<
>

Racing en las malas

Molina no quiere adelantar las elecciones Telam

BUENOS AIRES -- A menudo escuchamos muchas críticas por la situación delicada de Racing. Hace años que la Academia no juega bien y todo queda destinado al sufrimiento. Mas de una vez, escuchamos decir a los propios hinchas del Gigante de Avellaneda. "Nacimos para sufrir, para tener el corazón en la mano". ¡Vaya metáfora!

El fútbol es una herramienta del sufrimiento, pero un sufrimiento distinto al verdadero sufrimiento que pueden padecer muchas personas. Un sufrimiento futbolero que solo cala hondo en los hinchas más acérrimos. Aquellos que son capaces de deprimirse un mes entero si su equipo perdía con su archirrival.

Soportar las cargadas del lunes, los mails o tuiters de los graciosos e incluso los carteles callejeros haciendo alusión al clásico perdido. Hoy, para el hincha de Racing, eso parece no tener importancia. El hincha sufre desde que el equipo sale a la cancha. No hace falta que juegue para saber lo que sucederá con nuestro querido Racing Club.

No es cuestión de irregularidades, ni la culpa la tiene el técnico o algún que otro jugador. Racing, de hecho, tiene jugadores de mucha calidad, Villar, Saja, Ortiz y la lista podría continuar. Materia prima en Avellaneda no falta.

¿Entonces qué es? ¿Está embrujado este equipo que supo ganar todo a lo largo de su impresionante historia? ¿Qué le pasa a la Acadé? ¿Es una mala racha que terminará enviando al equipo al mismísimo descenso?

Preguntas, preguntas, casi sin respuestas. Preguntas filtradas por orejas sordas.

Es tan difícil hablar desde afuera de un club. Lo cierto es que hoy Racing, parece estar carente de referentes que puedan darle al equipo una seguridad desde lo ánimo. Tratar de armar un equipo competitivo que no pierda tantos puntos. Solo esto podría mantener a Racing en flotación.

Importantísimo en este momento (etapa que no hay que dramatizar) contar con los Paz, los Costas, los Ubeda, los jugadores que hicieron grande al club. La dirigencia debe tomar conciencia de que hay que armar un escudo protector del club. Los hinchas y los grandes jugadores de siempre.

Racing no es ajeno de la realidad de fútbol argentino. Le falta juego, como casi a todos, pero además atraviesa una racha de mala suerte. Perdió partidos importantes, en los cuales el resultado no le fue a favor, pero mereció más.

Desconcentraciones, nervios, el apuro de la hinchada hacen que los jugadores metan la pata más de una vez. A Racing no le puedo suceder lo mismo que a Independiente. Sería muy duro para Avellaneda tener a sus dos clubes mas populares en la segunda división.

No es posible, pero tampoco es imposible. Por otro lado, dando vuelta el vaso, veremos que es interesante para el fútbol de segunda división tener a dos monstruos en sus filas.

Dos equipos poderosos, con fuerte raigambre en la Primera División del fútbol argentino atraviesan el peor momento de su historia.

Con el rumbo perdido, los hinchas sueñan con un futuro mejor. Es todo a lo que se puede aspirar, a seguir flotando.