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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

No todos contentos...
La vuelta de Joachim Johansson fue recibida con enorme euforia por parte del público local en Estocolmo. El ex top-ten ganó los tres partidos de la clasificación sin ceder sets y se dio el gusto de vencer al colombiano Alejandro Falla en primera rueda del cuadro principal. Incluso le hizo partido al canadiense Milos Raonic, N°11 del mundo, que pronosticó que si Pim-Pim se lo propusiera, volvería rápidamente al Top 50 de la ATP.

Pero lo de Johansson fue un retorno con fecha de vencimiento. Un déjà vu que se agotaría íntegramente en Estocolmo. Y eso mismo fue lo que despertó algunas críticas dentro de su país. ¿Argumentos? Que su wild card para la qualy tendría que haber ido para un junior local, que Suecia solo cuenta con dos ATP en el calendario como para darse ese lujo y planteos similares. Y la polémica tomó otra intensidad cuando el que se colocó detrás de las protestas fue el propio capitán del equipo de Copa Davis, Fredrik Rosengren.

"No sé en qué estaba pensando la organización. Él tiene derecho a jugar cuando quiera, pero yo hubiera preferido ver a alguno de los jóvenes que luchan por algún día tener un lugar en el circuito. Yo, por ejemplo, cuento con un muchacho en mi equipo con el cual compartí casi todo el último año. Por las tardes nos sentamos a hablar y yo le explico lo que significa ser un tenista profesional. Y de pronto viene uno de la nada y toma el espacio", disparó Rosengren en plena conferencia previa a la serie con Dinamarca.

Y señaló el caso de Jonathan Mridha (1914°), un sueco de 18 años que justamente es entrenado por Johannson y que vio cómo su coach ocupaba una invitación que podría haber sido para él: "Uno pensaría que [Johansson] pondría a su pupilo por delante. Es una decisión extraña la que tomó. No creo que sea fácil para Jonathan escucharlo en el futuro". Sin embargo, el encargado de frenar el fuego cruzado fue el propio Mridha: "Para mí hubiera sido un bonus jugar el torneo. Pero no pudo ser, y el mundo no gira alrededor de eso. Además fue divertido ver a Pim-Pim a este nivel. No tengo ningún resentimiento", le aseguró al periódico sueco SportExpressen. ¿Polémica terminada? El tiempo dirá.

Jugador absuelto, Federación en la mira
Recordarán el caso de Malek Jaziri y el boicot árabe en el Challenger de Tashkent. Breve repaso: previo a su duelo de cuartos de final ante el israelí Amir Weintraub, al tunecino le anunciaron desde la Federación de su país que no se podría presentar al partido. "Tengo el inmenso dolor de informarle que se le exige no jugar", leía un correo enviado al jugador. ¿La razón de fondo? Protesta política por el conflicto armado entre Israel y Palestina.

Pues bien, esta semana, la historia sumó un nuevo capítulo: la absolución de Jaziri. "No encontramos ningún acto indebido de parte del jugador", informó la ATP a través de un comunicado, tomando como válida la versión oficial de su deserción en Uzbekistán, que tuvo como explicación una lesión en la rodilla.

Pero el poder de la ATP no va más allá de los jugadores. Ahora será la ITF quien deba pronunciarse respecto a la Federación: "La ITF se toma muy en serio cualquier asunto de discriminación y este incidente será discutido en el próximo encuentro de la Junta de Directores, entre el 31 de octubre y el 1° de noviembre, en Cagliari", le expresó una vocera de la organización al USA Today. ¿Cuáles pueden ser los castigos para la federación tunecina? Exclusión de la Copa Davis y de futuras futuras participaciones olímpicas.

Apoyo de N°1
Lo que ha hecho Rafael Nadal en este 2013 no deja de impresionar. 10 títulos (dos Grand Slams), otras tres finales, el regreso al N°1... y todo después de siete meses sin jugar. Los logros del español fueron objeto de infinitas líneas de elogio; aquí y en todos lados. Pero también han dado lugar a la otra perspectiva: la del descreimiento, la de la acusación. Línea que ha liderado casi públicamente el austríaco Daniel Koellerer, que desde el ostracismo que le confinó la suspensión de por vida en 2011, aseguró meses atrás que era imposible que el mallorquín no hubiera consumido ninguna sustancia prohibida.

