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Balance de los colombianos en 2013

Giraldo tiene un debut exigente frente al local Bellucci Getty Images

BUENOS AIRES -- Es la hora del balance y hay sensaciones opuestas en el tenis colombiano. Se sigue negando un título de ATP, pero volvió a jugarse un torneo del circuito mayor en 2013, tras 12 años, con Alejandro Falla como finalista. A él lo sucedió Santiago Giraldo como líder y progresó muchísimo Alejandro González en los Challengers. Así, por primera vez en 37 años y segunda en la historia, Colombia tiene a tres hombres top 100 en el ranking mundial. En esa franja, en la WTA, se ubicó Mariana Duque Mariño, pero luego bajó y finalizó afuera. La gran ilusión, de lograr el primer ascenso a la elite de la Copa Davis, es esfumó con lo justo en la visita a Japón, tras estar en ventaja. Ese fue el gran golpe y por eso la deuda histórica continúa pendiente.

Por eso, pasó un calendario movido, con novedades de toda clase, que dejó tela para cortar. En la clasificación de final de temporada, Giraldo está 69º, González figura 91º y Falla marcha 99º. Así, hay tres entre los 100 mejores del planeta tenis y se repite la situación de 1976, cuando estuvieron en ese grupo Iván Molina, Alvaro Betancur y Jairo Velasco. Esta noticia marca un paso adelante, más allá de los vaivenes y que Giraldo y Falla quedaron lejos de sus mejores posiciones en el ranking, logradas en 2012, cuando el diestro de Pereira se ubicó 39º y el zurdo nacido en Cali y que reside en Bogotá estuvo 48º.

El año anterior fue muy positivo para ambos, al punto de que Falla terminó siendo el Nº 54 de la ATP y líder de Colombia, por delante de Giraldo, el 57º del mundo. El caso contrario fue el de González, ya que el de Medellín finalizó la temporada previa como 238º y ahora goza con su mejor plaza como profesional, ya siendo top 100. Mejor vayamos por partes a repasar lo hecho por cada uno de los tres mejores. Giraldo, de 26 años, sólo accedió a los cuartos en el ATP de Acapulco y ganó el Challenger de Pereira. En los Grand Slam, sólo en Wimbledon ganó un partido, siendo su primera victoria en el cuadro principal de La Catedral. Fue un año cambiante para él, ya que se fue unos pocos meses a España, dirigido por Francisco Clavet, pero luego decidió tomar de coach a Mauricio Hadad, el capitán de Copa Davis de Colombia, y ahora reside en Bradenton, en Estados Unidos.

Fue un año especial para Falla, de 30, ya que llegó a cuartos en San José y, también sobre cemento, fue finalista por única vez en su carrera en un ATP, justo en Bogotá. Ante su gente, eliminó en cuartos de final al serbio Janko Tipsarevic, máximo favorito y 16º del mundo, para caer ante el temible sacador croata Ivo Karlovic. Su otro mejor triunfo fue sobre el francés Gilles Simon (16º), también ex top 10, aunque con baile, porque fue 6-1 y 6-0 en Valencia. Siempre en cancha dura, el zurdo tuvo sus principales alegrías en una temporada muy irregular. En Wimbledon extendió el récord de un colombiano -incluyendo las mujeres- con más participaciones en los Grand Slam, ya que jugó el 27º. Y después se le cortó la racha al quedar afuera del US Open por una lesión. Ahora arregló con Miguel Tobón, su nuevo conductor, quien manejó el conjunto colombiano en la Davis.

Por su parte, González, a los 24 años, dio el salto de los certámenes profesionales más reducidos, los Futures, a los Challengers y, ya afirmado en ese nivel, logró jugar en 2013 su hasta ahora único partido de nivel ATP, en Bogotá. Llegó a seis finales de Challengers y ganó tres, uno en Medellín, su ciudad natal, y en el último que participó perdió en la final, en las Finales de Challengers, en San Pablo, luego de haber ganado invicto su zona. Así, se aseguró un cupo en el Abierto de Australia de 2014, que será el primer Grand Slam de su vida, acompañando a los de más rodaje, Giraldo y en especial Falla.

Un espacio aparte se merecen Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, quienes consiguieron un hecho histórico para su país, siendo la primera pareja puramente colombiana en llegar a cuartos de final de un Grand Slam, en el Abierto de Australia. Hoy, Cabal se ubica 43º en el ranking de esa especialidad y Farah está 48º. Ellos fueron vitales para las aspiraciones del equipo "copero" y aportaron un punto clave. Colombia, como cabeza de serie del Grupo 1 de la Zona Americana, le ganó fácil de local a Uruguay y viajó al repechaje ante Japón, con muchísima esperanza a cuestas. Inclusive, tomó ventaja de 2-1 y estuvo a una victoria de su primer ascenso a la elite de los 16 mejores equipos del Grupo Mundial, pero perdió ambos singles de la jornada final, ya que Giraldo no pudo ante la figura nipona, Kei Nishikori, y Falla cayó ante Go Soeda. Así se diluyó el gran sueño. Fue el segundo playoff, tras la caída en casa con Estados Unidos en 2010, y nunca había estado tan cerca.

Ese tropiezo provocó críticas de todo calibre y sin dudas hubiera sido la frutilla del postre después de unos años con varias alegrías y un salto de calidad en conjunto. Ahora González se incorpora como variante y la meta sigue en pie, más allá de la oportunidad perdida. Mientras que ellas, en su medida, aportaron algunas sonrisas en 2013. Hubo dos torneos de WTA, Bogotá y Cali, y en el segundo se concretó la única final de ese nivel, que jugó Catalina Castaño. Con 34 años, quien fue 35ª en 2006 y ahora es la Nº 199 se dio un gusto pendiente y aún da pelea, apoyada en su experiencia. Pero, indudablemente, la mejor colombiana es Duque Mariño, 10 años menor y con mucha ilusión por delante.

En octubre, la tenista de Bogotá alcanzó su mejor posición: fue 90ª en el ranking. Empezó este año Nº 145, estuvo varias semanas en el lote de las top 100 y terminó 103ª, pero a un pasito apenas de poder instalarse allí. Todo pasará por su consistencia y por animarse a más, similar al caso de González, de 24 años, su misma edad. Ella accedió a cuartos en Cali y a la segunda rueda en Roland Garros y Wimbledon, tras sortear la clasificación, y ganó dos torneos menores, de ITF. Así, fue un año con altibajos, y en diciembre el tenis fue noticia por otra exhibición de figuras, la que jugaron la rusa Maria Sharapova y la serbia Ana Ivanovic, ambas ex Nº 1 del mundo, en El Campín de Bogotá. La esperanza de sus fanáticos se renueva y hay materia prima para soñar despiertos en 2014.