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Es un trabajo sucio

Esta historia aparece en la edición del 21 de septiembre de la revista ESPN The Magazine (en inglés)

Las heridas están frescas y también las memorias.

Desde las esquinas internas de los codos de Shane Victorino, abajo de sus antebrazos, una capa de piel se ha quemado, dejando una película pegajosa entre rosa y amarilla que quema, incluso con sólo verla. "Esto es lo que ganas cuando te deslizas de cabeza", dice el hawaiano, levantando sus brazos. "No sanará esta temporada".

Pero más doloroso es que dos de sus recientes deslizadas resultaron en ser puesto fuera en par de ocasiones. "En la primera llegué quieto", dice. "Fue una mala decisión, pero comencé a deslizarme muy temprano e hizo la jugada más cerrada de lo que debió ser. En la segunda, me fui de más y me pasé de la almohadilla".

A mediados de julio, mientras los Filis visitaban a los Marlins, Victorino y el entrenador-guru de corredores de base Davey Lopes pasaron cierto tiempo antes del partido trabajando en la técnica. Y al decir "trabajar", el jardinero central de 28 años no quiere decir que estaba deslizándose.

"No estamos hablando de práctica", dice, sonando más como cierto armador de la NBA acostumbrado a ganarse la vida en Filadelfia. En vez de ello, Victorino y Lopes caminaron el diamante en el Land Shark Stadium y hablaron acerca del sitio donde el deslizamiento debería de empezar. Como Victorino dice, "deslizarse no es algo que practicas más que chocar contra una pared".

Victorino decide solamente en el último segundo posible si se lanza con la cabeza o los pies adelante. Si es una jugada muy cerrada, usualmente se tira de clavado. Lopes, quien robó 557 bases en 16 años de carrera y posee el 11mo. mejor promedio de éxito de todos los tiempos (83 por ciento), sólo menea la cabeza al decir "no soy experto en deslizarme con la cabeza por delante. He hecho un tipo de deslizamiento en toda mi carrera, con los pies primero, directo a la almohadilla. Puedo hablar de cómo deslizarse, pero al final es instintivo".

Entonces, ¿no existe el arte de deslizarse? "Si hay un arte para ello", dice Lopes, "es un arte perdido".

Ahora, si piensa que estamos a punto de entrar en esas discusiones de "Cómo solía ser el juego de bueno antes", olvídelo. A donde nos dirigimos es a una examinación de algo que ha sido parte del béisbol desde 1857 (hasta donde podemos saber) y todavía queda de algún modo un gran acertijo. La mayoría de los ligamayoristas no piensan mucho en deslizarse, tal vez porque no hay estadísticas. La métrica más cercana podría ser el Equivalente a Carreras por Bases Corridas de los Prospectos del Béisbol (EqBRR), por sus siglas en inglés, el cual mide las carreras sumadas sobre el promedio basado en varios factores (incluyendo el avance en bases robadas, imparables, lanzamientos descontrolados, etc.). La brecha entre los mejores y los peores equipos es de unas 35 carreras durante el curso de una temporada, o como unos tres o cuatro triunfos, lo cual puede significar la diferencia entre alcanzar la posttemporada y no llegar.

Los Filis fueron el segundo mejor equipo en corrido de bases en las mayores la temporada pasada, según la estadística previamente mencionada. ¿Pero acaso eso implica que los campeones del mundo tengan los mejores deslizadores? Es difícil de decir. De hecho, parece que no hay respuestas fáciles cuando se redice a este tema. ¿El deslizarse es un tema de agresividad o de carácter esquivo? Puede ser cualquiera o los dos. ¿Es una manera de evitar lesiones, o una lesión en cada oportunidad? Otra vez, puede ser cualquiera de las dos.

¿Es mejor entrar de cabeza o de pies? Depende de a quien le pregunten. Carl Crawford de Tampa Bay prefiere entrar de pies; Brian Roberts de Baltimore dice que prefiere entrar de cabeza. Y si le preguntan a Victorino o a su compañero de equipo Jimmy Rollins, la respuesta es 'Todo depende'.

