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Vacaciones: comienza la pretemporada

A Nalbandian le gusta ir a pescar como distracción EFE

BUENOS AIRES -- Finalmente llegó el momento de la temporada más deseado por los tenistas, el de las vacaciones. Tras 10 meses de intensa competición, es hora de descansar el cuerpo y la mente.

Las vacaciones para nosotros no son simplemente una época del año en la que no se entrena ni se compite. Son mucho más, porque uno se olvida de toda la carga que soporta durante toda la temporada: los horarios, los viajes, la dieta, el entrenamiento, las sesiones con el fisioterapeuta, las visitas al psicólogo... En definitiva, un sinfín de obligaciones que rodean la vida de un tenista profesional, mas allá de "la punta del iceberg" que todos ven, el partido que pasa la televisión.

Las vacaciones son, además, desde el punto de vista de quien la organiza (entrenador o médico deportivo) el primer bloque de la pretemporada. Me explico: ningún deportista podría hacer una buena pretemporada sin antes tener un periodo de descarga y descanso.

Así que las vacaciones no son, como decíamos antes, unas semanas en las que uno simplemente se va a la playa o a la montaña, sino que son parte de lo que el cuerpo y la mente necesitan para luego poder trabajar adecuadamente.

Algo que no se debe descuidar durante las vacaciones es el riesgo de lesiones. Y es que por sencillo que parezca, a veces uno practica deportes de aventura en los que puede poner en riesgo el comienzo de la pretemporada. Algo que frustraría el éxito de al menos la primera gira del año, en este caso la australiana. Así que lo más recomendable es el descanso y, en caso de practicar algún tipo de actividad, tomar las precauciones necesarias.

Si bien para la mayoría de los argentinos e incluso los latinoamericanos noviembre no es un mes en el que la gente acostumbre a salir de vacaciones, para los tenistas profesionales es prácticamente la única posibilidad, ya que la temporada concluye a finales de octubre o mediados de noviembre.

También hay que tener en cuenta que no es fácil encontrar acompañantes para pasar estas fechas, ya que la mayoría de la gente en el hemisferio Sur se reserva sus días de descanso para enero o febrero, donde el volumen de trabajo disminuye.

En la mayoría de los casos buscamos lugares en los que uno pasa más bien desapercibido y donde realmente uno se pueda desconectar de la presión y el stress que genera la competición.

Por todos es conocida la afición a la pesca de Rafa Nadal o de David Nalbandian, una actividad que se desarrolla en plena naturaleza y que permite distraerse al máximo. Otros, como yo, preferimos el relajante ruido de las olas de una playa o jugar al golf. Y por último están aquellos que se quedan con sus familias durante dos semanas seguidas, algo imposible a lo largo de la temporada salvo en caso de lesión.

Durante este periodo además hay que cargar las pilas para afrontar uno de los momentos más duros del año como lo es la pretemporada, donde uno le exige a su cuerpo un 150%. El esfuerzo y la consiguiente fatiga muscular que requiere prepararse físicamente para 10 meses de competición son altísimos.

Durante estas dos o tres semanas de vacaciones, los deportistas profesionales también aprovechamos para ayudar a aquellos que más lo necesitan con exhibiciones solidarias.

Por ejemplo, la que se realizará el próximo 1° de diciembre en Parque Roca a beneficio de personas con HIV y en la que participaremos, entre otros Juan Ignacio Chela, Gisela Dulko, Alberto Mancini, Martín Vassallo Argüello, José Luis Clerc y yo, entre otros. Y de paso, aprovecho para invitarlos a todos ustedes.

Pero no termina acá el tema de qué hace un tenista fuera del período de competencia: en la columna que viene les contaré cómo es la pretemporada de un tenista, como se estructura y que se hace en cada uno de los bloques. Hasta la próxima.