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Como caído del cielo

ESPN DEPORTES LA REVISTA

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NUEVA YORK -- Mientras todos los aficionados al fútbol en Estados Unidos giraban la cabeza hacia Los Ángeles enloquecidos por el anuncio de la llegada de David Beckham a la Major League Soccer, los ejecutivos del New York Red Bulls no dejaban de trabajar para atar a varias figuras que apuntalaran un proyecto que se viene fraguando hace ya años.

Primero firmó Claudio Reyna, el mediocentro estadounidense que triunfó en Europa durante muchos años y que llegaba para convertirse en el jefe del equipo. Pero lo mejor estaba aún por llegar.
Bruce Arena no paraba de pedir a gritos un jugador de área, un delantero centro nato, que aprovechara el juego de Reyna y los espacios que dejara Josmer Altidore. Además, lo pedía con razón, pues New York sólo pudo superar el año pasado a Columbus, Colorado y Los Ángeles en el rubro de goles a favor. Por eso, tras rastrear el mercado mundial de hombres de área, se dio con el indicado: Juan Pablo Ángel.

Tras siete años en el fútbol inglés defendiendo los colores del Aston Villa, el colombiano había comenzado a perder posiciones en la lucha por los puestos titulares en el equipo. Las llegadas de delanteros como John Carew o Ashley Young, aunadas a las continuas lesiones que sufrió en la campaña pasada, habían relegado a Juan Pablo a un papel secundario, y él, siendo titular durante toda su carrera, no quería dejar que le cortaran las alas.

"Llegar al New York Red Bulls fue algo del destino", asegura Ángel. "Jamás pensé en venir a jugar a Estados Unidos, pero cuando este equipo se interesó por mí, todo cambió. Noté que de verdad me habían seguido, que tenían ganas de contar conmigo; pero sobre todo, me encandiló su proyecto. Red Bull sabe muy bien lo que está haciendo y aquí se puede ver un proyecto que tiene mucho futuro".

Por si el hecho de que el matrimonio Ángel y Red Bull pareciera estar predestinado de antemano no fuera suficiente para convencer a los escépticos de que el colombiano sería un jugador aprovechable para la MLS, Juan Pablo no dejó resquicio de dudas y arrancó marcando a diestro y siniestro. "El comienzo ha sido mejor de lo que me esperaba. Me he acostumbrado a la rutina de trabajo de mis compañeros rápidamente y por ese mismo motivo han llegado los goles".

Aunque a primera vista parezca que Ángel, por su técnica, esté a un nivel superior al de la MLS, el colombiano asegura que a mucha gente le sorprendería la intensidad con la que se juega en la liga estadounidense. Muchos destacan el alto nivel físico del torneo, pero él reconoce que hay jugadores que también sobresalen por sus dotes técnicas. De cualquier manera, Ángel asegura que, para un delantero, jugar fuera de Inglaterra significa ahorrarse muchas visitas a la camilla del fisioterapeuta. "En la Premier League los defensas son mucho más fuertes. Aquella es la mejor liga del mundo. Tanto táctica como físicamente el fútbol inglés está mucho más avanzado. Allí es cierto que las superficies ayudan, y que aquí las canchas son más lentas, pero, incluso sin contar eso, el nivel de juego sigue siendo más alto en Inglaterra".

Pero no fue el nivel técnico lo que más atrajo a Juan Pablo del fútbol inglés. En el país donde se originó el deporte rey, los aficionados son conocidos por ser los más leales con sus equipos y el colombiano pudo comprobarlo durante sus siete años con el Aston Villa. "Desde que llegué a Inglaterra siempre tuve una relación muy especial con la hinchada. ¡Me adoraron sin prácticamente conocerme! Por eso tuve muy claro que tenía que dejar todo en la cancha para devolverles ese cariño", recuerda Ángel. "Quizás lo más complicado fue que el equipo nunca pudo pasar de la mitad de la tabla, excepto algunos años que casi llegamos a Europa. Esa lucha constante se me hizo muy dura, sobre todo porque venía de un equipo grande como River Plate, donde siempre se nos exigía estar en lo más alto".