Si hay algo que es totalmente cierto acerca del sliding: Durante el mes de septiembre y la postemporada, los partidos serán ganados y perdidos en el espacio de segundo que le lleve a un jugador chocar contra la tierra. Miremos unos meses atrás, cuando Jacoby Ellsbury de Boston logró un robo perfecto del plato contra los Yankees con una decisión instintiva de lanzarse de cabeza, al lado interno del diamante, para evitar que Jorge Posada lo tocara a tiempo. Miremos dos años atrás, cuando Matt Holliday se tiró al lado trasero del plato, para darle a los Rockies una victoria contra los Padres en un juego de desempate.También podrán recordar a Jeremy Giambi de Oakland llegando al plato de pie en la famosa jugada de mano al revés de Derek Jeter en la Serie Divisional de la Liga Americana en el 2001 y Posada tocándolo s en la parte trasera de su pantorrilla. ¿Hubiera Giambi estado a salvo si se hubiera deslizado? ¿De pies o de cabeza? Es difícil saberlo.

Cuando el polvo y las piernas vuelan por todas partes, también es difícil establecer quien está a salvo y quien está fuera, aún para un árbitro entrenado para establecer la mejor llamada de la jugada. En la jugada de Holliday, las repeticiones mostraron que él nunca pisó el plato. "Uno puede terminar siendo bloqueado por el cuerpo del jugador que se desliza y quizás no puedas ver la jugada bien," dijo Jim Evans, quien fue árbitro de Grandes Ligas por 28 años y ahora maneja una academia de árbitros. "Uno no quiere que nada se interponga entre tu y el guante del defensor en una jugada cerrada. La clave para ser un buen árbitro es la habilidad de ajustarse a las jugadas cerradas."

Pero aunque los deslizamientos le den dolores de cabeza a los árbitros, principalmente originó como una manera para que los jugadores no sobrejueguen las bases. La primera mención de una 'zambullida' fue en 1857, aunque algunas fuentes dicen que el primer deslizamiento sucedió en un partido el 29 de julio de 1865. Eddie Cuthbert, un miembro del Keystone Club de Filadelfia, 'sorprendió a los espectadores intentando robar la segunda base al deslizarse de cabeza para llegar a base. Su primer intento fue exitoso, pero en el segundo intento fue atrapado en medio del acto y fue retirado".

Para el cambio de siglo, los deslizamientos no sólo habían llegado para quedarse sino que eran algo que se practicaba (¿Entendiste eso, Victorino?). En 1913, el mánager de los Cachorros Johnny Evers utilizó un pit de arena para reducir el riesgo de lesiones. El legendario ejecutivo de béisbol Branch Rickey también era un defensor del pit. Los jugadores trabajaban en una variedad de estilos: deslizamientos en gancho, donde el corredor evitaría el toque del defensor y llegaría a base con su pie trasero; el deslizamiento de tijera, donde el corredor volaba una pierna para intentar desalojar la pelota del guante del jardinero; y deslizamientos de resorte, donde el corredor se desliza y luego utiliza la base para seguir corriendo en caso de un mal tiro. Ty Cobb, quien se deslizaba de cabeza en las menores, cambió al deslizamiento con los pies por delante para prevenir que los defensores bloquearan la base. Sin duda esto contribuyó a que su reputación como jugador sucio fuera alimentada.

"Los equipos aún practican los deslizamientos en los entrenamientos de primavera", dice el mánager de los Rays, Joe Maddon. "De todas maneras el entrenamiento en parte es para intentar prevenir lesiones que el deslizarse puede causar". Algunos equipos tienen jugadores que cargan sus zapatillas o sus pelotas para enseñarles a mantener sus manos y sus muñecas lejos del terreno. Por eso es que uno ve a jugadores con guantillas de bateo o ensuciandose las manos con tierra cuando están en las bases. "Probablemente no trabajamos tanto en el deslizamiento como deberíamos, porque algunos jugadores son simplemente malos," dijo Maddon. "Supongo que la razón por la que no practicamos mucho eso es por el miedo de que alguien salga lastimado."

