KOENIGSTEIN (EFE) -- El equipo suplente de Brasil goleó el sábado por 3-0 a los titulares en el penúltimo entrenamiento antes de su debut ante Croacia este martes en el que primó la inspiración de Juninho Pernambucano, Robinho y Cicinho.
El primero, astro del Lyon francés, marcó dos goles de excelente factura, en tanto que los dos jugadores del Real Madrid se pusieron de acuerdo para tornar un infierno el trabajo de Roberto Carlos en la banda izquierda.
La goleada, duro castigo a la apatía mostrada por los principales astros, la selló otro jugador del campeón francés, Fred.
Ronaldo, lento en sus movimientos e impreciso en los remates, fue fácil presa de Cris y Luisao, en tanto que Adriano se vio superado por la velocidad de Gilberto, cada vez que pasaba al carril derecho.
Ronaldinho pareció cansado y poco dinámico, en tanto que Kaká trató sin éxito de empujar el carro.
La destacada presentación de Robinho, Juninho Pernambucano y Cicinho, coincide con los pronósticos de un grueso sector de la prensa, de los destaca como los reservas con más posibilidades de alternar durante el Mundial con los titulares, o de quedarse con la plaza.
El entrenamiento fue asistido a un costado del "Zagallo Arena" por los padres de Ronaldo, Sonia y Nélio.
La selección brasileña se entrenará el domingo en la tarde y en la noche viajará a Berlín, donde el lunes hará el reconocimiento del estadio y el martes chocará contra Croacia.
Antes del entrenamiento de hoy Ronaldo hizo conocer a través de su página web oficial que estaba cerrada la polémica con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva por causa de su presunto exceso de peso, e invocó la unión de sus compatriotas para rodear a la selección brasileña.
El goleador de 29 años acusó recibo de una carta de Lula en la que le manifestó cariño y aclaró que no quiso ofenderlo al preguntar si estaba gordo.
"La carta del presidente fue muy buena y mostró que entendió lo que yo quise decir. No siempre lo que es dicho sobre nosotros corresponde a la verdad. Para mí, el episodio está más que superado", puntualizó.
El aludido episodio comenzó el jueves, durante una vídeo conferencia entre el gobernante, en Brasilia, y casi todos los miembros de la delegación concentrada en Koenigstein, a la que no asistió Ronaldo por una fiebre.
Durante el diálogo, el presidente preguntó al entrenador Parreira: "Al final, ¿el Fenómeno está gordo o no?".
Al día siguiente, Ronaldo, visiblemente irritado, dijo a una televisión brasileña: "Así como dicen que estoy gordo, todo el mundo dice que él (Lula) bebe mucho. Así como es mentira que yo estoy gordo, debe ser mentira que él bebe mucho".
Como si no bastase, el sábado el ministro del Deporte, Orlando Silva, asistió al entrenamiento de Brasil y pasó la mayor parte del tiempo tratando de explicar el asunto y justifica la posición del gobernante.
El ministro negó que el gobierno hubiera intentado sacar provecho del contacto con la selección a cuatro meses de las elecciones presidenciales en las que seguramente Lula se postulará para la reelección.
"Copa del Mundo es Copa del Mundo y elección es elección", puntualizó Silva.
Al comentar el estado físico de los jugadores, el preparador Morací Sant'Anna afirmó que espera tener al equipo en el 80 por ciento de sus capacidades, y dijo confiar en que la mayoría llegue al ciento por ciento a partir de la segunda fase.