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Cowboys logran importante victoria

DALLAS -- No hay victorias feas, sólo hay victorias.

Y cuando termine la temporada nadie se acordará de los triunfos menos elegantes que otros, como el de este domingo para los Dallas Cowboys sobre los New York Giants, 24-21.

Los Cowboys aprovecharon que los Giants fueron peores en un partido que dejó mucho que desear en ejecución y concentración de ambos bandos.

Pero al final, sirve para que Dallas recupere el primer lugar de la División Este de la Conferencia Nacional, empatados con los Philadelphia Eagles.

Los Cowboys han vencido a los cuatro rivales que han enfrentado en su grupo, que es el primer criterio de desempate en cuestiones divisionales.

Sin embargo, habrá poco que festejar en el avión de regreso, directo a Valley Ranch, para enfocarse ya en el siguiente partido, dentro de cuatro días contra los Oakland Raiders en el tradicional partido del Día de Acción de Gracias.

Los Cowboys cometieron muchos errores mentales, en especial de su guardia izquierdo Ronald Leary, quien cometió tres de once castigos de su equipo, que se auto flageló con 85 yardas en reversa.

La ventaja es que los Giants, que llegaron al partido con cuatro victorias consecutivas, cometieron el mismo número de penalidades, aunque con cuatro yardas menos resultantes que Dallas.

Leary además permitió dos de cuatro capturas a Tony Romo; las otras pueden atribuirse al centro novato Travis Frederick.

Dos de los derribos de Romo atrás de la línea fueron provocados por Cullen Jenkins, quien nunca pudo ser detenido por la línea de Dallas, que incluso permitió más presión a su mariscal de campo por intentar sofocar a Jenkins.

Los Cowboys de nueva cuenta sufrieron hasta lo impensable para convertir terceras oportunidades; sólo lograron cuatro en 11 situaciones, de las que tres fueron en la última serie, la ganadora.

Fueron sus primeras conversiones en tercera oportunidad desde el tercer periodo del partido del 3 de noviembre contra los Vikings.

La buena noticia, quizá ni siquiera fueron esas conversiones, sino que por primera vez en la temporada superaron las 100 yardas (107) por carrera. Y que los entrenadores se acordaron de que Dez Bryant es su jugador más explosivo a la ofensiva.

Bryant cometió errores, como un balón suelto y un par de pases que soltó de las manos. Pero fue más su valía en los momentos determinantes, en especial la última serie ofensiva.

Apenas minutos después de que los Giants empataron el juego a 21 puntos, con 4:53 por disputarse, Romo orquestó una serie de 14 jugadas y 64 yardas que consumió todo el tiempo restante en el partido y que culminó con el gol de campo de 35 yardas de Dan Bailey para ganar.

Bryant intervino en cuatro de las 14 jugadas, incluidos dos primeros y 10 en tercera oportunidad.

El corredor DeMarco Murray corrió para 86 yardas y atrapó tres pases para 40 yardas; Jason Witten completó dos envíos de anotación de Romo, que terminó el juego con 250 yardas por aire con dos pases de touchdown.

Sin embargo, es un hecho que los Cowboys tienen que volver a Dallas para atender problemas más que crónicos.

Por ejemplo, la defensiva, que permitió 356 de los Giants, de nuevo mostró su incapacidad para taclear o cubrir pase.

Peor aún, hay jugadores como el apoyador Bruce Carter o el esquinero Morris Claiborne que van a la baja cada vez que se equipan.

Claiborne regresó de tres semanas lesionados de un tirón muscular y de nueva cuenta no terminó el juego.

Otra vez, Dallas fue incapaz de detener la carrera; permitieron 202 yardas, la tercera vez este año que un rival corre 200 o más contra ellos.

El receptor Miles Austin también volvió y atrapó su primer pase desde la Semana 3 de temporada, en la última serie del partido y después de soltar dos balones de la mano
.

La ventaja de los Cowboys es que el jueves reciben a unos Raiders (4-7) que perdieron 23-19 este domingo en los últimos segundos contra Tennessee y parecen tener más problemas que ellos esta temporada.

Mientras tanto, los Cowboys están 4-0 en la división por vez primera desde 1989.