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Oda a Rick Carlisle

LOS ÁNGELES -- Rick Carlisle desarrolló su carrera como técnico bajo la sombra de Phil Jackson y Gregg Popovich y quizás por eso no suele recibir el crédito que se merece.

Pase lo que pase en la serie de primera ronda ante San Antonio Spurs, llegó la hora de darle el reconocimiento que se merece. Carlisle es parte de la élite de entrenadores de la NBA, y esto va mucho más allá del anillo de campeonato que consiguió finalmente en 2011.

El ex estratega de Indiana Pacers y Detroit Pistons es un verdadero mago, una mente brillante que combina táctica, motivación y humildad de una manera difícil de emular. Los ejemplos son demasiados para enumerar, ya que lleva 25 años en los banquillos y 13 como entrenador en jefe.

Sin embargo, estos Dallas Mavericks son el ejemplo perfecto de la capacidad del neoyorquino, uno de los pocos capaces de pelearle palmo a palmo una serie al mismísimo Popovich a la hora de las estrategias. Hábil para hacer ajustes y para encontrar debilidades, Carlisle está a una victoria de uno de los batacazos más grandes de los últimos tiempos.

El crédito también es para Mark Cuban, quien luego de reciclar varios técnicos le dio tiempo para trabajar. La apuesta dio resultados en 2011, y gracias a eso (y a la capacidad de reinventarse de Carlisle), los texanos tienen a su líder por muchos años más.

En una liga en la que las estrellas escasean, son en realidad los entrenadores los que acaban convirtiéndose en piezas irremplazables. Esto se nota claramente en equipos como Oklahoma City Thunder o Houston Rockets, planteles que cuentan con estrellas y profundidad, pero que acaban decepcionando debido a la falta de liderazgo.

Eso no sucede en Dallas, sino más bien lo contrario. Carlisle ha sido el que revivió la carrera de Vince Carter luego de que este se quedó sin vuelo. El ex jugador de los Toronto Raptors se reinventó jugando en Dallas y es ahora, increíblemente, un defensor útil y un veterano respetable, al cual se le debe seguir el ejemplo.

Lo mismo pasa con Shawn Marion, al que utilizan para aumentar sus virtudes y lograron, de la manera más eficiente, esconder sus falencias.

Carlisle, junto con Cuban y Donnie Nelson, han sabido escoger sabiamente a quienes tienen el honor de flanquear a Dirk Nowitzki. Este verano, tras ser rechazados por el mismísimo Dwight Howard, persiguieron a José Manuel Calderón y a Monta Ellis, y ambos han respondido.

El ex escolta de los Golden State Warriors ha sido clave, ya que su "locura" fue canalizada para el bien del equipo. En otro ambiente, Ellis estaría disparando 25 veces al aro y jugando defensa de torero, pero en Dallas su capacidad de penetrar es parte vital del circuito de Carlisle y sus falencias (y problemas fuera de la cancha) han sido llevadas al mínimo.

Calderón, junto a Devin Harris, ha conducido al equipo de manera astuta y veterana, mientras que DeJuan Blair, Brandan Wright y Samuel Dalembert han aportado lo suyo en la defensa y en el rebote. Incluyendo al mismísimo Nowitzki, esta es una plantilla totalmente corta en cuanto a defensores de calidad, más allá de Dalembert y quizás Shawn Marion. Sin embargo, Carlisle los tiene ordenados y comprometidos, y con el talento individual de cada uno de ellos, eso suele ser más de la mitad de la batalla.

Los Mavericks podrán quedar eliminados en primera ronda o avanzar hasta las Finales, pero sin duda no estarían en esta situación sin su líder, la cabeza de esta serpiente que no para de morder.