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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Berdych, el rebelde
La regla de los 25 segundos entre un punto y otro tuvo polémica desde el vamos. Que su aplicación es arbitraria, que el tiempo es poco, que hay que incluir un reloj en el estadio. Las críticas se fueron sucediendo las primeras semanas y el propio Tomas Berdych, protagonista de esta pequeña historia, llegó a marcar el papel que juegan los ball boys como parte del problema. Y si bien el correr de las semanas y los torneos hizo que la norma ya resulte menos llamativa que natural, en Montreal el checo volvió a hacerse oír.

En su duelo con Vasek Pospisil, el N°6 del mundo se colocó junto a la línea para servir durante el tercer set, y mientras el juez de silla le anunciaba una advertencia por demora, Berdych improvisó con picardía un saque de abajo, aduciendo luego que había impactado la pelota, por lo cual no entendía el porqué de la sanción. El checo debió repetir el servicio, pero entonces reclamó por la suspensión del punto, ya que entendía que si él había sacado después del warning entonces su saque (no continuado por Pospisil) debía contar.

¿"Habrá sido porque lo hiciste casi inmediatamente después de su advertencia"?, le preguntaron en conferencia. Y Berdych arrancó: "Ese sería un punto interesante. Si sos muy rápido, porque sos muy rápido. Si sos muy lento, porque sos muy lento. Lo que hice fue mi manera de mostrar que estoy en contra de esta regla. Siempre voy a pelear frente a estas imposiciones extrañas. 25 segundos no es demasiado tiempo. Además no sabes cuánto tiempo va, cuándo se empieza a contar, no tienes idea de nada. Y en estas condiciones, con la humedad y la transpiración en las manos... a veces es más difícil que el propio partido".

Problemas de lenguaje
El choque entre Sara Errani y Alize Cornet tuvo algunos intercambios verbales en Toronto. No hubo insultos ni recriminaciones. Pero sí un pedido de explicación que la italiana le elevó a la francesa. ¿Actitudes que no gustaron, gestos que molestaron? Bueno, algo así. "Le fui a preguntar por qué gritaba tanto ´Vamos´. Normalmente dice ´Allez´ ["Vamos", en francés], con lo cuál ¿por qué ´Vamos´ y no ´Allez´?. Pero bueno, cada uno es libre de hacer lo que quiera", remarcó Errani, desplegando una más que curiosa observación.

"A Alize le gusta tanto el polvo de ladrillo que ya se debe sentir un poco española", ensayó como explicación entre risas su compatriota Marion Bartoli. "No, pero de ninguna manera creo que haya algo contra Sara. Alize es una persona demasiado buena y demasiado dulce como para hacerlo a propósito. Además, en serio, yo jugué muchas veces contra ella y siempre dice ´Vamos´", agregó la campeona de Wimbledon como si estuviera defendiendo una barbaridad. Luego, más suelta, resaltó: "Una siempre puede buscar excusas para enojarse por un millón de cosas. Es lo más fácil del mundo".

La motivación de Cirstea
Uno de los grandes nombres de la semana fue el de Sorana Cirstea. Más allá de ser una regular Top 30, con buenos resultados en el circuito, el hecho de vencer a tres Top 10 (cuatro Top 15) en un Premier 5 y alcanzar en Toronto la tercera final de su carrera hizo que muchos quisieran saber más de esta rumana de poco más de 23 años. Pero entre tanta pregunta de rigor y el contexto exitoso que le había tocado atravesar en el torneo, la ahora N°21 del mundo reveló un episodio muy particular, que tuvo lugar en su duelo de cuartos con Petra Kvitova.

