regresó dos hasta la zona de anotación, exhibiendo la capacidad de realizar jugadas claves para su defensiva. En su papel como "último hombre", Smith mostró excelente rango para limpiar los errores ajenos. Todavía tiene mucho espacio para crecer, pero el primer paso está dado.

EQUIPOS ESPECIALES

Blair Walsh, pateador de lugar, Minnesota Vikings.
Walsh convirtió el 92.1 por ciento de sus goles de campo, pero lo más destacado es que acertó sus diez intentos de 50 yardas o más como novato. Brindar a un equipo la confianza de poder intentar un gol de campo largo en lugar de tener que despejar corto no tiene precio.

Bryan Anger, pateador de despeje, Jacksonville Jaguars.
Incluir a Anger en esta lista no justifica que los Jaguars hayan invertido una selección tan alta en el draft por un pateador de despeje, pero entre las piernas de 25 años o menos, es de lo mejor que hay en la NFL. Todavía no sabemos si llegará algún día a los mismos niveles de desempeño de un Ray Guy o incluso Shane Lechler, pero ha demostrado tener un cañón en la pierna. Anger concluyó séptimo en la liga en yardas netas por despeje con 40.8 en su campaña de novato.

Randall Cobb, especialista en devoluciones, Green Bay Packers.
Cobb debutó en la NFL con una recepción de anotación de 32 yardas, y una devolución de patada de salida de 108 yardas para touchdown en su primer encuentro. A eso se le llama impacto inmediato. Posiblemente se trata de la posición de mayor competencia en todo nuestro ejercicio, dado que son muchos los jugadores jóvenes que reciben la oportunidad de contribuir inmediatamente en equipos especiales devolviendo patadas gracias a su velocidad e instintos. Cobb se lleva los honores dado que posiblemente ninguno de los demás ases en regresos de patadas tenga la capacidad para aportar tanto ofensivamente como lo hace Cobb en Green Bay.