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Una auténtica futbolera

RIO DE JANEIRO -- La capitana de la selección mexicana, Mónica Chistine González, ex jugadora de los Breakers de Boston y actualmente en el México CF, se crió en Texas y tiene pasaporte estadounidense y mexicano, pero cruzó la frontera para jugar con México porque a su padre y a ella les aburría el 'soccer'.

"Elegí jugar con México porque en mi casa de Estados Unidos nos hicimos hinchas del fútbol mexicano, ya que el nivel del fútbol estadounidense es muy flojo, mi padre bostezaba", dijo.

"Mis padres tienen la nacionalidad estadounidense, pero cuando poníamos la televisión en casa, sobre todo por la noche, preferíamos ver el fútbol mexicano, ahí nos enganchábamos todos a este fútbol y a este país", subrayó.

Mónica González, de 29 años, creció en Texas, estudió y jugó al fútbol en una universidad de Estados Unidos, pero al cumplir los 18 años se decidió a jugar con México, donde el fútbol femenino "aún estaba en sus comienzos", indicó.

González recordó que hubo un tiempo en que estudiaba y vivía en Estados Unidos y cada pocas semanas cruzaba la frontera sólo para concentrarse "con el equipo mexicano".

"La verdad es que entonces era una decisión arriesgada, pero mi padre estaba encantado de la vida porque le gusta muchísimo el fútbol latino y él siempre me animó a jugar con México", precisó la capitana de la selección tricolor, tras caer ante Canadá en la lucha por el bronce (2-1)

"Hoy me encuentro triste y vacía porque perdimos ante Canadá, pero luchamos, lo dimos todo y estoy orgullosa de mis compañeras, ya que muchas son nuevas y todas han dado la cara", dijo.

"Las canadienses son más altas y mas fuertes, pero nosotros hemos jugado con el corazón y yo me siento triste por haber perdido, pero muy orgullosa del trabajo hecho", significó.

"Nuestro estilo es tocar el balón, es lo más bonito y hay que ser fieles a eso, porque otros equipos sólo pegan pelotazos", precisó sobre el nivel que ha visto en estos Juegos.

En el equipo mexicano hay más jugadoras con doble nacionalidad que, bien juegan en conjuntos de México o de Estados Unidos, aunque casi todas actúan con la selección tricolor porque sus padres nacieron en ese país.

"Lo mejor que se puede hacer para el crecimiento del fútbol femenino en México es ganar y hoy (jueves) fallamos en eso, pero estamos jugando bien y creo que aún tenemos espacio para crecer en próximas competiciones", dijo.

Por último, González mostró sus inquietudes y su lado más humano al asegurar que siempre ha querido ayudar a las más jóvenes. "Trato de ser activa, todo lo que puedo, en promover oportunidades de fútbol para jóvenes, tanto en los Estados Unidos como en México".