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Riña al son de plena

Nota del editor: Tercero en una serie de cuatro días sobre las rivalidades más encarnizadas en el béisbol invernal.

CAGUAS, Puerto Rico -- Para Felipe es un día muy especial cuando los Indios de Mayagüez visitan a los Criollos de Caguas y el parque Yldefonso Solá Morales se llena de bulla y alegría, una reminiscencia del antiguo esplendor del béisbol puertorriqueño, que por mucho tiempo ostentó la primacía del Caribe.

Felipe, sin apellido -- dijo que no era un dato importante -- mide la calidad de sus días de acuerdo al volumen de la asistencia al parque de Caguas, donde vende cervezas durante los partidos de la liga invernal. Muchas personas es igual a muchas cervezas. Un juego de serie regular contra Gigantes de Carolina convoca alrededor de 700 aficionados al Solá Morales, pero cuando vienen los Indios, los números se disparan.

"Todo es diferente cuando juegan Indios y Criollos. Hasta el día amanece más bonito", dijo Felipe a ESPNdeportes.com.

Por estos días, al igual que Felipe, mucha gente en Caguas y Mayagüez está teniendo días soleados y noches alegres en los estadios de béisbol con la tercera final de liga de los últimos cuatro años y la decimosegunda de la historia entre Indios y Criollos. Caguas ganó el primero 5-1 en casa el domingo, pero Mayagüez respondió con un triunfo 6-4 el martes en el Cholo García de "La Sultana del Oeste".

Caguas domina 7-4 a Mayagüez en sus enfrentamientos en series finales, incluyendo la del año pasado, cuando quebró una racha de tres reveses consecutivos ante sus odiados rivales en el playoff decisivo de la liga boricua.

Si faltaba más combustible a la rivalidad: Mayagüez ha ganado 17 campeonatos. Caguas tiene 16 y un triunfo en el 2014 los regresaría a la cima de la liga, que ocuparon hasta mediados de la década pasada. Los dos clubes se repartieron cuatro de las últimas cinco coronas disputadas.

"Tenemos las dos organizaciones con más campeonatos en Puerto Rico y hemos llegado al menos a tres finales en años recientes. Todos saben en la liga que los equipos a vencer son Caguas y Mayagüez y [cuando nos enfrentamos] los peloteros salimos al campo a matarnos", dijo Andy González, capitán de los Criollos, y uno de los jugadores más veteranos en la escuadra cagüeña.

¡Fuego!", dijo Carlos Baerga, el manager de Mayagüez, sobre los enfrentamientos con Caguas. "Esto es fuego desde el primer partido de la temporada. Estos dos equipos tienen una riña.
Caguas quiere alcanzar a Mayagüez en campeonatos, Mayagüez no quiere dejarse alcanzar. Ambos han sido exitosos en los últimos años", dijo Baerga.

"De verdad que para ser honesto, no nos gustamos. Mayagüez por mucho años estuvo atrás en total de campeonatos, pero entonces llegó la camada de José 'Tony' Valentín, José Hernández y Roberto Hernández, Bengie Molina, y nos pasaron", dijo el ex-grandesligas Alex Cora, actual gerente general de los Criollos.

"La rivalidad existe. Soy cagueño de pura cepa y en el terreno de juego, los cagueños no nos llevamos bien con ellos", dijo Cora. "Mi hija de 10 años sabe que a un aficionado de los Huracanes de Miami [Universidad de Miami] no le gustan ni los Seminoles [Florida State] ni los Gators [Universidad de Florida] y que a ningún cagueño le gusta Mayagüez", apuntó el ejecutivo.

"Se siente raro", dijo el torpedero Danny González, quien militó con Caguas del 2004 al 2009 y juega con Mayagüez desde el 2011. "Tengo muchas amistades en el equipo de Caguas, pero ahora soy Indio. Cuando estaba en Caguas odiaba a los Indios. Ahora los odio a ellos como odiaba a los Indios" dijo.

La adversión, aparentemente, nace del gran respeto que se tienen los integrantes de los dos equipos, por mucho, los mejores de la isla en estos momentos.

"Siempre he dicho que para ser campeón tienes que ganarle al mejor y pienso que Mayagüez tiene el otro mejor equipo de la liga", dijo Pedro López, el dirigente de Caguas. "Sabemos que no podemos ganar si tenemos un juego mediocre contra el otro y eso nos hace jugar mejor. No es odio, es respeto", dijo Andy González.

