BRISTOL (ESPNdeportes.com) -- Recuerdo que hace unos años fui uno de los primeros en soltar la noticia con el titulo "pasaporte ilegal se ofrece", todo con relación a los jugadores que de alguna forma u otra terminaron siendo comunitarios (Europa) gracias a la gran estafa de pasaportes falsos.
Internet es una herramienta de trabajo con mucho valor. Pero también es un arma letal que te mata si te metes en sitios equivocados.
Mientras Microsoft y los proveedores de Internet se preocupan por evitar los virus que dañan los programas y discos duros, el virus de las apuestas en los deportes, en especial en el fútbol, está destrozando la imagen del que es el más hermoso del mundo.
Las casas de apuestas vuelan por el sistema cibernético, incluso existen algunos estudios que revelan que poco a poco se están acercando a las páginas más visitadas en el mundo, la pornografía.
Que quede claro que muchas son legítimas incluso patrocinan o han estado cerca de patrocinar grandes equipos como el Barcelona, pero a última hora según informó el vocero de equipo culé- Xavier Cambra, Betandwin retiró su oferta.
Se preguntarán, ¿por qué daña el fútbol?, porque existen empresarios de estas famosas casas que están comprando jugadores y partidos. Lo más reciente fue lo sucedido en Bélgica. Ye Zheyuan de nacionalidad china habría adulterado el campeonato nacional, comprando jugadores hasta con 200,000 mil euros.
Posiblemente muchos de estos deportistas se venden por alguna necesidad económica que a la larga no saben el daño que le están haciendo no sólo al fútbol, sino al club que pertenecen y a la liga.
Yo digo: si la FIFA metió las manos en el caso de los pasaportes, porque no se ha pronunciado sobre este tema. En Inglaterra las casas de apuestas están en cada esquina y fueron los primeros en tener páginas en la Web.
El fútbol es un deporte que mueve a millones de personas en el mundo entero, que se presta para ser explotado fácilmente por las diferentes clases sociales. El pobre y el rico se meten algún peso en el bolsillo. Apuestas existen en las canchas de tierra, en una césped o artificial.
Pero dirán como se puede detener las apuestas ilegales y fraudulentas que rodean el mundo cibernético.
Primero: debe comenzar con los gobiernos. Obligar a las compañías proveedoras de Internet, a informar y pedir una investigación sobre la casa de apuestas. Los proveedores tienen conocimientos de lo que estos negocios mueven, existen formas.
Segundo: que las asociaciones no permitan el uso de su producto, "el fútbol". Si a los medios de comunicaciones le sacan el ojo de la cara por los derechos de imagen, entonces porque no controlan la explotación del juego, es parte de la imagen y el Internet es un servicio de comunicación.
Tercero: los equipos de fútbol deben emplear algún código de conducta (en los contratos, te vendes y serás reportado a la FIFA) con todos sus empleados, desde los jugadores, cuerpo técnico y en especial los dirigentes. Todos los que están rodeados en este maravilloso deporte, de alguna forma u otra caen en la trampa de la droga, alcoholismo, o en la nueva modalidad, de venderse para perjudicar a su equipo y ver como otro se convierte en millonario.
Las apuestas ilegales no son cosas del presente, han estado desde los años veinte. Sí, del siglo pasado. Las apuestas han dado vuelta el mundo, pero jamás tan rápido como lo es ahora. En solo un par de minutos puede llenar una planilla, con apuestas desde América, Asia, África y en especial de Europa.
Por ultimo. Un mensaje a los jugadores. Todos tenemos necesidades, algunos más que otros para poder salir adelante y tener un buen porvenir. No hace falta prostituirse para mejorar, sólo tienen que dejar de vivir para los demás y empezar a buscar el triunfo con humildad y sacrificio.
El futbolista es como o sino mejor que un artista de broadway, o de hollywood. Cada vez que uno de ellos comete un error perjudica el deporte y la imagen del mismo, esta matando la herencia que nos han dejado nuestros ante pasados.
Franklin D. Roosevelt, uno de los presidentes de los EEUU, que llegó a la casa blanca en los momentos más difíciles, en uno de sus discursos dijo: "cada vez que muere un artista, una parte de la visión de la humanidad se va con él", y tenia mucha razón.