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Lakers pagan caro por su inconsistencia

Kobe Bryant dio indicios de frustración ante la inconsistencia de su equipo el jueves AP

Los Lakers de Los Ángeles pueden ser considerados como el equipo más talentoso de los cuatro que continúan con vida en la postemporada de la NBA. Con jugadores como Kobe Bryant, Pau Gasol y Lamar Odom cuentan con el tan importante elemento de jugadores estrellas. Con Andrew Bynum y Trevor Ariza en la línea frontal, junto a Odom y Gasol, tienen estatura, capacidad atlética y longitud. Jugadores como Derek Fisher, Luke Walton, Bryant, Odom y Gasol poseen la experiencia y el coeficiente intelectual para dominar el aspecto mental del juego.

Todo ese talento se hizo justicia durante la temporada regular y los Lakers consiguieron dominar la Conferencia del Oeste una vez más, al tiempo que terminaban con el segundo mejor registro de toda la liga, solamente superados por los Cleveland Cavaliers. Con ese dominio desde prácticamente el inicio de campaña de los equipos de Kobe y LeBron James, son muchos en las oficinas de la liga y en las cadenas televisivas los que prevén y sueñan con una Final en la que se enfrenten los dos jugadores que hoy por hoy son ampliamente considerados como los mejores de todo el planeta.

Los Cavaliers han hecho su parte para tratar de cumplir con ese libreto. Si bien es cierto que fueron sorprendidos en el primer partido de su Final de la Conferencia del Este por el Orlando Magic, no es menos cierto que, antes de ese juego, habían sido el equipo más dominante de la postemporada; ganando sus ocho partidos disputados y todos por diferencias mayores de 10 puntos. Aunque perdieron la ventaja de cancha local con esa primera derrota en casa frente al Magic, la opinión generalizada es que tienen suficiente material y juegan con la suficiente intensidad y cohesión como para ser capaces de superar este escollo momentáneo y terminar imponiéndose a sus rivales a la larga.

Con los Lakers no se puede estar tan seguro. Si algo ha caracterizado a este equipo de Los Ángeles en estos "playoffs" ha sido la inconsistencia. Aún en la primera serie con Utah, en la que dominaron en cinco partidos, la tendencia del equipo dorado y púrpura ha sido no jugar con la misma intensidad y enfoque en cada partido, e incluso comenzar dominando a su rival de turno en un juego para ver como su ventaja se desvanece según se van sintiendo cómodos y van dejando de ejecutar las acciones que le dieron la ventaja en un principio.

Esta tendencia no fue tan preocupante contra el Jazz, pues ese rival no tenia argumentos suficientes para presentarles una real oposición (aunque algunos quisquillosos opinan que LA debió haberse impuesto por barrida y ni siquiera perder ese único encuentro); pero sí les costó en su serie de segunda ronda frente a los Houston Rockets, pues les obligó a extenderse a 7 encuentros para dominar a un rival que no contaba con sus dos mejores jugadores debido a lesiones (Tracy McGrady y Yao Ming) y que se quedó sin centro en el medio de la serie; pues además de perder a Yao también sufrió la baja por lesión del pívot sustituto Dikembe Mutombo.

La sorpresa de perder el primer partido en casa contra los Rockets fue subsanada momentáneamente con dos victorias consecutivas que le devolvieron la ventaja de localía. Además, en ese tercer partido en Houston fue que Yao sufrió la fractura en uno de sus pies que le inhabilitaría para el resto de la postemporada. Era de suponer que los Rockets no ganarían un partido más y que Los Ángeles avanzaría sin problemas a la Final de Conferencia. El problema fue que los Lakers también se creyeron este pronóstico y no se presentaron a jugar con la misma intensidad a los partidos 4to y 6to de la serie. Gracias a que sí pusieron todos sus esfuerzos en dominar los partidos 5to y 7mo en casa, pudieron avanzar, pero extendiendo la serie de forma innecesaria y teniendo que emplear mucha más energía física y mental de la anticipada.

Ahora, ese expendio de energía y esa tendencia a jugar de manera inconsistente les puede terminar pasando factura. Los Denver Nuggets no son un equipo que tenga mucho que envidiarle a los Lakers en términos de talento. Además, es un equipo muy difícil de vencer en su domicilio (no han perdido en el Pepsi Center en toda la postemporada entrando a esta serie con Los Ángeles) y, luego de quitarle la ventaja de cancha local a los Lakers con su victoria en el segundo partido en el Staples Center, los Nuggets sólo necesitan ganar todos sus partidos en casa para llevarse la serie antes de que llegue a un 7mo encuentro.

L.A. se encuentra en serios aprietos que ellos mismos se han buscado. Luego de venir de atrás para lograr la victoria en el primer encuentro por apenas dos puntos, los Lakers dominaban la primera mitad del segundo partido a gusto y gana; llegando a sacar hasta 14 puntos de ventaja. Todavía faltando menos de 4 minutos para el descanso, tenían ventaja de 13 puntos. Fue aquí que comenzaron las imprecisiones en ofensiva y la falta de enfoque en defensiva que, a la larga les terminó costando el partido. Denver cerro el parcial con un avance de 14 a 2 que les dejó con diferencia mínima y les llevó al descanso con una mentalidad totalmente distinta.

La buena defensiva sobre Kobe en la segunda parte, las contribuciones ofensivas de Carmelo Anthony y Chauncey Billups y el lograr emparejar la batalla en los rebotes fueron los factores clave para que Denver lograra el triunfo por tres puntos. También lo fueron la desaparición de la ofensiva interior de parte de los Lakers en la segunda parte, lo mal que lanzaron de la línea de libres en el último cuarto y que los tiradores como Fisher, Sasha Vujacic y Walton siguen divorciados del aro en la postemporada; lo que pone todavía más presión sobre los hombros de Kobe.

Ahora toca a los Lakers reaccionar y tratar de ganar uno de los próximos dos partidos en Denver para recuperar la localía y quitarle la confianza a los Nuggets que ellos mismos les concedieron. Después de todo, el equipo de Denver tiene razones para pensar que el afortunado fue Los Ángeles y que ellos debieron haber viajado a casa con la serie 2 a 0 a su favor.

Peligra la esperada gran Final entre los Kobe-Lakers y los LeBron-Cavs y tiembla la alta jefatura de la liga.