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El Barça se estrella contra una pared

MADRID -- Empate a cero, como no podía ser de otra manera viendo el planteamiento de ambos equipos. Uno, el Barcelona, buscó la portería rival. El otro, el Chelsea, dedicó su ingente esfuerzo a guardar la suya. Así las cosas, quedaba claro que los ingleses llegaban al Camp Nou con un solo objetivo: no encajar goles. Para ello sacrificaron el balón y el fútbol ofensivo. No les importaba, la vuelta se jugará en su terreno y ahí esperan dar el golpe de gracia al que hasta entonces era el gran favorito para ganar la competición, el Barcelona de Pep Guardiola. Con este resultado, los ingleses son los favoritos.

Guus Hiddink, que se las sabe todas, tenía bien estudiado a su rival y su pizarra se plasmó a la perfección sobre el campo. Tres perros de presa sobre los tres jugadores que mueven el balón en el conjunto azulgrana. Obi Mikel, Essien y Bosingwa desactivaron a Xavi, Iniesta y Messi, que se vieron incapaces de superar el entramado defensivo de los ingleses. Además, Lampard y Ballack, dos jugadores de buen trato del balón, también se sacrificaron para ayudar a su equipo.

Con ese planteamiento al Barcelona sólo le quedaba mover el balón y buscar los mínimos espacios que dejaban sus rivales. Messi lo intentó en el inicio, pero poco a poco se fue esfumando hasta convertirse en una sombra de sí mismo, apagado como pocas veces. El argentino completó uno de los peores partidos de la temporada, aunque todavía podrá resarcirse en Stamford Bridge, donde ya le conocen de otros enfrentamientos. Que se lo digan al ahora valencianista Del Horno, que acabó desquiciado hace unas temporadas por las diabluras del diez azulgrana.

Paradójicamente, la mejor ocasión de la primera parte la tuvo el Chelsea en las botas de Didier Drogba. El marfileño se encontró con un regalo de Márquez y se plantó delante de Valdés, que salvó a su equipo con dos buenas intervenciones consecutivas. El mejicano no tuvo su día y en la segunda parte cayó lesionado. Tiene roto el menisco y será baja lo que resta de temporada, lo que supone un grave contratiempo para Guardiola, que valora mucho su salida del balón. Para colmo, en Stamford Bridge tampoco podrá contar con el capitán Carles Puyol, que vio una tarjeta amarilla y cumple ciclo.

En la segunda mitad los ingleses siguieron con la misma tónica. Defensa y a esperar que Drogba sacase petróleo de algún balón suelto. Y eso es lo que estuvo a punto de conseguir Samuel Eto'o mediada la segunda parte. El camerunés, pleno de potencia y velocidad se zafó de Terry y midiò sus fuerzas con Alex, al que superó para plantarse ante Peter Cech. El checo, todo un seguro de vida, desactivó la mejor ocasión de los azulgrana.

Al final del encuentro se vio más cansado al Chelsea, que concedió dos claras ocasiones que hubiesen cambiado la eliminatoria. La primera la tuvo Bojan, que incomprensiblemente sustituyó a Eto'o a falta de diez minutos. El joven delantero español remató de cabeza un centro desde la derecha. La particularidad es que estaba solo, sin portero y a dos metros de la portería. Cierto es que el balón venía fuerte, pero en las semifinales de la Champions no se pueden perdonar ocasiones como esa. Luego la tuvo Hleb, que no pudo batir en el mano a mano a Cech. El bielorruso volvió a demostrar que no sabe meter goles, asunto grave si juegas en posición ofensiva en un grande.

Para el partido de vuelta se espera que el Chelsea cambie su planteamiento, que sea más ofensivo y atrevido. Tendrán que buscar el gol ante su público y eso abrirá unos espacios que deben aprovechar los Iniesta, Messi y compañía. Aunque será primordial que el Barcelona no encaje primero, ya que de ser así se volvería al planteamiento del Camp Nou. Y ya sabemos cómo se las gastan los chicos de Hiddink cuando se ponen a defender. Desde luego, promete ser un partido apasionante que valdrá un pase para la gran final de Roma.