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Fish: "Después del US Open veré"

Mardy Fish caerá hasta cerca del puesto 170 Getty

CINCINNATI -- Se sabía. La gira de cemento por Norteamérica representaba más que la propia vuelta al circuito para Mardy Fish. El estadounidense, baja recurrente en la temporada por problemas cardíacos (jugó un solo torneo ATP en 11 meses), y N°20 del mundo a esta altura de 2012, debía afrontar de entrada un póker de defensas más que exigentes: semifinales en Washington, cuartos en Canadá, cuartos en Cincinnati y octavos en el US Open. En Washington no pasó de octavos, de Monteal se bajó y en Cincinnati cayó en el debut este lunes. Por eso, desde la próxima semana quedará cerca del puesto 170 y el Abierto de Estados Unidos será vital para repensar el futuro.

"Partidos y días como estos hacen que uno se pregunte muchas cosas -se abrió en conferencia tras la derrota en sets corridos con Philipp Kohlschreiber-. ¿Cuán lejos tengo que ir para volver adonde estaba? ¿Quiero, realmente, pasar por todo eso? Muchas cosas se ponen a prueba y uno tiene que pensar si aún tiene ese fuego y esas ganas que se necesitan. Seguramente después del US Open me voy a tomar un tiempo para evaluar mi situación y ver qué tan lejos me encuentro de donde quiero estar".

Fish dejó el circuito en septiembre del año pasado, luego de que su arritmia volviera a presentar complicaciones en pleno US Open. Ya en 2013, probó en Indian Wells y el Challenger de Savannah, pero hasta julio no volvió a jugar. "Ha sido un camino muy difícil, en el que cada dos pasos adelante doy uno atrás. Y si bien todavía no estoy al 100%, me siento bien, aunque sé que tengo por delante un camino terrible, tenísticamente hablando. Estas cosas te muestran lo increíble que es un jugador como Rafa [Nadal], que vuelve tras siete meses sin jugar y gana todo... bueno, no es normal".

El nortamericano, medalla de plata en Atenas 2004 y top ten hasta mayo de 2012, insistió con que lo más difícil de encarar en el retorno fue el aspecto mental: "Han sido 12 meses de estar a un costado, lejos del nivel que venía mostrando en esa etapa, en la que jugué quizás el mejor tenis de mi carrera, rindiendo bien en la mayoría de los torneos. Hoy me veo derrotado en primera ronda de uno de mis torneos favoritos, uno de los que mejor me fue siempre... son cosas que mentalmente te cambian".

"Todavía es parte de un proceso -siguió-. Obviamente estoy mejor de donde estaba 12 meses atrás. Pero jamás voy a olvidar todo lo que pasó, todo lo que tuve que atravesar. Son muy pocas las personas que me vieron en esos momentos y son aquellos en los que debo apoyarme para seguir adelante". Ese deseo de estar en contacto con los afectos fue también lo que lo mantuvo en el país, aprovechando las distintas competencias que pueblan el suelo estadounidense, de donde no se mueve desde Wimbledon 2012. La próxima semana lo verá en Winston-Salem, adonde irá como invitado. Y luego sí: la gran incógnita que se llama US Open. El lugar donde todo empezó.