BATALLA POR SOBREVIVIR

Los problemas de la Liga de Beisbol de Puerto Rico -- renombrada Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente en el 2009 -- han sido suficientemente documentados en los ultimos años, sin embargo, a la grave crisis del 2007-08, cuando canceló su campeonato por primera vez en más de siete décadas, ha seguido una lenta, pero consistente, recuperación, impulsada por varios esfuerzos, pero sobretodo por la rivalidad entre Mayagüez y Caguas.

Los dos conjuntos más ganadores de la isla mantienen viva una guerra particular que es la tabla sobre la que flota el resto del sistema y se apoya su frágil futuro.

Baerga, un cuatro veces Todos Estrellas en Grandes Ligas, jugó pelota invernal en la última etapa de los años dorados de la actividad en Puerto Rico, incluyendo el glorioso invierno de 1994-95, cuando la Isla del Encanto armó su histórico "Dream Team" para la Serie del Caribe en San Juan.

Baerga fue el antesalista de un equipo que ganó invicto con una lujosa alineación que tenía al intermedista Roberto Alomar, el torpedero Rey Sánchez, el bateador designado Edgar Martínez y los jardineros Bernie Williams, Juan González y Rubén Sierra. A los pocos años de ese brillante momento, llegó una era de oscuridad que desembocó en la parálisis de hace seis años.

Muchos de los peloteros más importantes de la isla dejaron de jugar en la liga invernal y al mismo tiempo, se redujo notablemente la producción de estelares boricuas en Grandes Ligas.

Las razones para esto último son varias, incluyendo, aunque no únicamente, la integración de Puerto Rico al sorteo de novatos de Estados Unidos y la eliminación de programas independientes para desarrollar prospectos que anteriormente firmaban como agentes libres, como sucede en Dominicana, Venezuela y los otros países.

Para el colmo de males, varias franquicias históricas, como Senadores de San Juan y Cangrejeros de Santurce han desaparecido o participado de forma intermitente, dejando el área metropolitana de la capital de la isla sin representantes en la liga. Caguas, Mayagüez, Carolina y Leones de Ponce han sido las franquicias más estables de estos años de convulsión.

"En lugar de excusas, necesitamos trabajar para no dejar morir una liga que fue el orgullo de nuestra región. Necesitamos trabajar, no poner excusas", dijo Baerga.

Al receso siguió un agresivo plan para tratar de relanzar la liga. Algunas cosas han funcionado de manera muy lenta -- los equipos no tienen televisión nacional abierta y la transmisión de la liga ofrece un partido diario en un sistema de pago que apenas llega al 10% de la población, no hay bailarinas encima de las cuevas y las promociones especiales alrededor del evento son casi nulas -- pero en sentido general, la liga se mueve hacía adelante, dando esperanza de que habrá luz al final del túnel.

"Vamos en buen camino, pero hay que ser honestos. No verás en los parques las asistencias como las que llevan Aguilas contra Licey en República Dominicana o Caracas ante Magallanes en Venezuela, pero estamos haciendo el trabajo", dijo Cora.

Los índices son buenos. A los primeros dos partidos de la actual serie final asistieron más de 10,000 aficionados, una cifra muy modesta en relación a los otros circuitos caribeños, pero que si se mira en perspectiva tomando en cuenta el pasado reciente, es muy buena. Después de todo, se necesitarían 14 juegos entre Carolina y Caguas para reunir 10 mil personas.

"Las dos fanaticadas han crecido, son guerrilleras. Tienes que pelear con los nueve jugadores en el terreno y con los aficionados. Nunca estás ganado cuando enfrentas a Mayagüez", dijo Baerga.

"En los años noventa, la rivalidad de Mayagüez era contra San Juan, sin embargo en los últimos años ha crecido la de Caguas contra Mayagüez. Los alcaldes de las dos ciudades han puesto su granito de arena para ayudar a los equipos y han involucrado a las comunidades", dijo el ex-ligamayorista Hernández, uno de los coaches de López en Caguas.

"Desde que llegué a la liga, la riña ha estado ahí. Los otros jugadores nos pasaron la antorcha", dijo el veterano infielder de Mayagüez, Irving Falú. "Nosotros debemos seguir aportando para esto se mantenga vivo", agregó.