Con la arbitraria denuncia de Koellerer todavía en el aire, el que recogió el guante esta semana fue nada menos que el ex N°1 del mundo Thomas Muster, compatriota del propio "Crazy Dany", a quien castigó con dureza: "¿Qué puedo decir? Una persona gorda puede perder peso, pero el estúpido siempre será estúpido. No se puede hacer ese tipo de acusaciones sin una sola prueba", fustigó el campeón de Roland Garros 1995 en diálogo con el diario austríaco Die Presse. "Nadal es un jugador excepcional", contraatacó.

Además, y a propósito del inefable caso Koellerer, Muster habló del fantasma de los partidos arreglados y las casas de juego: "Toda derrota puede ser puesta en duda", graficó, aunque desestimó que algo así pueda ocurrir en un torneo grande. Y, con humor, reveló cómo fue su (breve) relación con ese mundo, ya del otro lado de la cancha: "Cuando terminé mi carrera profesional, me senté una semana a apostar en línea. Pensé: 'Conozco la manera'. Cada día fui perdiendo unas cuantas. Pasada la semana, se me habían ido 500 euros. Ahí me dije: 'Gracias por la experiencia, pero ya está'".

Para cerrar, el austríaco se refirió al momento de Roger Federer, en plena incertidumbre respecto a su potencial presencia en las Finales de Londres: "Los rivales le han perdido el respeto. Necesita recuperar confianza". Pero aun con la caída en el ranking a cuestas, destacó que tiene mucho tenis para dar. Y se enojó con aquellos que le sugieren ponerle punto final a su carrera: "¿O a alguno se le ocurriría insinuarle el retiro al séptimo mejor futbolista del mundo?".

Volver a Suecia y no caer preso en el intento
Una de las grandes atracciones del ATP de Estocolmo fue Ernests Gulbis. El letón escaló hasta las semifinales, dejó a Jerzy Janowicz en el camino, y estuvo cerca de tumbar a David Ferrer en el duelo previo a la definición. Pero para más de uno la sola presencia del jugador en el cuadro ya fue motivo de sorpresa. ¿Por qué? Por las propias palabras de Gulbis, allá por 2010: "Nunca en la vida voy a volver a Suecia".

¿Qué hay detrás de esa promesa (rota)? Una historia con sello Gulbis: era tiempo del ATP de 2009 y una versión veinteañera del letón (hoy tiene 25); una noche, el jugador conoció a una mujer y la invitó a su cuarto de hotel, sin saber que se trataba de una prostituta, motivo por el cual acabó arrestado y forzado a pasar una noche en prisión. "Fue muy divertido, pero no pienso regresar jamás. Yo no ando preguntando a qué se dedica la gente. Y si me preguntan a mí, miento. Acá uno sale a pasar un buen rato, conoce a una chica e inmediatamente lo arrestan. No es normal", protestaba un año después Gulbis, en una imperdible nota con el periódico inglés The Telegraph.

¿Qué lo hizo volver, entonces? "Thomas [Johansson] y Jonas [Bjorkman, miembros de la organización del torneo]. Siempre tuvimos muy buena relación, de la época en que todavía estaban en el circuito", le explicó al diario local Sportbladet. "Ahora te gusta Suecia?", lo pincharon. Y el letón sonrió: "Ya es como mi segunda casa. Es un hermoso país y Estocolmo, una ciudad maravillosa... si no cometes ningún error".

Pero hubo más de las aventuras de Gulbis por Suecia: en el debut ante Chardy, estrelló una raqueta (una de tantas) y acto seguido debió pedir tiempo médico por lastimarse los nudillos en el golpe, emulando al inigualable Mikhail Youzhny en Miami 2008. Días después, tras la eliminación, sorprendió con elogios para Ferrer. Aunque a su manera: "Es muy sólido. No ofrece ningún tipo de magia, pero siempre va a estar ahí". "¿Crees que va a ganar el torneo?", le repreguntaron: "No me importa en absoluto".

