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La familia es primero

Erick Marín busca equipo para quedarse en México Graciela Reséndiz

MÉXICO -- Luego de permanecer seis meses en el futbol peruano, donde acaba de coronarse en el Clausura 2007 con el Coronel Bolognesi, el acapulqueño Erick Superman Marín se encuentra en México disfrutando al lado de su familia las fiestas navideñas.

El jugador afirmó que le gustaría participar con el modesto conjunto de Tacna en la próxima edición de la Copa Libertadores, ya que sabe por boca del técnico Juan Reynoso que la directiva tiene intenciones de extenderles su contrato, tanto a él como al también mexicano Miguel Ostersen.

Sin embargo, en su escala de prioridades, su familia lleva la delantera, por lo que espera encontrar acomodo en un club mexicano para la próxima campaña.

"Me quisiera ir por el tema de la Libertadores, pero aún lo sigo meditando, porque también el tema de mis hijos y de mi mujer me cala un poco... Ahora que llegué me pasaron cosas chistosas, mi hija de cuatro años se me quedaba viendo, me pellizcaba, me apretaba, pero no me hablaba; como diciendo: 'sí está mi papá, sí es cierto que está acá', pero como que no le caía el veinte".

Afirmó que "a mis hijos (el otro es un varón de seis años) los vi crecer a la distancia y más que a la distancia, los vi crecer por internet, y parece mentira, pero con el tiempo los hijos cambian mucho. Ahora encontré a Aldair mucho más 'vivo' y más grande, está hecho un gigante".

Expresó con el rostro iluminado: "Hasta mis dos perros, unos Bulldogs hermosos, me hacen 'fiestas' ahora que estoy acá",

Dijo: "De repente quisiera quedarme en México, porque quiero ver crecer a mis hijos. Estos años que están viviendo no los voy a recuperar nunca. Eso me dolía mucho estando en Perú, aunque mis momentos de soledad los mitigaba con Micky (Miguel Ostersen), ya que más que amistad, hicimos una familia, porque vivíamos juntos y jalábamos juntos para todos lados".

"Nunca tuvimos una fricción por nada... Bueno, sí, tal vez sólo porque lo mandaba a lavar los trastes", añadió sonriendo.

LO "TIENTA" QUEDARSE EN MÉXICO
-¿Así que estás resuelto a buscar equipo en México?

-"Bueno, sí, me gustaría regresar a un club con aspiraciones.

-¿Un equipo cómo cuál?
-"Es que si se tratara de elegir, obviamente diría que a un club con la seriedad y el trato que te dan un Cruz Azul, un Pachuca ó un Toluca. No sé, yo lo que quiero es estar bien; si me quedo en México, estaría contento por mi familia, y si regreso a Perú, también lo haría con gusto. No sé lo que Dios me tenga deparado, pero voy a donde él me mande".

UN BOLO A LA MEXICANA
-¿Qué te deja esta experiencia en el futbol peruano?

-"Aprendí muchas cosas, cosas que con menos edad tal vez no hacía. Juan Reynoso (su entrenador), trabajó a lo mexicano y eso nos ayudó a nosotros. ¿Qué quiero decirte con esto?, que jugamos mucho a dos toques; él tiene entrenamientos específicos para los delanteros, como recibir con la marca atrás, y lo interesante ahí es aprender a recibir y ya estar pensando qué es lo que vas a hacer con la pelota. Eso, para un 'nueve', que la mayoría de las veces tiene que jugar de espaldas al marco, es muy importante".

Afirmó: "Esa forma de trabajar de Juan, le dio al equipo la movilidad, la velocidad y los movimientos que necesitaba. Hubo un encabezado en un diario de Perú que decía: 'Un Bolo a la mexicana', y así fue".

"Allá tienen la percepción de que el futbol mexicano es mucho más rápido, y eso es cierto. La virtud del jugador mexicano es que a una gran velocidad está pensando qué va a hacer con la pelota en los pies. En definitiva, el futbol mexicano es muy veloz".

