KATSUURA -- La selección cubana femenina de judo está convencida de que no va a defraudar en los Juegos de Beijing y se marca como objetivo mantener el judo cubano en la elite, según dijo uno de sus entrenadores, Armando Jesús Padrón.
"Nos hemos preparado con bastante esmero y firmeza. No vamos a defraudar los resultados de las muchachas en las últimas cuatro olimpiadas", afirmó Padrón, que se encuentra con la selección entrenando en Katsuura (centro de Japón) desde la semana pasada.
El técnico destacó que el equipo, considerado una de las potencias mundiales de judo femenino, cuenta con dos atletas veteranas pero que la mayoría de las judocas se estrenarán en la selección.
Una de las veteranas es Driulis González, la única judoca en el mundo que junto a la japonesa Ryoko Tamura tiene cuatro medallas olímpicas, una de oro (Atlanta 1996), una de plata (Sydney 2000) y dos de bronce (Barcelona 1992 y Atenas 2004).
A pesar de sus éxitos, González, de 34 años, destacó que "hay varias figuras en el equipo con muchas posibilidades de estar en el podio". "Creo que estamos entre las mejores del mundo", opinó.
González, que compite en la categoría de 63 kilogramos, dijo que personalmente se siente bien y que luchará por una medalla, aunque destacó la calidad de rivales como Francia, Japón, China y "algunas figuras de América".
La guantanamera, que lleva desde los 90 en el equipo nacional cubano, cree que la ventaja del equipo cubano reside en su "preparación física fuerte" y en que "no tiene puntos flojos".
La otra veterana es la capitana de la selección, Yurisleidys Lupetey, campeona del mundo en 2001 y ganadora de una medalla de bronce en Atenas.
Sin embargo, la mayoría de las judocas del grupo, como Yelennis Castillo, participarán en Pekín por primera vez en unos Juegos Olímpicos. En el caso de esta cubana, se estrenará además en la categoría de 78 kilogramos.
"Me siento muy bien de estar en el equipo nacional, es lo que todo judoca quisiera lograr y también me hace ilusión llegar a ser campeona olímpica", declaró Castillo.
La deportista cubana consideró que los buenos resultados anteriores del equipo no son motivo de tranquilidad entre las judocas, que se sienten "presionadas" para mantener el nivel.
Castillo afirmó además que estar en Japón, la cuna del judo, "ayuda bastante" al equipo, en el que se respira un ambiente de unidad y todas se "llevan muy bien".
"Lo mejor es que nos gusta changanear y que somos muy fuertes", bromeó la olímpica mientras preparaba el almuerzo casero que compartiría en Katsuura, en Chiba (centro de Japón), con el resto de sus compañeras.
Las judocas están decididas a mantener a Cuba en la elite del judo femenino y, según Padrón, será posible gracias a "la disciplina, el empeño y el corazón que tienen las cubanas para defender los tributos antes una meta difícil".
Las cubanas viajarán a Pekín el próximo 5 de agosto, donde según Padrón quieren "alcanzar el mayor número de medallas que les permitan los rivales".