Aunque Hungría acogió por primera vez un Gran Premio en la década del '30, la Segunda Guerra Mundial y el advenimiento de la Cortina de Hierro limitó significativamente el automovilismo en el este europeo hasta finales de los 60.
En la década del '80, Bernie Ecclestone se propuso organizar un Gran Premio detrás de la Cortina de Hierro y buscó inicialmente a Moscú, pero luego se orientó hacia Budapest con la intención de que la competencia se desarrollara en un circuito semipermanente en el centro de la ciudad.
Los organizadores locales dieron el audaz paso de construir un autódromo en un valle a unos 20 kilómetros de Budapest. El escenario estuvo completo en tan sólo ocho meses, y ofrece a los espectadores la posibilidad de apreciar casi el 80% del trazado desde cualquier punto.
La primera carrera mundialista allí fue en agosto de 1986 y resultó un gran éxito: atrajo a unas 200.000 personas. La pista corta, estrecha y trabada casi no ofrece lugares de sobrepaso, lo que ha producido intentas persecuciones y victorias por pequeños márgenes. En 1990, por caso, Thierry Boutsen logró contener a Ayrton Senna para ganarle por apenas 288 milésimas luego de 77 vueltas.
En 2007, el español Fernando Alonso y el novato inglés Lewis Hamilton protagonizaron allí una intensa batalla en clasificación que derivó en un escándalo y quebró irremediablemente las relaciones entre los compañeros en McLaren.