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Un amor correspondido

MONTERREY -- Y después de tres años, Monterrey otra vez.

La Sultana del Norte amaneció el sábado con novedad: los Suns de Phoenix y los 76ers de Philadelphia ya estaba durmiendo en esta ciudad, apróximadamente a 700 kilómetros al norte de la capital, apenas a unos cuantos kilómetros de la frontera estadounidense.

Cuando clareó la mañana del sábado, unas horas después de haber jugado entre sí en el US Airways Center de Phoenix, en Arizona, con triunfo para Phoenix por 115-113 los equipos llegaron a esta ciudad en donde les esperaba un largo fin de semana de entrenamiento y una clínica de basquetbol para niños, además, claro, del juego de pretemporada de la NBA número 18 en México.

Son Phoenix Suns y Philadelphia 76ers los que esta vez le hacen los honores a Monterrey y la ciudad les corresponde. Si en el 2006 la ciudad se volcó en una Arena llena para ver a Golden State Warriors derrotar a Denver Nuggets, el 2009 no será la excepción, sobre todo porque la capital de Nuevo León es una de las dos ciudades del mundo en donde se jugará un partido de pretemporada de NBA este mes de octubre. La otra es Londres, con el enfrentamiento entre Chicago Bulls y Jazz de Utah.

A LA NBA LE IMPORTA

No todo es basquetbol. Antes de pisar la Arena Monterrey el domingo, porristas, mascotas y jugadores de Suns y 76ers se dieron a la tarea de cumplir actividades del calendario del proyecto comunitario NBA Cares durante el sábado, visitando pacientes del área de pediatría del Hospital Universitario, apoyando una campaña de reforestación y conduciendo una clínica de baloncesto para niños de Olimpiadas Especiales.

Estrellas como Grant Hill, Earl Clark, Goran Dragic y Steve Nash, de Suns, y Elton Brand, Andre Iguodala, Rodney Carney, de los Sixers, se convirtieron en los profesores gigantes de los pequeños atletas de Olimpiadas Especiales en la duela del Instituto Irlandés, que también se convirtió en el centro de entrenamiento previo al juego del domingo.

NO ES SÓLO SHOW
Suns y 76ers se están tomando muy en serio el viaje a Monterrey, igual que Monterrey se toma muy en serio ser anfitriones de la NBA. Mientras que Eddie Jordan, entrenador de los 76ers, se entusiasma encontrando fanáticos regios del equipo de Philadelphia a cada paso que da en la ciudad, el entrenador de Suns, Alvun Gentry, dijo a los medios que el juego del domingo no es "solamente un espectáculo para los aficionados que se den cita en la
Arena Monterrey", pues con este encuentro, explicó, podrá observar la ofensiva y el
funcionamiento de los jugadores de cara a la temporada regular, que comienza el próximo noviembre. Así que, entonces, no sólo se trata de dar un show.

Pero Monterrey sí quiere el show: Más de 17 mil regios estarán presentes en la Arena, que tiene prácticamente vendido el total del boletaje y para la víspera del partido sólo tiene algunos asientos disponibles cerca de la cancha con un precio de alrededor de 150 dólares, el más alto. Los que no quisieron gastar tanto desembolsaron, por lo menos, 350 pesos, 26 dólares, por un asiento alejado de la duela.

UN PAÍS DENTRO DE OTRO
México se caracteriza por ser un territorio futbolero, con una liga en la que un puñado de equipos se reparte la afición... excepto en Monterrey. Si en casi todo el país la afición del soccer sólo tiene ojos para el América, Guadalajara, Pumas y Cruz Azul, en Monterrey sólo hay hinchas de los locales: Tigres y Rayados, que cada fin de semana llenan los estadios Universitario y Tecnológico, respectivamente.

Pero este fin de semana un nuevo grupo de aficionados se gana su espacio. Sí, jugaron el sábado los Rayados como locales y perdieron, pero los regios ya tienen planeado olvidar esa derrota volteando hacia el basquetbol. Suns y 76ers lo valen.

Promociones en los medios, anuncios espectaculares, pláticas en la calle... este fin de semana todo gira alrededor del basquetbol en esta ciudad, considerada la tercera en población y la segunda en la capacidad industrial y económica en el país.

Los que no compraron un boleto para la Arena quizá pudieron ganar una entrada en alguna estación de radio, pero hasta los concursos y sorteos que regalaron asientos para el juego estuvieron limitados, no pudieron regalar tanto como en los partidos de fútbol. Esto quiere decir que la mayor parte de la gente que estará en los 17,600 asientos de la Arena estarán con boleto pagado.

¿Cómo podrían perderse el juego? Suns y 76ers terminaron segundos de sus divisiones en la temporada pasada, la del Pacífico y la del Atlántico, respectivamente, aunque Phoenix terminó un poco mejor que Philadelphia. Además, Suns viajó con Steve Nash; 76ers, con Lou Williams. Suns trajo también a Jason Richardson; 76ers a Andrea Iguodala. Finalmente, Suns jugará con Grant Hill; 76ers con Thaddeus Young...

Pero al que todos quieren ver, tanto los seguidores de Suns como de 76ers es al brasileño Leandro Barbosa, el guardia de Phoenix, quien en su séptima temporada en la NBA busca ser la estrella del equipo.

¿Quién ganará? Yo no puedo tener favoritos, así que no diré a quien le voy, aunque Streets of Philadelphia sea precisamente una de mis canciones favoritas. Hasta el domingo.