Lou Brock, segundo en la lista de bases robadas de todos los tiempos (938) y a quien le gustaba deslizarse con los pies por delante, dice que le tomó mucho tiempo dejar de preocuparse acerca de llegar a la base de la manera equivocada. Durante los días de Luis Castillo como robador élite de bases con los Marlins, se deslizaba diez veces en una bolsa de plástico antes de cada partido para superar su ansiedad. "Uno de sus parientes en la República Dominicana se había lesionado deslizándose en una base, y Luis tenía problemas para eliminar ese pensamiento de su cabeza", dice el entrenador de primera base de los Reales, Rusty Kuntz, quien solía ser instructor de corrido de bases de los Marlins. "Así que por cuatro años, yo sacaba la bolsa antes de cada partido para que se deslizara para mí. Traté de ser bien específico con él."

El deslizarse con los pies por delante es enseñado con una pierna debajo de la otra en una figura 4. "Uno quiere que los dos cachetes toquen la tierra", dice Kuntz. "Y la clave es que el dedo gordo de tu pie hábil tiene que estar apuntando hacia fuera". Pero reconoce que en el momento del juego, un deslizamiento es puramente instintivo.

Crawford, quien ha ganado cuatro de las últimas seis coronas de la Liga Americana de robadas de bases, entra a las bases con los pies primero casi el 100 por ciento de las veces pero de su costado izquierdo. "No me deslizo de la manera que me enseñaron en la liga instruccional, con la pierna debajo y las manos arriba", dice. "Intenté hacerlo, pero es algo en lo que tienes que pensar, y no hay tiempo para pensar. Con lo que mi mano se arrastra por la tierra. Todo se reduce a llegar a la base. Yo le doy de lleno a la base con toda la fuerza". A Lopes le encanta el estilo de Crawford. "¿Que defensor va a bloquear la base cuando un tipo viene a toda velocidad, y se desliza con los pies por delante?" dijo. "Uno va de cabeza, y el defensor salta buscando la pelota y viene bajando con los clavos de la zapatillas hacia tu mano, sabes que vas a terminar en la lista de lesionados."

Claro está, Pete Rose nunca se preocupó por eso cuando estaba volando por el aire, y cuando Rickey Henderson se deslizaba de cabeza en camino a Cooperstown. En sus mejores días, Henderson le dijo a Peter Gammons, 'Algún día me gustaría olvidarme de robar bases y poder batear. Dejar descansar a mis muñecas, hombros y rodillas por un año, y creo que podría batear .330, .340, con 30, quizás 35 jonrones. Pero la gente espera que Rickey Henderson salga a robar bases."

Hoy, uno de los mejores que se desliza de cabeza es Roberts. El hijo del ex entrenador de Carolina del Norte Mike Roberts, Brian perfeccionó su técnica en la playa. Mike le enseñó a Brian a deslizarse a la parte de afuera de la base lo más rápido posible. Brian toma la base con su mano izquierda mientras su cabeza y sus hombros se pasan de la base. Es un deslizamiento que Mike, con 59 años de edad, le enseña a su equipo de Cotuit Kettleers de la Cape Cod Baseball League a comienzos de cada verano.

"Si yo puedo hacerlo ellos también"; dice el entrenador Roberts.

De regreso en el camerino de los Filis, el campocorto veterano Rollins no está tan seguro. "Cuando eres un niño practicas el deslizarte todo el tiempo en el jardín. Pero a esta altura es demasiado para cargar sobre tu cuerpo. Creo que es algo que se aprende de ver al resto. Ir con los pies delante probablemente sea más seguro pero entrar de cabeza te permite elegir el camino interior o exterior de la base, lo que puede ayudarte a evitar el toque del defensor".

Lo que nos trae de vuelta a Victorino, quien dice, 'Las lesiones en mi rodilla son parte de mi trabajo'. Y con eso, Victorino levanta sus brazos y nos muestra su última serie de lesiones.