"Nosotros nunca perdimos los conceptos en los que creemos en nuestro futbol; por ejemplo, a mi Juan me ayudó mucho a saber recibir la pelota de espaldas, a voltearme con la marca atrás y a meter mucho más el cuerpo, pues allá los defensas son muy fuertes".

Reconoció que fue poca la actividad que tuvo con el cuadro de Tacna y que "para mi, cada partido y cada entrenamiento eran un lucha constante; también me lesioné, pero me tocó terminar jugando, como yo quería".

ERA LÍDER
Marín, de tez muy morena, señaló que "Miky (Ostersen) era mi gemelo, tomamos en serio lo de gemelo por la película de Duelo de Titanes. Más allá de eso, para mi es un gran amigo, no sólo porque vivíamos juntos, sino por todo lo que pasamos".

"También me deja un gran sabor de boca haber tenido a los compañeros que tuve, ya que todos eran más que nobles, nadie estaba maleado; eran jóvenes, en su mayoría".

Reveló: "Yo me quedo con una anécdota muy bonita de un compañero, de Gianfranco, quien tiene 21 años. Un día que andaba yo medio agüitadón, se acercó y me dijo que no parara, que si lo hacía, ellos iban a empezar a desanimarse. A pesar de que no jugaba de titular, los muchachos como que sentían un respeto hacia mi, y en general hacia los más grandes".

UNA LECCIÓN DE VIDA
"Estar allá para mi fue una lección de vida, fue volver a lavarme un par de tenis. Volví a hacerme de comer, volví a limpiar mi cuarto, a compartir mi cocina. Hacíamos huevos estrellados, huevos con jamón, tortillas de harina con carne, pero más que todo, tendía mi cama, que de repente eso se me había olvidado".

"Ver crecer a mis hijos a la distancia, ver que mi señora de repente se quebraba, me ponía un poco mal. A mi también me entró la nostalgia, más cuando estuve lastimado. Se me salieron las lágrimas de saber que las cosas pasan por algo y que Dios sabe porqué me mandó para allá".

"Tal vez de haberme quedado en México, de haber agarrado lo que tenía en Primera 'A', no hubiera pasado nada, pero creo que valió la pena. Aunque, haber dado la vuelta olímpica, luego de conseguir el título, sin trofeo, fue algo raro. Así festejamos, ya que en otros frentes también se estaban jugando el campeonato equipos como Cienciano y Universitario".

CON TODO EN CONTRA
Erick Marín destacó el mérito del Coronel Bolognesi, ya que al tratarse de un equipo chico, sin el arraigo de los grandes, tuvo que pasar toda clase de vicisitudes: "La cosa era que saliera campeón cualquiera, menos Bolo, porque hay una gran diferencia entre los equipos de Lima y los demás. Para mi, Perú es 'Lima y el resto'. Como que siempre la cancha se extiende a favor de ellos, y a nosotros nos tocaron muchos arbitrajes a favor de los equipos de allá".

"Los mismos jugadores del Universitario juntaron un dinero, creo que como 50 mil dólares, para dárselos a los de Melgar, para que nos ganaran. Pero el dinero, yo creo que no te va a hacer correr más".

REGRESAR A MÉXICO
Y, el ex jugador de Cruz Azul y San Luis insistió en que el rumbo de su vida podría sufrir un cambio de 180 grados: "Creo que este tiempo, a menos que Dios no lo decidiera así, para mi sería la oportunidad de regresar a México, por el tema de mi mujer y de mis hijos. Es muy difícil llevármelos, pues además que es muy complicado encontrar casa en Tacna. La ciudad es muy chiquitita y la verdad, mi mujer y mis hijos están acostumbrados a más espacio, a más cosas".

Finalizó: "De hecho, Juan tiene a su familia en Lima, por el tema de su esposa y de la escuela de sus hijas; entonces, él siempre estaba viajando. Yo creo que si hubiera decidido llevarme a mi familia, era para llevármela a sufrir", concluyó.