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Testosterona, la clave, reconoce El Piojo

PHOENIX, Arizona -- Con palabras crudas, con vocabulario de vestidor de profesionales, con el discurso enérgico, y con ajustes en el pizarrón.

Así explica Miguel Herrera, técnico de la selección mexicana, el cambio radical del Tri de un primer tiempo lamentable, a una segunda mitad de dominio sobre Estados Unidos, en el empate de 2-2 ante 59,066 aficionados en el Estadio de la Universidad de Phoenix.

"Se los dije como se les debe decir. Que había que ponerle huevos en la cancha, ponerle muchos huevos, porque el adversario le estaba poniendo huevos. Y que había que meter la pierna fuerte, porque ellos estaban metiendo la pierna fuerte. Y que había que pegar duro, porque ellos estaban pegando duro. Así con esa crudeza se los dije, aunque claro con un tono de voz mucho más elevado que en este momento", indica El Piojo al reseñar la arenga de recambio en el vestruario, para el segundo tiempo ante Estados Unidos.

Ese tema de la actitud, de poner testosterona, no era un tema ya superado con la selección mexicana...

"Con los que venían trabajando conmigo, sí. Con los que venían en el proceso, sí, estaba claro, pero para los que llegaron, aún no era claro. Y no estoy culpando a los tres (Marco Fabián, Rogelio Chávez y Jesús Zavala), sino que con una hora y 20 minutos de trabajo, no todo les había quedado claro, pero ahora creo que ya está muy claro", dijo.

"Un Clásico, cualquier Clásico, todos los Clásicos, y este contra Estados Unidos es un Clásico, se juegan primero con huevos", recalca Miguel Herrera, quien enseguida ofrece disculpas a las damas presentes por el lenguaje florido, pero cotidiano en la intimidad de los camerinos.

Antes, en su primera respuesta en la conferencia de prensa, Miguel Herrera había hecho un análisis puntual del cambio de un primer tiempo de desorden y desconcierto a una segunda mitad de compromiso y concentración.

"Me deja tranquilo, contento, por la actitud de los muchachos, porque es necesario poner el producto de gallina. El Primer tiempo nos faltó el timing para apretar, ese timing que se debe tener. No se llegaba a tiempo a las pelotas, al grado que Michael Bradley parecía el mejor jugador del mundo, porque giraba, ordenaba, conducía. Después se hicieron correcciones y entonces tiodo fue distinto para el segundo tiempo", comentó Herrera.

Respecto a si alguno de los jugadores bajo observación directa, Fabián, Chávez o Zavala, habían aprobado el examen final, dijo que todos seguirán bajo observación.

"No vino nadie a bajarse ni a subirse al barco para el Mundial de Brasil, Vinieron a jugar futbol y lo hicieron bien. Los seguiremos viendo a todos en sus equipos, durante los juegos que sostengan, y con toda esa información iremos tomando decisiones. Después de este juego, no hay decisiones tomadas aún, aunque ya hay una idea de algunos que pueden tomarse en cuenta".

"Para la lista de los 23 falta bastante. Primero hay que dar una lista de 30, la estaremos dando el 24 de mayo, y después depurar la de 23 para los partidos en Estados Unidos, y como he dicho, no queremos equivocarnos al elegir a los que estarán en la lista final para el Mundial", puntualizó.

Explicó que esas libertades de Bradley en el partido, fueron consecuencia de la condescendencia que se dio al jugador, y que eso se corrigió para la segunda mitad, específicamente con las funciones asignadas a Zavala.

"Platico en el medio tiempo que había que acercársele más, que Zavala fuera y apretara a Bradley. Entiendo que Zavala juega de otra manrea en su equipo, delante de una línea de cuatro, yo lo quiero hacer apretar, pero sólo tengo una hora y 20 de trabajo, por eso le falta el timing del que hablaba. Corregimos todo con detalles de actitud y de movimientos al frente, y cambiamos el partido totalmente, y hasta tuvimos oportunidades de gol para ganarlo", explicó Miguel Herrera.