Cirstea estaba set abajo ante la checa y había perdido el break de ventaja en la segunda manga. Por eso, con el cambio de lado en 4-3 pidió que bajara a la pista uno de sus entrenadores, el australiano Darren Cahill. Y el resto de la historia corre por cuenta de la rumana: "Se acercó, me señaló a una niña en el público y me preguntó: ´¿Dónde quiere estar ella?´. ´Acá, en mi lugar, jugando´, le contesté. Entonces me dijo: ´Bien, pues para eso estás aquí. Por eso has estado haciendo todo este trabajo. Por estos momentos es que vienes sacrificando todo. No hay ningún otro lugar en el mundo en el que prefieras estar ahora´. No tuvo nada que ver con el juego. Fue estrictamente motivacional. Pero desde entonces sentí que me había sacado la presión de los hombros. Pensé, efectivamente: ´Estoy acá para jugar, para divertirme. Voy a dar lo mejor. Ella será mejor, podrá ganarme, pero yo no me voy a entregar. Voy a luchar hasta el último punto´".

El final, claro, tuvo historia feliz: Sorana lo dio vuelta, pasó a semifinales y luego bajó a otra top-ten para llegar a la definición ante Serena: "Le tengo que dar mucho crédito a Darren. Fue increíble".

De la teoría a la práctica
El Masters 1000 de Canadá todavía no había comenzado oficialmente -no al menos su cuadro principal- pero ya la cancha central de Montreal estaba poblada de fanáticos. Y no era difícil entender el porqué. De un lado, Rafael Nadal; del otro, Andy Murray. Y una jornada de práctica que recreaba un duelo que oficialmente no se ve desde Tokio 2011.

Constatando la masiva asistencia de público, el escocés celebró el interés generado, pero relativizó cualquier análisis que se pueda extrapolar de un partido de práctica. Y lo gráfico con claridad. "El entrenamiento es importante para uno mismo. Allí puedes ser un poco más egoísta, trabajar las cosas que te convienen -explicó según registra Tennis Canada-. Pero el hecho de ganar o perder no tiene mucho sentido. Quiero decir, una vez en Madrid, sobre polvo de ladrillo, le gané 6-0 a Rafa en una práctica. Y todos sabemos que no hay chance de que eso pase en un partido...". Aun con el elogio de Andy a cuestas, hay que destacar que en efecto Nadal sufrió tres 0-6 sobre arcilla en su carrera (12 en total): en Buenos Aires 2005, ante Gastón Gaudio; en Monte Carlo, también 2005, conra Guillermo Coria -aunque aquí terminó ganando- y en Hamburgo 2007, frente a Roger Federer.

Troicki y un apoyo vital de Djokovic
Los casos de doping reavivan temas siempre latentes. Por un lado muchos pueden afirmar que el protagonista es inocente. Y, a la vez, se pone en duda al resto de los protagonistas del circuito.

En otra decisión polémica, la ITF suspendió por 18 meses a Viktor Troicki dejando al desnudo un sistema que deja culpables pero que sigue siendo perfectible. Esto hace que su suspensión, que se extiende hasta el 24 de enero 2015, incluya la serie semifinal que Serbia deberá disputar la semifinales de Copa Davis, en Belgrado, justamente ante Canadá que vive uno de sus mejores momentos en la Era Abierta con Milos Raonic y Vasek Pospisil como estandartes.

Por eso, su ausencia en las pistas afecta directamente a Novak Djokovic, líder del equipo europeo. Ni bien se dio a conocer la noticia, Troicki lo hizo saber: "Hablé con Novak y me dijo que está seguro de que todo va a terminar bien porque soy inocente y que la ATP debería apoyarme en esto".

Y, a las pocas horas, el propio Nole lo ratificó públicamente: "No estamos seguros de lo que va a pasar con Viktor. Todos le damos un gran apoyo porque es inocente, sin dudas. Esperemos que sea habilitado para estar en las canchas muy pronto." ¿Podrá Djokovic incidir para que la pena baje? No sería la primera vez que una gran figura influya.

Respuestas de exhibición
Que Montreal y Toronto alternen anualmente las sedes del Abierto de Canadá en sus versiones ATP y WTA resulta ya un sello distintivo en el circuito, una medida interesante como para que los fanáticos de ambas regiones puedan disfrutar tanto del Masters 1000 masculino como del Premer 5 femenino. Pero se ve que para los organizadores dos años era mucho tiempo de espera y este año decidieron intercalar "exhibiciones" de varones en las jornadas del torneo de mujeres. ¿Y al revés? Bueno, no.

