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El día perfecto en el Banknorth Garden

Celtics v Lakers

(Getty Images)

Paul Pierce hizo un estupendo trabajo en las Finales y fue elegido el Jugador Más Valioso

BUENOS AIRES -- En algún lugar, el cigarro de Red Auerbach se encendió. El humo de la victoria, la sonrisa pintada en el rostro, el 17º campeonato en un día 17.

Los Celtics retornaron a los primeros planos de la NBA.

El Banknorth Garden fue el escenario del partido perfecto de Boston. La defensa es la madre de todas las victorias. Y en el sexto juego de las Finales fue el eje motor del espíritu de los Celtics.

El equipo de Rivers ganó el campeonato porque fue mucho más que el de Jackson en instancias decisivas. Ayer, literalmente, lo aplastó en todos los rubros estadísticos, pero principalmente en un apartado intangible: la intensidad.

Como tantos otros analistas, sospeché otro resultado en esta serie. Pensé de antemano en un triunfo de los Lakers -de hecho, supuse un triunfo en seis juegos- debido a la intensidad que habían exhibido ante los Spurs en las Finales de Conferencia. El rendimiento en alza de su banco de suplentes (el de Boston terminó siendo mucho más decisivo), el desgaste de los Celtics en el arrastre de partidos de playoffs, el rendimiento de Kobe Bryant, la experiencia de Phil Jackson, eran argumentos de peso para entender a priori otro desenlace y también otro nudo de la historia.

Pero las Finales son las Finales. Y hubo que tirar el pronóstico previo por la borda.

Los Celtics son merecidos campeones. Es momento de analizar las razones de su triunfo.

  • La defensa
    En lo que refiere estrictamente al sexto juego, Boston fue una pesadilla sin la pelota para Los Angeles.

    Los atrapes 2-1 en los postes contra Pau Gasol y en el perímetro contra Kobe Bryant, funcionaron a la perfección, por dos razones: 1) la intensidad de piernas de Boston para ayudar en las defensas, y 2) la muy floja circulación de pelota de los Lakers para encontrar compañeros libres.

    Ni siquiera cerca

    Los Celtics hicieron algo similar a los Lakers antes. Estos son los récords de mayor margen de victoria en un partido por el título:

    La consigna de Doc Rivers fue consistente en el juego definitorio: jugarle duro a Pau Gasol, cargar con rudeza a los rebotes, no permitir puntos fáciles, hacer fouls cuando sea necesario. Y todo funcionó más que bien, porque los Lakers no se sintieron cómodos nunca con esta modalidad de juego. Incluso se desesperaron y tomaron por momentos decisiones poco inteligentes.

    Para destacar lo de James Posey. Hizo un estupendo trabajo defensivo sobre Kobe Bryant y en ataque aportó con triples importantes, sobre todo en el despegue de Boston en el segundo cuarto.

    En rebotes, la diferencia fue notable. Los Lakers fueron dominados en los cristales 48-29, y lo que es más llamativo, 14-2 en rebotes ofensivos. En puntos, el equipo de Jackson sólo pudo hacer 35 en todo el primer tiempo (con 29% de efectividad) cuando el partido todavía era partido, porque para el final del tercer cuarto todo estaba terminado.

    Haciendo una mirada más global sobre las Finales, los Lakers lanzaron sólo un 44.1 por ciento en la serie y anotaron 93.5 puntos por encuentro, cuando en la temporada regular promediaron 108.6 por juego.

    Kevin Garnett aportó 14 rebotes y una tapa. Se convirtió en el primer Jugador Defensivo del Año en ganar un título desde que lo consiguió Hakeem Olajuwon con los Rockets en la temporada 93-94. Tim Thibodeau, coordinador defensivo de la franquicia, se regocijó en el banco de suplentes al ver a Rajon Rondo robar cuatro de seis pelotas en el primer cuarto. Sus seis quites fueron la segunda marca de todos los tiempos en Finales de NBA.

    Un dato llamativo: los Lakers perdieron 19 pelotas contra sólo siete de los Celtics.

    "Hablamos sobre eso (el martes) por la mañana en la práctica de tiro. Iba a ser la defensa la que nos iba a guiar al campeonato", dijo Rivers.

    Por su parte, Phil Jackson fue claro: "Hubo momentos en que pensé que su defensa era excepcional, y hubo momentos en que pensé que no estábamos jugando un básquetbol inteligente".

  • El Big Three de los Celtics
    Como fueron Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish en la temporada 80-81, o Bob Cousy, John Havlicek y Bill Russell en la 62-63, Ray Allen, Kevin Garnett y Paul Pierce se erigieron en los emblemas de los Celtics campeones en la temporada 07-08.

    Paul Pierce, ganador del premio al JMV de las Finales, fue protagonista absoluto en esta serie. Desde su lesión de rodilla en el primer juego y su 'milagroso retorno' al parquet del Banknorth Garden, todo fue a pedir del alero de los Celtics.

    Promedió 21.8 puntos, 4.5 rebotes, y 6.3 asistencias en las Finales de NBA. Se transformó en el quinto JMV distinto en Finales de los Celtics.

    En tanto, Kevin Garnett (530 puntos) y Paul Pierce (511) se convirtieron en la segunda pareja en anotar más de 500 puntos en un año de playoffs. ¿Cuál había sido la primera? Kobe Bryant y Shaquille O'Neal en los Lakers, en el año 2002.

