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¿Dónde quedó el liderazgo en Miami?

Richie Incognito carga a cuestas una reputación poco favorable en cuanto a carácter personal. Getty Images

MÉXICO -- Comencemos por lo que sabemos.

El tackle ofensivo Jonathan Martin dejó a los Miami Dolphins previo al duelo del jueves pasado en contra de los Cincinnati Bengals.

Más tarde, surgieron versiones de que la razón por la que Martin había abandonado al club --luego de que fuera descartado para el partido por "enfermedad"-- era por haber sufrido abuso por parte de algún o algunos compañeros de equipo.

Poco a poco, se han ido revelando más detalles.

El guardia Richie Incognito está siendo señalado como el autor principal del abuso a Martin. No sabemos todavía si es el único involucrado. Incognito, quien forma parte de un concejo de liderazgo de los Dolphins, conformado por seis jugadores elegidos entre ellos mismos-- ha sido suspendido indefinidamente por el equipo, mientras se realiza una investigación en conjunto con la NFL.

El entrenador en jefe, Joe Philbin, ha sido bastante esquivo en el tema. En un principio, únicamente se limitó a leer comunicados preparados por el equipo, recalcando que "enfatizamos una cultura que prioriza el equipo, responsabilidad y respeto entre todos. Cualquier comportamiento que se desvíe de eso es inconsistente con los valores de nuestra organización".

Hoy, hablando ante reporteros, Philbin dijo que no haría comentarios mientras la investigación de la liga estuviera en proceso, pero sí afirmó nunca

Francamente, la cuestión no pinta bien para Incognito. Se sabe que la liga posee la grabación de un mensaje de voz dejado por Incognito para Martin. Aunque no se ha hecho público el contenido del mensaje, fuentes revelaron a ESPN que contiene al menos un insulto de índole racista, además de una serie de amenazas, antes de aclararle que para él, Martin sigue siendo un novato.

En la cuenta de Twitter de Incognito, también aparece una foto de Martin sentado en un go-cart, con un comentario de Incognito que incluye un apodo poco favorable.

Este incidente ha puesto bajo la lupa algunas de las prácticas de iniciación que son tradición en la NFL. Entre lo más conocido están los horrendos cortes de cabello, el rasurar las cejas, las enormes cuentas de restaurante que deben pagar los novatos, la práctica de obligarlos a cantar el himno de sus universidades frente a todos en la cafetería, el cargar la utilería de los veteranos, y otras prácticas.

El problema es cuando algunas de esas prácticas se salen de control, lo que a su vez puede convertir un ritual de iniciación para novatos en un problema personal, de un compañero contra otro.

De acuerdo a lo que conocemos en el caso de Miami, no podemos descontar la posibilidad de que Incognito --un jugador que rutinariamente está elegido entre los más antipáticos y sucios de la NFL-- haya llevado un ritual de iniciación hasta el nivel de abuso personal.

Conforme avance la investigación de la liga, iremos conociendo mayores detalles.

Sin embargo, no me gustaría que se perdiera de vista un aspecto del incidente que por ahora ha sido de lo menos comentado: el papel de la organización, y de Philbin en particular, para tratar de desalentar esta clase de abusos.

Me cuesta mucho trabajo creer que Philbin realmente no estuviera al tanto del trato que usualmente le ofrecía Incognito a Martin, un compañero de línea ofensiva con el que --junto al resto de los linieros-- seguramente pasaba mucho tiempo.

Puedo entender que Philbin no dimensionara hasta qué punto afectaba a Martin el trato que supuestamente recibía de Incognito, pero insisto, no creo que pueda alegar desconocimiento total.

Es más, recuerdo perfectamente un capítulo de la serie "Hard Knocks" del 2012, que se enfocó en los Dolphins, donde el mismo Philbin hacía que un novato se levantara frente a todos en la sala de reuniones antes de estudiar video, para que mostrara su corte de cabello y cómo habían sido rasuradas totalmente sus cejas.

Si algo aprendimos del incidente de las recompensas en que se vieron envueltos los New Orleans Saints recientemente, es que la NFL mantiene como responsables a los entrenadores en jefe por las cosas que pasan en su vestidor. La suspensión por una temporada para Sean Payton no fue por estar involucrado directamente en la organización de las recompensas, sino por no haber podido evitarlo.

Philbin va en el mismo barco.

Creo que es lógico asumir que el repentino abandono de Martin al equipo no ocurrió debido a un incidente aislado, ni reciente. Incognito ha sido protagonista de diversos problemas extradeportivos desde sus épocas colegiales, e incluso fue echado de dos universidades: Nebraska y Oregon.

Hoy, el Miami Herald cita una fuente del equipo diciendo que Incognito "no volverá a jugar con el equipo".

Por eso preocupa que los Dolphins, y Philbin como figura a cargo del vestidor, hayan actuado --separando indefinidamente a Incognito-- hasta que Martin no aguantó más. Hasta que lo quebró.

Mientras tanto, Philbin, su grupo de asistentes --en particular Mike Sherman, coordinador ofensivo, y Jim Turner, entrenador de línea ofensiva--, y el resto del personal de la organización incluyendo a los demás jugadores, deberán echar una larga mirada al espejo para preguntarse si hicieron lo adecuado, de modo oportuno, para evitar que este caso llegara hasta la instancia en que se encuentra.