Así, en Toronto hubo lugar para algunas leyendas como Pete Sampras, Jim Courier y John McEnroe, pero también para jugadores que están vigentes en el circuito, como James Blake, Bernard Tomic y Feliciano López, los últimos dos de ellos presentes en Canadá para jugar... pero en Montreal. Curiosamente, lo que habían decidido desde la organización era "trasladar" a algunos tenistas de renombre que cayeran en primera o segunda ronda en el evento ATP hacia la sede del torneo femenino, para poblar las exhibiciones durante las rondas finales. Entre las jugadoras de la WTA, la maniobra produjo una gran sorpresa y tuvo recepción dispar.

"Está bueno, ¿cuándo arrancaría, el año que viene?", repreguntó Na Li cuando se le consultaba su opinión. Tampoco estaban al tanto Ana Ivanovic o Sloane Stephens, por citar algunos casos. La serbia incluso puso el dedo en la llaga: "¿Y a Montreal qué chicas van?". Ninguna, le explicaron. El caso de la joven estadounidense fue un poco más visceral. "No tengo idea de qué me estás hablando. ¿Es una exhibición? ¿Un torneo? ¿Hay premios en dinero?" trató de entender Stephens. Y remató: "No creo que tenga que ver con que las mujeres no sean interesantes, solo que los sponsors desean más partidos. Igual a mí no me cambia nada, ni dinero ni puntos, con lo cual, qué sé yo... es lo que es". Bartoli fue una de las que de entrada festejó la iniciativa y valoró poder ver jugar a Pete Sampras. Pero el cierre se lo lleva Serena Williams, que se sumó al reclamo de Ivanovic para que el próximo año las mujeres que sean derrotadas "tempranamente" hagan lo mismo en el evento masculino, aunque advirtió con humor: "Yo lamentablemente no voy a estar disponible porque aún voy a estar jugando el torneo...".

Una lucha que sigue vigente
Billie Jean King es considerada una de las jugadoras más revelantes en la historia del tenis. Dueña de 12 títulos del Grand Slam, no sólo se ha destacado dentro de la cancha: también lo hizo afuera, donde siempre luchó por la igualdad de género, quizás a la altura de Martina Navratilova.

Reconocida por el mismísimo Barack Obama, explicó por estos días porqué no pudo anunciar públicamente su lesbianismo mucho antes: '' No creo que hubiera ayudado a la situación. Nos hubiera hecho más daño porque simplemente estábamos empezando".

Es que King venció a Bobby Riggs en un emblemático partido, recordado como la "Batalla de los Sexos" y clave para que el circuito femenino tomara más notoriedad hasta crear la WTA, más allá de que Riggs no estaba en su plenitud. Mientras Billie jugaba el calendario completo de torneos, ayudaba a poner en marcha el circuito femenino profesional, que aun carecía de infraestructura. 'Cuando la gente dice, '¿Qué es lo que recuerda de los años 70? Yo respondo: 'estaba cansada. Agotada. Pero Dios me dio energía extra, así que soy muy afortunada".

La estadounidense confesó que discutió durante 48 horas consecutivas con su abogado y publicista sobre la realización de una conferencia de prensa para anunciar su sexualidad después de que fue demandada por su pareja, Marilyn Barnett, en 1971. ''Estaba marginada, yo todavía estaba tratando de encontrarme a mí misma'', dijo. '' Mis padres son homofóbicos. Crecí homofóbica, por lo que imagino ese desafío. No estuve cómoda en mi propia piel hasta que cumplí 51'', aclaró, según reproducciones de la agencia AP, a días de que un documental biográfico sobre su persona sea reproducido en PBS. Por eso mismo, la confesión llegó recién en 1988, aunque su causa por la igualdad ya había comenzado. No quedan dudas de que aquella lucha es la razón principal por la que hoy, las mujeres ganan tanto dinero como los hombres en los torneos del Grand Slam.