COSTA DO SAUIPE, Brasil -- Brasil aprendió de la Copa Confederaciones: prevenir para no lamentar.
De cara al Sorteo Final de la Copa del Mundo del próximo viernes en Costa do Sauipe, el gobierno brasileño y sus autoridades deportivas estarán desplegando, a partir de este lunes, medidas especiales de vigilancia desde la ciudad de Salvador hasta el propio complejo turístico.
De hecho, ya sábado y domingo, alrededor de las instalaciones en Costa do Sauipe, el dispositivo de seguridad es evidente.
Pequeños grupos militares deambulan en los perímetros de las carpas que se han levantado para el evento, en momentos en que la vigilancia es relajada hasta cierto punto para no incomodar a los cientos de vacacionistas de este albergue edénico.
Desde el Aeropuerto Internacional de Salvador (Luis Alberto Magalhaes) hasta la sede, unas 45 millas, se irán agregando retenes a los ya existentes, e incluso se escoltarán vehículos especiales que la FIFA asigna a afiliados e invitados, incluyendo autobuses para medios de comunicación.
Hasta este domingo, la rutina se mantenía con bajo perfil de vigilancia, en contraste al despliegue que irá aumentando a partir de este lunes.
Las autoridades deportivas no quieren disturbios, no sólo en Salvador o en los alrededores de Costa do Sauipe, sino que la alerta incluye a Río de Janeiro.
Brasil fue convulsionado por los tumultos y manifestaciones que ocurrieron en torno a la Copa Confederaciones en junio pasado y que tomaron por asalto y sorpresa al gobierno.
A este se han agregado desde las condiciones de los trabajadores en los estadios mundialistas, hasta connotaciones de tono racista porque los actores afrobrasileños Lázaro Ramos y Camila Pitanga, fueron sustituidos por una pareja rubia: Fernanda Lima y Rodrigo Hilbert, a quien llaman el David Beckham brasileño.
Como pasa antes de cada Copa del Mundo, hay desde mesuradas hasta intensas manifestaciones en contra.
Ocurrió con las amenazas bélicas de Corea del Norte en Corea del Sur/Japón 2002, hasta grupos de economistas en 2006, advirtiendo de los impactos en Alemania, pero el punto crítico ocurrió el 4 de diciembre de 2010, el día del Sorteo Final de la Copa del Mundo de Sudáfrica.
Súbitamente, con decenas de periodistas dentro del Centro Internacional de Convenciones en Ciudad del Cabo, se cerraron las puertas. Nadie podía entrar y nadie podía salir.
No hubo explicaciones. Hasta que al paso de los minutos apareció una furgoneta de la que descendió un individuo con un traje especial antibombas y un perro adiestrado para detectar artefactos explosivos.
Todo fue una falsa alarma. Tras más de una hora de tensión y el esfuerzo inútil de la policía sudafricana por tender un cordón y alejar a los medios presentes afuera del escenario.
Al final del ajetreado día, hubo dos arrestos, incluyendo a un tipo que se hizo pasar como reportero y aseguraba tener una bomba en su maleta.
Pero, con la secuencia y las secuelas convulsionadas que ha tenido Brasil desde que el Mundial le fue asignado, las autoridades quieren prevenir para no tener que lamentar otro pasaje de amarga trascendencia.
El Sorteo Final de la Copa del Mundo tendrá lugar el viernes 6 de diciembre en Costa do Sauipe, para determinar los ocho grupos en los que se distribuirán los 32 clasificados, además de los calendarios de juegos y las sedes de los partidos.
Los registros y acreditaciones de delegados, entrenadores y federativos, así como invitados, comenzarán este lunes a las 9 de la mañana, 7 de la mañana del Este, 4 de la mañana del Pacífico.