BUENOS AIRES -- Quizás hoy no esté jugando en el mismo nivel que exhibió en su sorpresiva vuelta al fútbol. Sin embargo, por haber mamado desde chico todo lo que significa el mundo River, es de los pocos que interpreta a la perfección la forma en que debe jugar hoy todo aquel que integra el plantel Millonario.
Matías Almeyda tiene claro que la historia pasa por virtud más sacrificio, y que la entrega, ante la seguidilla de malos resultados, debe ser colocada en lo más alto del podio. No se puede escatimar esfuerzo. Quien entra al campo debe abandonarlo exhausto, con la tranquilidad de haberlo dejado todo.
En este preocupante presente del conjunto que conduce Leonardo Astrada, el Pelado dio la cara y, tras la derrota con Argentinos, hizo una perfecta radiografía del momento de River: "Todos estamos tristes, dolidos, ya venimos mal del clásico, donde pensábamos que se iba a dar de otra manera. Contra Argentinos empezamos el partido con otra actitud, pero salimos derrotados nuevamente. Dejamos todo en la cancha y no pudimos llegar al empate. Creo que la actitud y el sacrificio son para destacar. Después, obviamente, se habla por los resultados y éstos no son positivos, entonces a nosotros no nos queda otra que luchar y salir a flote".
-- ¿Comprenden los insultos y silbidos de la gente?
-- Claro que sí, ellos quieren triunfos, están acostumbrados a ver a un River ganador. Todos venimos de un River ganador y hoy nos tenemos que acostumbrar a un equipo que tiene que luchar, que el próximo campeonato arrancará de otra manera. Pero no queda otra que poner el pecho y salir adelante.
-- ¿Ustedes observan lo complicados que estarán en el campeonato próximo?
-- Por supuesto, los jugadores no somos tontos, razonamos, pensamos, tenemos sentimientos, y los que sentimos esta camiseta nos damos cuenta de que el momento en el cual nos encontramos y el que empezará a River el semestre que viene será complicado. Pero no queda otra que ir para adelante, ser inteligentes y dejar el alma por la camiseta y por el orgullo de cada jugador.
-- Da la sensación de que todo les costará más teniendo un plantel con tantos chicos.
-- Es una lástima por ellos, porque son buenos jugadores, buenas personas, buenos profesionales... Lamentablemente tienen que poner el pecho a este momento. Pero ojo, porque tienen mucho temperamento. Lo que sucede es que en otra época el pecho lo metían los grandes y a los pibes se los protegía. Hoy, por necesidad o por malas cosas que se han hecho acá, son ellos los que tienen que dar la cara. Pero bueno, esto es fútbol, debemos seguir adelante, no nos podemos quedar, hay que seguir y dejar todo.
-- ¿Sentís que hay cosas que vienen de arrastre?
-- No quiero que se tome como un justificativo, pero creo que es así. Sin lugar a dudas que hay mucho de eso. Que no se hable es otra cosa. Ver la concentración con las mismas frazadas que en el año '90, da que pensar…pero quiero remarcar que no es un justificativo ni que me agarro de eso. Sólo digo que hay un millón de cosas que en River han cambiado y hoy día me duele que nuestros jóvenes tengan que poner el pecho en un momento difícil.
-- Sobre el final del partido se te vio agachado, fatigado, mirando fijamente lo que sucedía...
-- Uno trata de dejar todo, al igual que mis compañeros. Hubo muchachos que jugaron casi lesionados. Por ejemplo, Díaz (Mauro) tenía el tobillo muy mal e igual quiso poner el pecho. Como dije, esto es fútbol, se basa en resultados, se habla con el diario del otro día, entonces el sacrificio no cuenta. Somos conscientes del momento, entendemos la rabia del hincha porque nosotros también la tenemos, vamos a tener que lucharla.
-- ¿La ves complicada para salir?
-- No, yo me tengo fe, el que la ve difícil tiene que irse. Acá hay que dejar todo por el amor a la camiseta, por respeto a la gente y por el respeto que nos tenemos todos adentro del vestuario. Somos un grupo unido y eso nos dará fuerza para salir del mal momento.
-- ¿Una de las lecturas que puede hacerse es que están fallando en las dos áreas?
-- No sé si en las dos áreas, creo que no se nos está dando el gol que es diferente.
-- Astrada es un conocedor de lo que es este club y, sin embargo, después del partido se lo observó muy dolido. ¿Cuál es la visión que tienen ustedes?
-- Leo está con fuerza, tiene el respeto y el apoyo de todo el grupo. Cuando uno ve que las cosas se hacen mal entonces sí puede caer sobre el técnico, el preparador físico, la dirigencia o los jugadores, pero acá las cosas se están haciendo bien. Lo que pasa es que mientras no hagamos goles no se puede decir nada. Repito, hay que poner el pecho y darle para adelante, es la única que nos queda, no valen las palabras, no valen los reproches, no vale hablar mal de nadie, simplemente hay que seguir y confiar en el grupo, más allá de las macanas que desde hace diez años se han mandado en este club. Sabemos que el sacrificio tendrá que hacerse hasta el último minuto de este campeonato. Ahora nos tenemos que olvidar de esa pelea por el título que prometimos al principio, cuando veíamos que realmente podía ser, el presente es otro y la lucha tiene que ser otra.