La que vuelve y el que toma nota
Los separan siete años. Los une Rusia. Ambos hicieron cuartos de final en Moscú y con ello firmaron su mejor semana de 2013. Pero la alegría, en cada caso, obedece a trasfondos bien distintos. La protagonista femenina de esta pequeña historia no es otra que Alisa Kleybanova; ya saben, la ex Top 20 que regresó a la competencia en abril tras una prolongada lucha contra el cáncer y un solo partido jugado en dos años.

En Moscú, la rusa alcanzó una instancia de cuartos de final en un WTA por primera vez desde abril de 2011. Y en su emoción incluyó a su entrenador Julian Vespan, quien la acompañó en todo el proceso que llevó el operativo retorno: "Se convirtió en parte de mi familia. Es como un hermano para mí. Siempre me apoya, me da consejos útiles para la vida más que para la cancha. Así que le agradezco todo lo que hemos conseguido y espero que sigamos trabajando juntos muchos años más".

Además, Kleybanova agradeció el apoyo recibido por todo el ambiente del tenis, un espacio de su vida que por largo tiempo abandonó casi por completo. Es que la misma jugadora reconoció haber buscado alejarse de ese entorno hasta encerrarse en su familia y amigos: "Era lo único importante para mí". Hoy, está de regreso y su historia ofrece una fuente de inspiración para sus colegas. Así lo reflejó la propia Maria Kirilenko, relativizando la excesiva trascendencia que se le suele dar a "los pequeños problemas" de la vida. "Mucha gente del circuito me ha dicho que mi situación de alguna manera los ayudó con sus propios conflictos. Me alegra que mi caso sea un ejemplo", aportó Kleybanova.

Del otro lado, y por los caminos de la versión ATP del torneo, la gran sorpresa de la semana fue Karen Khachanov, de solo 17 años y con apenas una derrota en un Future como antecedentes profesionales hasta hace un mes. El ruso omitió unas cuantas etapas de golpe y ya está 513°, proyectando un 2014 con activa presencia en el circuito Challenger. Por lo pronto, la semana en Moscú y la derrota con Ivo Karlovic le fueron dejando varias enseñanzas de lo que es el nivel ATP. La más tangible, a cuenta del croata: "Aprendí lo que es un saque de 226 kilómetros por hora". Concluida su aventura por la Copa Kremlin, llegará por fin el tiempo de consultar los incontables saludos y mensajes de felcitaciones: "No quise verlos durante el torneo para no desconcentrarme. Ahora los voy a leer uno por uno".

Dos caras de la moneda
Tener a un serbio en conferencia de prensa resulta, por estos momentos, imposible no consultarse sobre Victor Troicki. En esta última semana en Moscú, donde se llevaron a cabo al unísono torneos de hombres y mujeres, Janko Tipsarevic y Ana Ivanovic dieron sus puntos de vista sobre la actualidad de su compatriota. Paradójicamente, ambos abordaron el tema desde costados diferentes.

"He practicado con él antes de venir aquí", sorprendió Janko, al ser consultado sobre cuándo había sido su último contacto con Troicki. "Está muy bien. Se está entrenando todos los días y estaba feliz por el trabajo de su abogado en el juicio", agregó el ex Top 10.

Y el panorama alentador continuó desde las palabras de Tipsarevic. "Estoy seguro que esta estúpida situación se resolverá rápido, incluso camino a la final de la Copa Davis ante República Checa", aventuró de cara a la serie que se llevará a cabo en menos de un mes, del 15 al 17 de noviembre, en Belgrado.

Sin embargo, el lado dramático llegó desde el lado de la dama. Ana Ivanovic no soltó ni una frase para invitar a la ilusión. "Está pasando un momento difícil. Sé que estaba muy triste porque no iba a poder jugar la Copa Davis. Es muy duro. Espero que pueda seguir adelante y volver", remató la exnúmero uno del mundo. ¿La cruda verdad o desconocimiento de la causa?