Fue justamente en River Plate donde el delantero se dio a conocer al mundo y, quizás por ello, a Juan Pablo nunca se le ha olvidado su paso por Buenos Aires. "Siempre guardo una gran gratitud hacia los equipos en los que he jugado. Es más, soy de los que sigo las trayectorias de mis ex equipos y me emociono viendo cómo les va en los diferentes campeonatos que disputan. Pero con River hay un vínculo más especial porque siempre fui hincha de ese equipo, desde pequeñito, así que ese rincón en mi corazón no se lo quita nadie", confiesa el jugador del New York Red Bulls. "Además, Buenos Aires es una gran ciudad. Hay vida 24 horas al día y el clima es ideal. Quizás por eso llegar a Birmingham fue duro. Siempre llueve, a las cuatro de la tarde ya es de noche, no se encuentran lugares abiertos... fue muy complicado".

Pese a ser una transición difícil, el colombiano logró mantenerse siete años en la Premier League y cerró su periplo por tierras británicas marcando 51 goles en 186 partidos. Tenía un año más de contrato, y el técnico Martin O'Neill le pidió que lo cumpliera, pero Ángel prefirió escuchar los cantos de sirena que llegaban desde Estados Unidos. Sin apenas saber nada del equipo, se lanzó a la aventura, aunque hubo un par de cuestiones que le empujaron a tomar la decisión. "Sabía que este equipo se llamaba MetroStars antes y que ahora Red Bull es la compañía que lo gestiona. Conocía al técnico Bruce Arena y me convencieron con el proyecto que tenían para el futuro", comenta Juan Pablo. "Como te he dicho, nunca tuve la MLS en mis planes. Jamás me plantee venir a Estados Unidos a jugar; simplemente se dio la oportunidad, aunque el hecho de que Claudio Reyna formara parte del equipo hizo que la propuesta fuera mucho más atractiva para mí. Nosotros nos conocíamos y veníamos de la misma liga, por lo que supe que mi adaptación sería más fácil gracias a él".

En la cancha, cuando las lesiones se lo han permitido a Reyna, se ha notado que la conexión Ángel-Reyna funciona. Ambos comparten su experiencia pasada en el fútbol inglés, lo cual les hace carburar a las mismas revoluciones y el mayor beneficiado del buen hacer de esta dupla no es otro que el New York Red Bulls. Ángel se ha hecho con un puesto de titular nada más llegar y en los primeros siete partidos disputados ha marcado nueve goles, además, de ser el jugador más votado (56.738 votos totales) para acudir al juego de las estrellas. Sin embargo, el colombiano no cree que todo el mérito sea suyo. "Aquí me han recibido muy bien. Tengo que darle las gracias a todo el mundo, desde los directivos hasta el cuerpo técnico, pasando por los jugadores, pues ellos han sido clave en mi rápida aclimatación", dice el goleador.

Algo que ha influido también en su adaptación a la liga es el hecho de que al delantero colombiano le fascina la ciudad de Nueva York. Después de haber vivido en Medellín y en Buenos Aires, su estadía en Birmingham dejó mucho que desear desde el punto de vista personal. Ahora, en la Gran Manzana, todo es diferente, pues a Juan Pablo le encanta la vida de la ciudad y disfruta de todas las atracciones de una de las metrópolis más desarrolladas del planeta. Ni siquiera la llegada del invierno nubla la felicidad de Ángel. "Estando acostumbrado a los inviernos de Europa, no creo que el de aquí sea muy duro de superar (risas). También cuento con la ventaja de que aquí no competimos en esa época, por lo que eso facilita la cosas", dice el delantero de Red Bulls. "Además, prefiero un café en Central Park que una cerveza en un pub inglés".

Así las cosas, Ángel está convencido de que su etapa en el fútbol estadounidense será muy fructífera. Repite sin cesar que, de alguna forma, se sentía predestinado a jugar en Nueva York y que no se arrepiente de haber firmado con una franquicia de la MLS. Su adaptación sigue progresando y, poco a poco, se está convirtiendo en uno de los grandes reclamos de la liga. Tal es el punto de comodidad que ha alcanzado Ángel en tan poco tiempo con Red Bull, que el ex villano ya se ha marcado objetivos claros para las próximas temporadas. "A medio plazo quiero seguir acoplándome a este país y a este equipo. Quiero que los aficionados crean en mí y disfruten con mi juego", revela Juan Pablo. "Luego, a largo plazo, quiero ganar títulos con este club e intentar convertirlo en uno de los más potentes del continente".

De momento los objetivos son sólo sueños del colombiano, que llegó para solucionar los problemas de su equipo ante el marco contrario. Por eso es seguro que en su lucha por conseguir su primer título de la MLS, el equipo neoyorquino de los Red Bulls puede aprovecharse de la racha desaforada de anotaciones por la que pasa. Y es que Juan Pablo le vino, sin duda alguna, como caído del cielo al equipo de Bruce Arena.