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Durant, en otro nivel de jugador

OKLAHOMA CITY – Solamente fueron necesarios tres minutos, para que Kevin Durant fuera de gritar furiosamente a reír de manera histérica.

Cuando restaban 3:15, a Durant le marcaron una carga dudosa mientras el Oklahoma City Thunder estaba abajo en el marcador ante los Portland Trail Blazers 93-90. Él se dirigió hacia un costado, gritó una palabra impublicable, azotó su mano contra la mesa de los anotadores, y recibió una falta técnica.

Luego de eso: 11 puntos acertando 4 de 4, incluyendo tres triples letales que cayeron uno detrás del otro, para sentenciar a los Blazers 105-97.

"Por la forma en cómo estaba jugando, él fácilmente pudo haberle anotado a Jesucristo", dijo el base de los Blazers, Mo Williams.

Luego del último triple, un segundo bombazo desde la parte alta de la llave en pleno rostro de Nicolas Batum, Durant fue hacia la banca del Thunder mostrando una sonrisa de mil watts. Lo único que fue necesario para invertir ese ceño fruncido fueron 46 puntos (17 de 25), que incluyó irse 5 de 6 para 14 puntos en el último cuarto.

"Simplemente, me divierto. Soy un afortunado por practicar este deporte", afirmó Durant. "Así que cada momento que estoy en la cancha es divertido, no importa cómo esté el juego. Cuando practicas este deporte, volteas a la banca y ves a tus compañeros felices por ti, lo único que puedo hacer es sonreír, porque sé que ellos están genuinamente contentos por mí y por el equipo. Es una gran sensación cuando tienes a un grupo de hermanos apoyándote sin importar lo que ocurra, es por eso que sonrío".

También fue una pequeña retribución por lo que ocurrió la última vez que Portland visitó Oklahoma City. El 31 de diciembre, el Thunder –sin Westbrook- llegó con la ventaja al último cuarto, y Durant llevaba 36 puntos (12 de 21) ingresando al periodo final. Pero en los últimos 12 minutos, él se fue 0 de 5 y solamente metió un punto, con el Thunder desperdiciando una ventaja de 16 puntos.

El martes por la noche, con 32 puntos (12 de 19) luego de tres periodos, Durant no pasaría por lo mismo de nuevo.

"No hay duda de que estamos viendo a un jugador sorprendente que se desarrolla frente a nuestros ojos", apuntó el coach del Thunder, Scott Brooks. "Es una de las razones por las que empecé a usar mis lentes durante el partido, para poder verlo. No me perdí la noche de 54 puntos y no me lo perdí esta noche".

La otra cosa que Brooks quizá no hubiera creído de no haber tenido puestos sus anteojos de prescripción: la letal daga desde la línea de base que metió Kendrick Perkins cuando restaban 90 segundos. Aunque tenía a Durant en la cancha, fue Perkins, sí, Perkins, quien realizó el disparo en ese momento tan crítico.

"Escuché a mucha gente gritar 'no' cuando él iba a realizar el disparo, pero él tuvo demasiada confianza en sí mismo, y nosotros confiábamos en él", dijo Durant. "Fue un tiro enorme. Él jugó una defensiva férrea todo el partido, y ver que él obtuvo su recompensa fue bastante refrescante. Apoyo a Perk hasta el final. Me agrada que él haya metido ese disparo".

El bombardeo de Durant en el cuarto periodo es lo que aparece en "SportsCenter", pero la defensiva de Perkins en el último cuarto fue igual de importante. El criticado hombre grande del Thunder salvó dos puntos al bloquear un disparo de un Damian Lillard desmarcado, robó un pase desde una banda y contuvo a LaMarcus Aldridge a solamente 1 de 9 en tiros de campo durante el cuarto periodo.

"Quizá no soy el tipo más inteligente del mundo, pero soy bastante bueno con cuestiones de química", dijo Brooks acerca de Perkins. "Y eso es lo que él aporta".

¿Pero Durant? Él aporta todo y mucho más. Él siempre ha tenido ese toque de oro para anotar, una habilidad nata para mantener el marcador en movimiento con un silencio devastador. Pero la forma en cómo está anotando actualmente es escandalosa. Él está manteniendo su mentalidad ofensiva, metiendo 130 puntos en apenas 68 disparos los últimos tres partidos, pero hay explosiones de ofensiva que dejan a la gente con la mirada incrédula y la mandíbula en el piso. Cuando Durant hace un disparo, se puede sentir como que existiera la garantía de que entrará, o de lo contrario se les devolverá su dinero.

"Mis compañeros hacen una gran labor de preparación, es mucho más que solamente yo", dijo Durant. "De hecho, lo que hago es solamente una parte muy pequeña. Es más, las jugadas que manda el entrenador, las pantallas que se establecen, los pases que se envían. Pienso que el resultado final está conmigo confiando en el trabajo realizado para meter los tiros".

La forma en cómo Durant describe su nivel actual de juego es sencilla, incluso aburrida. Él se ríe en la cancha –su versión del encogimiento de hombros--, casi de forma incrédula por el fuego que sale de su mano derecha. Y por la forma en cómo habla de eso, diciendo que él es una pieza diminuta del rompecabezas ofensivo, es como si Durant no pudiera comprender lo que está haciendo. Él promedia 30.9 puntos, con splits de disparo de 50-40-88, y promedia 36.5 puntos, 7.2 rebotes y 5.6 asistencias en los 14 partidos recientes que se ha perdido Westbrook.

"No lo sé", dijo Perkins, mientras buscaba palabras para describir a Durant. "He actuado al lado de jugadores bastante buenos, pero lo que él está haciendo actualmente está en un nivel totalmente distinto".