CORDOBA -- El equipo argentino de la Copa Fed, alentado por más de mil espectadores en el Córdoba Lawn Tennis Club, derrotó a Canadá por 4 a 1 y así logró ascender al Grupo Mundial II, la segunda división del tenis femenino internacional.
La mañana del domingo no había comenzado de la mejor manera ya que Gisela Dulko, la jugadora mejor rankeada de la serie, cayó ante Aleksandra Wozniak por 0-6, 6-2 y 6-2; mientras que María Emilia Salerni, con toda la responsabilidad de cerrar la serie en favor de la Argentina, derrotó a Stephanie Dubois por 6-4 y 6-1. El dobles, el equipo capitaneado por Ricardo Rivera, lo ganó por no presentación.
La impensada derrota de Dulko no generó nervios en la Pitu Salerni más allá, que las más de mil personas en el Córdoba Lawn Tennis Club se asustaron cuando la rafaelina abrió perdiendo 2-4 en el set inicial.
De allí en más, Salerni apenas cedió un set. Mandó con su derecha, mejoró su servicio y hasta se animó a definir algunos puntos en la red. Ante la primera chance de cerrar el partido, la "Pitu" no dudó y encendió el festejo.
En el comienzo del tercer punto, el que complicó la jornada en Córdoba, la canadiense fue una maquina de cometer errores (gran cantidad de dobles faltas y errores no forzados), y a partir del 3-0, Dulko, con un quiebre en su favor, empezó a ser sólida en su juego cerrando muchos de los puntos con drops, desestabilizando a su rival con tiros profundos y angulados.
En el segundo capítulo, la argentina empezó a tener muchos inconvenientes con su servicio. Es más, jugó muy pocos puntos con su primer saque, a lo que Wozniak respondió jugándole pelotas altas provocando muchas fallas de Dulko. Se invirtieron los roles con respecto al primer set.
Ya en el set final, Gisela perdió muy rápido el saque (quedó 0-3) y no tuvo respuestas anímicas, ni tenísticas para revertir ese mal comienzo, facilitándole la tarea a la canadiense. Tanto que Dulko, en el segundo match point, cedió el partido con una doble falta.
Este será, sin dudas, un envión para el tenis femenino argentino que venía de tres años de pocas sonrisas. Habrá que saber aprovechar el envión...