LA PAZ -- No es la primera vez que sucede. Lamentablemente, tampoco será la última. Y ella lo tiene en claro, pero jamás perderá la fe ni la confianza en poder encontrarle una vuelta. La chilena Cecilia Costa Melgar, actual 375ª, está en una encrucijada. Tal como le sucedió el año pasado a la colombiana Karen Castiblanco, se quedó sin respaldo económico. "Esto de la falta de auspicio es un tema recurrente en Sudamérica y más aún en mujeres. Siempre lo estamos conversando y nos preocupa a todas por igual", remarca en ESPNtenis.com la segunda mejor jugadora de su país en el listado de la WTA y que este sábado ganó el 10k de La Paz.
El problema de la joven de 20 años tiene una raíz clara. El apoyo del ADO (Asociación de Deportistas Olímpicos) y de la beca Proddar, por su doble oro en los Juegos Odesur de Medellín 2010 (single y dobles), llegó a su fin. "Nunca he tenido aporte de una empresa privada. Hasta el momento me he financiado sólo con el aporte de mi familia, la beca y de lo ganado en los torneos", explica Costa Melgar. Sus recursos, que la temporada pasada le alcanzaron para realizar sus giras -pero sin coach-, son menores que en 2012 y, aún con cinco meses para el final del año, ya no son suficientes.
"Se requiere de mucho dinero en esta etapa de mi carrera para avanzar. Por mi ránking necesito competir en torneos Challenger y WTA, que me darían mayor cantidad de puntos y la experiencia necesaria para el progreso. En Sudamérica hay muy pocos; WTA prácticamente no hay. Por lo que se hace necesario viajar a Europa, Estados Unidos o Asia, lo que implica un gasto muy grande. Esto, más los honorarios técnicos, es imposible financiarlo tan sólo con recursos de mi familia", agrega la chilena.
Costa Melgar, vale decir, viene de jugar por el Viejo Continente, aunque sus resultados no fueron los esperados. Estuvo en los certámenes de Casablanca, Grado, Marsella, Padova, Montpellier y Perigueux con apenas un triunfo. Ahora, luego de un mes de impasse de actividad, retomó la senda del éxito al ganar el 10k de La Paz, en Bolivia, donde partió como máxima favorita. Fue su cuarta corona -primera en el año-, tras el trío obtenido en 2012 en Pereira, Bogotá y Santiago.
- ¿Cómo sigue esto?
- Nuestro enfoque es hacia una empresa privada. Hasta el momento no hemos recibido oferta alguna. No obstante, sí de entrenadores y academias. Sin embargo, esto no será posible si no existe financiamiento para los honorarios técnicos. Actualmente cuento sólo con auspicio para implementación deportiva, acondicionamiento físico y atención médica general en prevención y tratamiento de lesiones. Y por la ropa, si bien no tengo un contrato, me dan un descuento importante. Te genera mucha presión jugar así, porque sé que mi familia está haciendo un gran sacrificio, y la verdad es que ya no se pueden estirar más los billetes.
- ¿Y mientras tanto?
- Afortunadamente tengo un grupo de entrenadores en Chile que me han apoyado siempre y que han dicho presente en cada ocasión que necesité ayuda. Están todos preocupados por entregarme lo mejor cuando se lo pido. Estoy sumamente agradecida también a los clubes y academias a las que puedo llegar como Club Manquehue, Academia de Robinson Gamonal, Club Providencia, Club Mundial, entre otros. Sigo en contacto con Carlos Marchant y la preparación física la realizo, desde comienzo de este año, con Carlos Burgos en Meds, lo que me tiene muy motivada por el gran trabajo que está realizando conmigo.
Costa pertenece a una buena camada de chilenas, junto a Daniela Seguel (343ª), Fernanda Brito (377ª) y Camila Silva (487ª), todas nacidas en 1992, pero en estos momentos están siendo un poco eclipsadas en su país por los jóvenes -de 1995 y 1996- Christian Garín, Nicolás Jarry y Guillermo Núñez, de gran proyección. "Ayudan los resultados en el tenis en general, sean de hombres o mujeres. Lamentablemente somos menos valoradas, aunque yo espero que esto se pueda revertir algún día. Tenemos nivel para ser muy buen equipo femenino, sólo falta trabajarlo como tal", señaló Costa Melgar.
- ¿Cómo ves el final de tu historia?
- Espero confiada en que resultará algo. Yo quiero seguir en esto. Me han ofrecido muchas becas universitarias pero mi enfoque es llegar a lo más alto en el tenis profesional y estoy luchando para eso. Tengo fe que algún auspicio aparecerá, porque no me imagino en otra cosa que no sea en el tenis.
Así se dividen los días de Cecilia Costa Melgar, entre su actividad en las canchas y la preocupación por encontrar financiación para su carrera. Por lo pronto, mientras aguarda por alguna empresa, apeló a un sitio web para recibir donaciones. Y por supuesto, no deja la acción. Sumó éxitos en La Paz y manda señales que está en el mejor momento de su corta carrera. Aún no es tiempo de colgar la raqueta.