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Una marca en una victoria resonante

ROMA -- El nadador alemán Paul Biedermann ganó este martes la partida al estadounidense Michael Phelps en la final de los 200 metros libre del Mundial de Natación de Roma 2009, en el que el de Baltimore no ha terminado aún de despegar, a pesar de que cuenta ya con dos metales en su medallero particular.

El ocho veces campeón olímpico en Beijing 2008 y seis en Atenas 2004 se ha mantenido hasta el momento en un discreto segundo plano en un Mundial en el que la tónica general son los récords del mundo batidos: este martes en total se han roto cuatro plusmarcas mundiales.

De hecho, Phelps se clasificó este lunes con el tercer mejor tiempo para una final de 200 metros libre en la que hasta este martes poseía el récord del mundo y en la que partía como máximo favorito. Eso, hasta que llegó la hora de batirse el cobre sobre las piscinas del Foro Itálico de Roma y salió a escena Biedermann.

El alemán llegaba de batir el récord del mundo en la final de 400 metros libre y de hacerse con el oro, con su hinchada animando a pleno pulmón en Roma y con uno de esos bañadores de última generación, mientras que Phelps había decidido apostar por el mismo tipo de "lazer" de Speedo con el que competió en Beijing.

Y, nunca mejor que en Roma, Biedermann vino, nadó y venció con un tiempo de 1 minuto y 42 segundos, frente a 1 minuto 43 segundos y 22 centésimas del estadounidense, que suma así la plata al oro logrado junto a sus compañeros en los relevos 4 por 100 metros libre del pasado domingo.

Biedermann no sólo dejó por detrás a Phelps, sino que además pulverizó su récord del mundo, el alcanzado por el estadounidense en los 200 metros libre en los Juegos Olímpicos de Beijing hace ahora casi un año, el pasado 12 de agosto, al registrar una marca de 1 minuto 42 segundos y 96 centésimas.

El tercero en la final, en un puesto más discreto ante la rivalidad entre alemán y estadounidense, pero no menos importante, quedó el ruso Danila Izotov, quien fue medalla de bronce con un tiempo de 1 minuto 43 segundos y 90 centésimas.

Poco después de la plata, Phelps, quien salió a las piscinas del Foro Itálico de Roma con sus habituales cascos con música para aislarse del público, no fue capaz de dar un golpe sobre la mesa y pasó en segunda posición a la final de este miércoles de los 200 metros mariposa, en la que quedó primero el japonés Takeshi Matsuda.

En esta tercera jornada de natación, además del récord logrado por Biedermann en la final, también se batieron otras tres plusmarcas, entre ellas, la de la italiana Federica Pellegrini, toda una heroína nacional que este martes se superó a sí misma, su propia plusmarca, en la semifinal de los 200 metros libre con un tiempo de 1 minuto 53 segundos y 67 centésimas.

La italiana ya batió su propio récord del mundo en 400 metros libre el pasado domingo, al registrar un tiempo de 3 minutos 59 segundos y 15 centésimas en la final de la categoría y llevarse un metal, el oro, para el que es máxima favorita también en los 200 metros libre.

Más récords del mundo: el de la nadadora británica Gemma Spofforth en los 100 metros espalda en la final de la categoría con un tiempo de 58 segundos y 12 centésimas, o el del surafricano Cameron Van der Burgh en 50 metros braza en una de las semifinales de la categoría, al marcar 26 segundos y 74 centésimas.

Además de la final de los 200 metros libre masculina, protagonizada por Biedermann y Phelps, en el Foro Itálico de Roma se libraron hoy otras batallas por los metales, entre ellas, la de 100 metros espalda, en la que Spofforth batió el récord del mundo y la rusa Anastasia Zueva y la australiana Emily Seebohm fueron segunda y tercera, respectivamente.

Final también de 1.500 metros libre: oro para la italiana Alessia Filippi, plata para la danesa Lotte Friis y bronce para la rumana Camelia Alina Potec, en una carrera en la que la española Erika Villaécija fue quinta y batió el récord de España de la modalidad.

El español Aschwin Wildeboer le dio la novena medalla a España, un bronce, en la final de 100 metros espalda, en la que oro fue el japonés Junya Koga y plata fue el alemán Helge Meeuw.

La última final de este martes fue la de 100 metros braza femenina, en la que ganó la rusa Yuliya Efimova, oro, y tras la que quedaron la estadounidense Rebecca Soni, plata, y su compatriota Kasey Carlson, bronce.