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Golovkin probará si no es humano

Gennady Golovkin tiene acostumbrados a todos a sus poderosos KO Joe Camporeale/USA TODAY Sports

Pese a lo que usted puede escuchar y leer, hay una muy buena posibilidad de que el campeón medio Gennady Golovkin de hecho sea humano.

Sin embargo, ustedes no necesariamente lo saben por escuchar a los expertos del boxeo -- incluyendo al que esto escribe -- que sueltan una glotonería de adjetivos para describir su poder fuera de este mundo y su estilo emocionante.

Golovkin (26-0, 23 KO), el destructor invicto de 31 años de Kazajistán, quien posee el porcentaje más alto de nocauts entre los campeones vigentes, ha alcanzado un nivel de culto en el deporte. Hay una mitología tal que lo sigue de pelea a pelea (y subsecuentemente, nocaut tras nocaut, que él bien podría cambiarse el apodo del deliciosamente cursi "GGG" por el de "Dios del Trueno" del boxeo.

La razón principal del alboroto que lo rodea es el poder destructor en ambas manos -- –una especie de ecualizador estilo Tyson con el que quisieran nacer todos los peleadores. Es el tipo de poder que te mantiene en cada pelea y, en el caso de Golovkin, ocasiona que los rivales y los periodistas en ringside imaginen qué tan diferente se escucha y se siente cuando los golpes son conectados.

Y Golovkin es mucho más que alguien con una sola habilidad cuando se trata de su talento de cinco estrellas. Él dice que nunca ha sido derribado, ni siquiera lastimado, en toda su carrera. Y con un prominente pasado amateur que incluye una medalla de plata Olímpica en 2004, múltiples campeonatos del mundo y un récord de 345-5, él probablemente superaría al rival que sea capaz de aguantar su pegada.

Y aquí radica el problema: no solamente los peleadores son incapaces de superar los primeros rounds contra él -- Golovkin ha llegado al noveno round solamente una vez en su carrera y no ha tenido una pelea que se decida con las tarjetas de los jueces desde la administración de George W. Bush --, sino que él todavía tiene problemas para que los rivales de gran nombre se suban al ring y lo enfrenten.

La gran preocupación que rodea al mito de Golovkin es que, pese a tener un título medio desde 2010 y haber realizado siete defensas -- todas terminando por knockout -- él todavía no ha sido probado al máximo nivel. De hecho, es justo preguntar qué sabemos de Golovkin hasta que lo vemos contra una infinidad de pegadores de alta calidad y boxeadores habilidosos.

La buena noticia es que debemos tener una mejor idea de sus bonos tras el final de la pelea del sábado por la noche contra el dos veces retador al título medio Matthew Macklin (29-4, 20 KO), por mucho el oponente más experimentado que Golovkin haya enfrentado. Y Macklin, quien se llevó al límite tanto al ex monarca Félix Sturm como al actual campeón mundial medio Sergio Martínez en peleas consecutivas, también luce como el rival perfecto en este punto del ascenso de GGG.

Golovkin dice que a él le agrada mucho la pelea porque él cree que ambos púgiles "tienen el mismo tamaño, poder y velocidad. Macklin es muy serio y cree que es un gran peleador".

Más importante, Macklin servirá como una prueba de fuego para medir si Golovkin es simplemente un pegador con poder que tiene mucho alboroto alrededor, o una futura amenaza genuina libra-por-libra. Macklin claramente tiene el mentón, el poder la inclinación para combatir que lo hacen un oponente atractivo, pero él también mostró en sus dos peleas titulares -- particularmente contra Martínez -- una habilidad para adaptar su estilo al utilizar un nivel de defensa y contraataque que no le habíamos visto previamente.
Macklin también tiene la disposición de no dejarse intimidar por nada que Golovkin traiga a la mesa, y un deseo de pelear al límite si es lo que se requiere para tener la mejor oportunidad de ganar. Él se describe como un peleador de antaño, de una época distinta, y que espera exponer a Golovkin por ser "el campeón mundial medio por pelear con superwelters de segundo y tercer nivel".

Peleadores jóvenes en ascenso como "Canelo" Álvarez y Adrien Broner han sido rutinariamente cuestionados por lo débil de su currículum, una crítica que Golovkin de alguna forma ha esquivado. Quizá es por su deseo de pelear contra el que sea en tres divisiones o qué tan activo se ha mantenido -- el sábado será su quinta aparición en 13 meses -- pese a no ser capaz de conseguir a los rivales de su preferencia. Vaya, podría ser el motivo de su comportamiento juvenil y adorable.

Años después, quizá veamos la pelea de Golovkin contra Macklin como otra escala en un largo camino de nocauts memorables que ultimadamente lo llevaron a la cima del deporte. O quizá esta resulte el momento clave en que al menos se logró sacar un poco de aire del globo de Golovkin.

De cualquier forma, será divertido ver gracias a la suficiente intriga e incluso duda, para marcar esta como una pelea que defina a Golovkin.

Solamente no empiecen a elevar al superhéroe kazajo, rey del knockout, para que vista una capa y unas mallas azules hasta que podamos confirmar que Golovkin es de otro planeta o simplemente es uno como nosotros.

Créanme, lo sé, eso no es fácil.