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¿Podrán repetir?

Una teoría muy arraigada en el béisbol es que no hay que meter mano en un equipo que está ganando.

Pues con Ozzie Guillén y los Medias Blancas de Chicago, tales preceptos no tienen lugar. Más bien, son ignorados olímpicamente.

Los Medias Blancas vienen de ganar su primera Serie Mundial en 88 años y Guillén quiere asegurarse que ello no fue ninguna casualidad.

El primer venezolano en dirigir a un equipo campeón de las Grandes Ligas y en ganar el premio Mánager del Año opina que lo mejor que pueden hacer sus jugadores es guardar en el bául de los recuerdos lo que pasó la temporada pasada.

"Mucha gente dice que somos los favoritos para repetir, pero no se puede repetir si primero no ganamos nuestra división", comentó Guillén.

"El año pasado, pensé que si ganábamos 92 juegos, nos llevábamos la división y de repente tuvimos que ganar 99 juegos. Hay que competir duro todos los días", agregó.

Mantenerse en la cima no será nada fácil. Cleveland y Minnesota, sus rivales de más peso en la Central de la Americana, tienen el arsenal para darles pelea brava de principio a fin.

Aunque no hicieron cambios masivos, los Medias Blancas tampoco se quedaron con los brazos cruzados.

Jim Thome fue incorporado para añadir potencia al ataque y el puertorriqueño Javier Vázquez es un lujo como quinto abridor de una rotación, que de por sí ya era temible.

Entre quienes se fueron figuran Frank Thomas, símbolo del equipo durante dos décadas, y Aaron Rowand, un popular jardinero central.

La banca es más versátil con la presencia de Alex Cintrón y Rob Mackowiak.

Guillén no ha descartado experimentar con cambios en el orden ofensivo, subiendo al torpedero dominicano Juan Uribe (.252 de promedio y 71 impulsadas), del octavo al segundo sitio por el intermedista japonés Tadahito Iguchi (.278, 15 jonrones y 71 producidas).

Pero la transacción más importante fue la que mantuvo en el equipo a Paul Konerko, el inicialista que fue el Jugador Más Valioso de la serie de campeonato de la Liga Americana y también sonó un grand slam en el Clásico de Otoño.

Aunque tentado por varios otros equipos, Konerko aceptó quedarse por cinco años años y 60 millones de dólares. Guillén le asignó una nueva responsabilidad: capitán del equipo.

Konerko bateó para .283 hace un año y rebasó los 40 jonrones y las 100 remolcadas por segundo año.

Los Medias Blancas confían que la adición del madero izquierdo de Thome, adquirido a cambio de Rowand, podrán balancear un lineup que dependía mucho de los derechos Konerko y Jermaine Dye.

Thome, de 35 años, viene de una campaña decepcioante con los Filis. Tras una molestia en la espalda, a la que siguió una lesión en el codo, Thome quedó fuera de acción en agosto. Sólo jugó en 59 partidos en su tercera campaña en Filadelfia.

En Chicago, su puesto será el de designado y se cruzan los dedos para que se mantenga sano y puede recuperar la forma de alguien que en su carrera ha pegado 430 jonrones.

La rotación es probablemente el puntal. Todavía está fresco el recuerdo de los cuatro abridores que lanzaron la ruta completa ante los Angelinos en la serie de campeonato de la Liga Americana.

Mark Buehrle (16-8, 3.12 de efectividad) es su líder y único, seguido por el venezolano Freddy García (14-8. 3.87), el cubano José Contreras (15-7, 3.61), Jon Garland (18-10, 3.50) y Vázquez (11-15, 4.42).

Pero Buehrle y García --que además lanzó en el Clásico Mundial-- han cargado con más de 200 innings de trabajo en los últimos años.

Contreras, cuyo resurgimiento fue clave en la conquista del título, acusó de debilidad en el brazo durante la pretemporada y podría echar de de menos a su compatriota Orlando Hernández, cedido a Arizona por Vázquez.

De producirse una emergencia, podrán apelar a Brandon McCarthy, su prospecto más cotizado.

Se tienen dudas sobre el bullpen, en el que ya no están Dámaso Marte y Luiz Vizcaíno. Bobby Jenks, su corpulento cerrador, tendrá que demostrar que su fenomenal irrupción (cuatro rescates en la postemporada) no fue algo pasajero.

Para marcar carreras, los Medias Blancas le apostaron al estilo agresivo de Guillén, con jugadas de sacrificio y pisa y corre.

Pese a que su promedio colectivo fue de apenas de .262, saldaron un récord de 35-19 en partidos definidos por un margen de una carrera.

Quizás la posición que genera más inquietud es el bosque central, donde el novato Brian Anderson reemplazará a Rowand.

Scott Podsednik (.290 y 59 robos) seguirá en el jardín izquierdo y Dye (.274, 31, 86) lo hará en el derecho tras ser laureado como el más valioso de la Serie Mundial.

El receptor A.J. Pierzynski (.257, 18, 56) y el tercera base Joe Crede (.252, 22, 62) fueron piezas claves en la marcha de octubre, cuando Chicago se fue con récord de 11-1 en la postemporada.

"No hay motivos para que este no pueda ganar la división. Una vez que avanzas a la postemporada, todos tienen una posibilidad", dijo Konerko. "No hay que pensar en la Serie Mundial. Primero hay que ganar la división y luego vendrá lo demás".