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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

¿Roger Sampras? ¿Pete Federer?
En diálogo con el diario alemán Spox, Federer recordó el resonante triunfo sobre Sampras en Wimbledon 2001 y sentenció: "Lo más increíble para mí es la cantidad de coincidencias entre su carrera y la mía. Nos llevamos exactamente 10 años y, cada úno en su época, hemos ido alcanzando logros muy parecidos; hay paralelismos realmente asombrosos. En aquel 2001, por ejemplo, él quería ganar Wimbledon por quinta vez consecutiva y luego yo lo conseguí, rompiendo su récord. Fue muy extraño. Siempre fue un ídolo para mí y hoy somos amigos. Aún me pongo nervioso cuando compartimos una cancha de tenis".

Además, Roger repasó sus orígenes en el tenis, los momentos lejos de casa con solo 14 años -"tienes que reflexionar cuán feliz te hace el tenis, si vale la pena, si te sientes fuerte emocionalmente para afrontarlo"-, el proceso en el que se fue convenciendo de que podía tener éxito en el profesionalismo -"igual ni en mis sueños imaginé una carrera así, con ser Top 100 ya me contentaba"- y hasta de cómo se siente hoy, a poco de cumplir 32, y con nueva raqueta, dejando un título lleno de optimismo: "No me voy a detener en 17 Grand Slams". Si el paralelismo con Sampras es tal, entonces puede haber otro punto de ilusión a corto plazo: es que en 2002, el norteamericano cayó en segunda ronda de Wimbledon y meses más tarde ganó el US Open. Y ya sabemos cómo le fue al suizo en Londres...

Robson, Wimbledon y el sufrimiento por TV
No cabe duda que Andy Murray tocó fibras íntimas en Gran Bretaña con su largamente esperada conquista de Wimbledon. Las imágenes de los vecinos de Dunblane reunidos frente a una pantalla gigante todavía dan vueltas en el aire, junto con el festejo del escocés, el saludo con su madre y el fervor incontenible del público local. ¿Pero alguno se imaginaba a Laura Robson, ella misma, prendida al televisor con el corazón en la boca, sufriendo al nivel de una película de terror? Bueno, habrá que hacerse la imagen.

"Estaba tan nerviosa... me recuerdo sentada en el living, transpirando... trataba de mandarle mensajes a mis amigos y me sudaban las manos. Estaba frente al televisor y no podía mirar. Me tapaba la cara, espiaba por entre los dedos. Fue tan, tan bueno...", describió en charla con la agencia Reuters. Murray se llevó el partido en sets corridos, pero Robson estuvo en vilo hasta el último punto: "Nunca se sabe qué puede pasar en este tipo de partidos. Y especialmente cuando se trata de Djokovic. Por mal que suene, quería que hiciera la mayor cantidad de dobles faltas y errores no forzados posibles. Pero fue un muy buen partido y Andy jugó realmente bien".

Las memorias de Maria
Sharapova ya es una marca. Más que un apellido, más que una exitosa tenista. Patrocinios con marcas de ropa, autos, perfumes, incluso una línea propia de golosinas y una larga lista de etcéteras. Todo pasó por Maria. Y hay más por venir: "Me encantaría escribir un libro sobre mi vida". Sí, la rusa está en plena vigencia y lucha los primeros puestos del ranking mundial, pero ya proyecta su autobiografía: "Amo escribir, lo disfruto. Siempre le he dicho a [mi agente] Max [Eisenbud] que me gustaría hacerlo. Hasta sé el nombre que le voy a poner. Lo tengo elegido hace varios años, ya", explicó en declaraciones que rescata el sitio oficial de la WTA.

¿Qué planearía contar, hoy por hoy? "Los pensamientos que he tenido y mis ambiciones en el deporte, lo mucho que me fue emocionando jugar y ganar partidos. Todos dicen, por ejemplo, que soy muy enfocada en la cancha; me preguntan cuándo y cómo lo fui adquiriendo. Y ahí aparecen cosas que escribí de chica, mis diarios de esos años. Eso es algo que, creo, puede ser interesante y que realmente quiero compartir". Por lo pronto, Maria puede recibir asesoramiento de su flamante nuevo entrenador: Jimmy Connors, que en mayo sacó su propia autobiografía, atravesada por una polémica y los fantasmas del pasado.

