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La salvación vino desde Panamá

FILADELFIA -- Con dos swings de su bate, Carlos Ruiz ayudó a darle el triunfo a Filadelfia sobre Tamba Bay 5-4 en el tercer juego de la Serie Mundial.

El receptor panameño propulsó la primera y la última carrera del juego y de la victoria de Filadelfia, quien ahora toma una ventaja de 2-1 en el Clásico de Otoño sobre las Rayas.

La primera carrera la generó Ruiz con un jonrón solitario sobre la valla del jardín izquierdo.

"Gracias a Dios tuve un turno bueno, puse la bola en juego y conecté un cuadrangular", dijo Ruiz desde su casillero, después del juego.

Con el bambinazo, Ruiz se convirtió en el tercer panameño en la historia en conectar un cuadrangular en una Serie Mundial. Héctor López fue el primero cuando jugó con los Yankees en la Serie del 1961. Ben Oglivie fue el segundo cuando pegó un bambinazo en el Clásico de Otoño del 1982 con los Cerveceros.

"Me gustó el jonrón, pero el batazo que nos dio la victoria fue más importante. Ganamos y eso hace sentir a todos bien", comentó el nativo de Ciudad David.

La última tachada fue más complicada de crear que la primera. Con el juego empatado 4-4, en la parte baja de la novena, el primer bateador del inning, Eric Bruntlett, se embasó por medio de un pelotazo. El dirigente de Tamba Bay, Joe Maddon, escogió llenar las bases con dos boletos intencionales y colocó a su jardinero derecho en el cuadro para que su lanzador, Grant Balfour, se fuera mano a mano contra Ruiz.

Ruiz llevó el conteo a 2-2 y con un swing más largo del que utilizó para pegar su jonrón, bateó una rodada que apenas se alejó 30 pies del plato. El anteaslista de las Rayas Evan Longoria tuvo wue correr adelante para atrapar la bola y arrojarla al home antes de que Bruntlett anotara, pero no pudo. El sencillo de Ruiz dejó a los de Tampa Bay en el terreno con la derrota.

Para Ruiz su sencillo fue reivindicativo ya que Tampa Bay anotó la carrera del empate en la octava entrada con la ayuda de un error suyo en un tiro que hizo a la antesala tratando de liquidar a BJ Upton quien se había robado la tercera base. El tiro de Ruiz picó en el suelo, en frente de la almohadilla, y terminó en territorio foul entre las gradas y la tercera base.

La pifia no le arruinó la concentración a Ruiz cuando tomó su turno al bate en la novena. "No fue difícil hacerlo. Eso (el error) es parte del partido. Son cosas que uno tiene que superar. Gracias a Dios sucedió lo bueno y tuve la oportunidad de pegar el imparable para ganar el juego. Eso es lo importante ahora. No traté de llevar eso al plato", comentó Ruiz.

"Fue tremendo momento. Le da tranquilidad a uno".

Ruiz también se lucio como el Sancho Panza de Jamie Moyer. El abridor de 46 años de edad quien perdió sus dos salidas anteriores de la postemporada entró al juego con la quijotesca tarea de amarrarle los aguijones de las Rayas en el pequeño tanque que es el parque de Filadelfia.

Moyer logró hacerlo. Este permitió sólo tres carreras y cinco imparables en 6.1 entradas de trabajo. Moyer ponchó a cinco. Entre dichas abanicadas, Moyer ponchó dos veces al mesero Akinori Iwamura y al cuarto bate Evan Longoria.

"Jamie Moyer tuvo tremenda noche. Atacó la zona de strikes bastante bien y temprano. Seguimos una secuencia bien rápida. Trabajamos bastante rápido y nos dio resultados", finalizó Ruiz.