    Precisamente Garnett, quien hizo un fabuloso sexto partido en el Banknorth Garden con 26 puntos y 14 rebotes, tuvo seis dobles-dobles en los seis partidos de Finales, y se unió a una lista de elite conformada por gigantes como Bob Pettit, Elgin Baylor, Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar, Bill Walton, Moses Malone y Shaquille O'Neal.

    Finalmente, Ray Allen, quien tuvo que abandonar buena parte del juego tras una dura falta de Lamar Odom en una penetración que le provocó una contusión en un ojo, terminó con 26 puntos e igualó el récord de triples en una Final de NBA, con siete. Como si fuera poco, venía de promediar 13.1 ppj en las anteriores dos series de playoffs, pero en las Finales apareció con todo y tuvo 20.3 unidades de promedio.

  • El trabajo de Doc Rivers
    Creo que nadie, o muy pocos, suponían que Doc Rivers le iba a ganar la batalla de entrenadores a Phil Jackson en estas instancias.

    Algunos tips

    • De los anteriores 61 partidos definitorios por el título en la historia de la Liga, el margen de victoria fue de 8.2 puntos.

    • Los últimos cuatro subcampeones de las Finales de la NBA terminaron con una combinación de 24 puntos en el partido decisivo.


    Los Celtics promediaron un margen de victoria en sus últimos 16 partidos definitorios de 9.9 puntos.


    El promedio de margen de partidos definitorios de Finales: 1-3 puntos -- 17 veces; 4-9 puntos -- 20; 10-19 puntos -- 21; 20+ puntos -- 4.

    -- ESPN Research

    Pero como se explicó a lo largo de los análisis de esta serie, así sucedió. Todo fue a pedir de Doc en defensa, con su política de doblajes sobre las figuras, el juego intenso en la pintura, las piernas ágiles en el perímetro.

    Rivers se convirtió con este título en el primer técnico debutante, desde el año 2000, en ganar el título de campeón. Tras tener una temporada 06-07 nefasta en que muchos pidieron su cabeza junto a la de Danny Ainge, Doc se levantó y demostró que tiene pasta de cosas importantes.

    Un acierto para destacar: la rotación defensiva contra Kobe Bryant. Ray Allen, James Posey y Paul Pierce se rotaron y no dejaron 'acomodarse' a la estrella de L.A ¿Resultado? Nunca se sintió cómodo sobre el parquet.

  • Rajon Rondo y el banco de los Celtics
    En primera instancia, como aclaré al comienzo de la nota, supuse que la profundidad del banco de los Lakers iba a ser vital en esta serie.

    Pero sucedió todo lo contrario. Los Celtics vieron el grato despertar de Rajon Rondo -en el último juego fue figura con 21 puntos, 6 robos y una dinámica extraordinaria- y la colaboración de baluartes como Leon Powe, Kendrick Perkins, P.J.Brown, Eddie House, Glen Davis, Sam Cassell... todos fueron partes importantes del monstruo campeón.

    Es que Boston supo transmitir una idea de juego inteligente que fue sostenida por todos sus jugadores. El esfuerzo colectivo se sobrepuso al talento individual. Una vez más.

  • De menor a mayor
    Es cierto que los Celtics habían sido el mejor equipo en la temporada regular. Pero también es cierto que patinaron frente a los Hawks y los Cavaliers, en los que necesitaron siete partidos para avanzar de ronda.

    El juego del equipo de Boston fue de menor a mayor: mejoraron notablemente en defensa ante los Pistons y terminaron de cerrar la historia con una exhibición sin pelota ante los Lakers.

    La paliza de los Celtics en el sexto juego de las Finales, que terminó con triunfo 131-92 ante los Lakers y que se cerró con 42 puntos en el último cuarto, marcó la primera vez que un equipo NBA marcó 130 puntos desde que los Lakers vencieron a los Celtics 141-122 en las Finales de 1987 en Los Angeles.

    No sólo eso: fue la victoria con mayor margen de la historia (39 puntos) en un partido en el que estaba en juego el título de campeonato -aclaro que aquí hablamos de partido definitorio, ya que en Finales la marca más importante la tienen los Bulls ante el Jazz en 1998, cuando el equipo de Chicago sacó una diferencia de 42 puntos- .

    Como franquicia, lo de los Celtics ha sido para aplaudir de pie. Tras la llegada de Kevin Garnett y Ray Allen, todo cambió en la ciudad de Boston. Hace un año, el equipo de Rivers terminó con un récord de 24-58 (.293); ahora, los Celtics se convirtieron en la primera franquicia de la NBA en ganar un campeonato con un récord previo debajo de un porcentaje de .450. No es poca cosa.

    EL DERROCHE DE ENERGÍA VERDE
    22 años tardaron los Celtics para volver a consagrarse campeones de la NBA.

    "Significa tanto debido a que son estos muchachos, los Havliceks, los Bill Russells, los Cousys", dijo Pierce.

    "Estos muchachos empezaron con estos carteles. No se rindieron ni aplicaron a otros carteles que los de campeonato. Y ahora, me siento parte de esto", sentenció el JMV de las Finales.

    La defensa intensa, el trabajo en equipo, el Big Three, el desempeño en el banco de Doc Rivers y la entereza en momentos fundamentales fueron los condimentos para que los Celtics pudieran volver a gritar campeón con el trofeo en alto.

    Un 17 de junio fue el día perfecto en el Banknorth Garden.

    Felicidades a todo Boston. El título es más que merecido.