Entre lucha libre y libros
La lluvia volvió a ser protagonista por un día en el circuito. Como en otras tantas ocasiones, esta vez el mal clima golpeó en la jornada de semifinales del torneo de Washington. Y como consecuencia, tras una postergación de casi cuatro horas del duelo que las antecedía (Del Potro vs. Haas), la alemana Andrea Petkovic y la francesa Alize Cornet saltaron a la cancha a las 12.32 am del domingo.

La victoria terminó quedando en manos de la germana, quien, a pesar de que el partido terminó a las 2.10 am, no perdió la sonrisa en ningún momento durante la conferencia de prensa post-triunfo y respondió sobre todo, hasta la consulta de cómo había matado el tiempo libre, una duda que ya había sido despejada por Tsonga y Murray en Queen's.

Las palabras de Petkovic, inicialmente, sorprendieron. "Estuve viendo WrestleMania. Es muy interesante", apostilló la alemana. Este evento, llevado a cabo en abril, son las finales de las peleas de lucha libre estadounidense, que serían un equivalente a un SuperBowl de fútbol americano. Toman gran interés en tierras norteamericanas. Y también cautivaron a la germana, que después saltó con una respuesta más convencional. "También estuve leyendo. Siempre llevo un libro conmigo". Todo vale para combatir la lluvia.

Vuelta, título e ilusión
La peruana Bianca Botto suma felicidad. La semana pasada volvió a la actividad en San José Dos Campos luego de casi once meses de inactividad por una lesión -con operación incluida- en el hombro izquierdo, el brazo con el que empuña. Y hoy, unos días después, ya celebra su primera corona.

De a poco, claro. Su triunfo fue en el torneo de San Pablo, un certamen que repartió 10 mil dólares en premios, de rango pequeño, pero nada le quita mérito. Para subir la escalera hay que arrancar por el primer escalón. Y por ahí empezó Bianca, quien en agosto de 2012 supo frenar su ritmo ascendente -por cuestiones físicas- en el puesto 218ª de la WTA.

Noveno título de Botto en certámenes ITF, con la particularidad de que ganó al menos uno por año desde 2008. La peruana, en un momento en el que tenis latinoamericano empieza a ganar terreno de la mano de Puig, Ormaechea, Pereira y Castaño, comienza a pedir su lugar.

Con Murray como ejemplo y sin coach colombiano
Tiempos de cambios. La británica Heather Watson terminó su relación de dos años que la tuvo con el colombiano Mauricio Hadad, como su entrenador principal. "Siempre va a ser una decisión difícil", dijo Watson. "Al fin y al cabo es mi trabajo, es un negocio. Tengo que hacer lo que es correcto para mí y para mi carrera", afirmó a la BBC.

Watson ya comenzó a trabajar con el estadounidense Chip Brooks, de la Academia Bollettieri, en Florida, pero ya en Toronto cuenta con el apoyo de Jeremy Bates, entrenador de la asociación británica. ¿Las razones? Conocida por su capacidad atlética y espíritu de lucha, Watson espera sumar variantes de ataque a su juego.

"Sé que soy una buena voleadora, me encanta jugar dobles, así que ¿por qué no lo uso en mi juego? Porque no he trabajado en él. Hoy una tiene que ser agresiva, pero también muy consistente. No todo es pegar tiros ganadores, también jugar peloteos intensos y yo tengo eso. Por eso, siento que tengo que sumar más tiros ganadores y aces a mi juego".

Sin entrar en comparaciones, también hizo referencia a Andy Murray, flamante campeón de Wimbledon y ejemplo para el tenis mundial: "Los mejores jugadores toman decisiones como esas. Ha cambiado de entrenador por Ivan Lendl y por supuesto que fue una buena decisión. Eso es lo que tengo que hacer".