Los Yaquis de Ciudad Obregón hicieron historia en la Liga Mexicana del Pacífico en la campaña 2012-2013, al convertirse en el primer equipo en ganar un tricampeonato y primero en ganar dos finales consecutivas con barridas de cuatro juegos.
Los Yaquis, que contaron con Matías Carrillo, Juan Gabriel Castro y Héctor Estrada como managers en el rol regular -- cuartos con marca de 37-30 y 11 puntos en las dos vueltas--, contrataron de nuevo al dominicano Eddie Díaz para que los dirigiera en los playoffs.
Díaz tomó el timón el 1 de enero de 2013 en el playoffs ante los Algodoneros de Guasave y llevó al equipo hasta la Serie Final, luego de avanzar como el mejor perdedor, pues perdió 3-4 la serie ante Algodoneros y dejó fuera a Venados de Mazatlán por mejor promedio de carreras.
Los Yaquis se convirtieron en el segundo equipo en la historia de la liga en ser campeones tras avanzar como comodines -- el primero fue Mazatlán -- pues en la semifinal dejaron fuera en cinco partidos a Tomateros de Culiacán y después barrieron en cuatro juegos en la serie por el título a los Águilas de Mexicali.
En el primer juego de la serie final en el Estadio Casas Geo, de Mexicali, los Yaquis contaron con pitcheo de Luis Alonso Mendoza en seis episodios y relevo de Luis Ignacio Ayala en 1.2 episodios para ganar 5-3. Carlos Valencia fue la bujía a la ofensiva al batear de 4-2 con tres carreras producidas.
Rolando Valdez abrió el segundo episodios y tras sortear una primera entrada de dos carreras, su equipo vino de atrás para llevarse la victoria por 4-2, en un juego en que el cubano Juan Miranda dio jonrón para los ganadores y Ayala se llevó su segundo rescate al hilo.
Al trasladarse la serie al Estadio Tomás Oroz Gaytán, de Ciudad Obregón, los Yaquis ganaron su tercer juego al hilo pese a perder una ventaja de 5-0, anotando la carrera del triunfo en la novena entrada. Ayala en relevo de una entrada se llevó el truinfo. La carrera de la diferencia cayó cuando Óscar Villarreal golpeó con casa llena a Jesse Gutiérrez para el triunfo de 6-5.
El 26 de enero de 2013 los Yaquis hicieron historia, al ganar por primera vez en su historia el partido del título en casa, con una paliza de 16-3 sobre los Águilas, para ligar su tercer campeonato consecutivo y su novena victoria seguida en series finales.
El título lo consiguieron en la misma primera entrada al pisar el plato cinco veces y lo amarraron anotando siete en los siguientes dos episodios. Jesse Gutiérrez y Bárbaro Cañizares dieron vuelacercas. La victoria se la llevó David Reyes, quien después fue el Novato del Año.
Ayala (1-0 y dos salvados) y Carlos Valencia (.267 y 7 producidas) fueron designados los Jugadores Más Valiosos del final, causando controversia, ya que Douglas Clark no fue considerado al batear para .538, al dar siete hits en 13 turnos, anotar ocho carreras, dar dos jonrones y remolcar cinco carreras, además de robarse cuatro bases y recibir cinco pasaportes.
Los Yaquis alargaron su racha triunfal a la Serie del Caribe que inauguró el Estadio Sonora en Hermosillo, al llevarse su segundo campeonato en tres años ganando el juego por el título a los Leones de Escogido, de República Dominicana, en 18 entradas por marcador de 4-3.
Después, en la Serie del Caribe salió a la luz que el equipo ofreció bonos extras a sus jugadores para que ganaran el boleto al Clásico Caribeño, algo prohíbido en la LMP, y que costó una suspensión temporal -- aparentemente de 5 temporadas -- a su gerente general Francisco Minjárez y a su gerente deportivo Manolo Vélez --por 2 años.
TIGRES, CAMPEÓN EN VERANO
Los Tigres de Quintana Roo conquistaron el título en la Liga Mexicana de Béisbol en el verano de 2013, al vencer en la Serie del Rey por 4-1 a los Sultanes de Monterrey, ganando los tres partidos en el Palacio Sultán para alzarse con la corona.
El cubano Amauri Sanit se llevó par de victorias en la final, al ganar el primer partido 5-4 en Cancún, en donde Sultanes ganó el segundo por 8-7 para igualar la serie.
En Monterrey hubo palizas de Tigres en los jugos tres y cuatro de la serie, con marcadores de 11-4 y 12-1. El 29 de agosto Tigres escribió la historia de la final al llevarse la victoria por 5-2.