<
>

"La Copa Davis es distinta a todo"

Felder y su festejo tras la victoria ante República Dominicana Getty Images

CÚCUTA -- Con apenas dos años tuvo su primer contacto con el tenis. Cuenta la historia que con pasos cortos y rápidos, se alejó de su familia encendiendo todas las alarmas. ¿Dónde está Marcel? Fueron 15 minutos, seguramente una eternidad para sus parientes. Finalmente dieron con el pequeño. ¿Dónde estaba? Colgado de un tejido viendo cómo jugaban al tenis dos personas. Y eso marcó una pauta, claro. A los cuatro años, tras encantar a cada uno que pasaba por la playa y lo veía jugando con la paleta, comenzó haciendo mini-tenis y un trabajo físico recreativo. A los cinco pasó a jugar en una cancha más grande y a los 10 arrancó a competir, siempre con buenos resultados en su país. Hoy, a dos décadas y media de agarrar una raqueta por primera vez, Felder se prepara para un gran desafío: la visita de Uruguay a Colombia por Copa Davis.

"Todos los años me arreglo el calendario para llegar de la mejor manera posible a la Copa Davis", le explica Marcel Felder a ESPNtenis.com. "Son partidos a cinco sets y eso es algo que no hago en toda la temporada. No estoy acostumbrado a eso, por eso hago un trabajo físico y tenístico especial para estar a punto", resalta el uruguayo que vive en Buenos Aires desde hace ocho años y que actualmente está trabajando sin coach, con la colaboración en algunas semanas del argentino Andrés Schneider, actual entrenador del chileno Paul Capdeville.

El último tramo de su preparación fue en el Challenger de Pereira, la semana pasada. Allí jugó dobles con el brasileño Fabiano De Paula, con derrota en sets corridos ante los colombianos Nicolás Barrientos y Eduardo Struvay. "El torneo fue sobre clay y tiene un poco de altura, distinto a la sede de la Copa Davis, en Cúcuta, que es sobre hard y a nivel del mar, pero a mí generalmente no me cuesta mucho el paso de polvo de ladrillo a canchas duras. Me acostumbro rápido. Sí me cuesta al revés", explica Felder, actual 522° de la ATP.

- ¿Cómo imaginás la serie?
- Va a ser muy difícil. Si mirás los rankings no hay ningún misterio que revelar. Ellos están como favoritos y con jugadores de condiciones de ranking muy superior a las nuestras, con dos top 100 en singles con Alejandro Falla y Santiago Giraldo. Yo en este caso soy el número uno de Uruguay y estoy arriba del 500 en single. Además tienen una buena dupla de dobles, con Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, que suele jugar juntos e hicieron cuartos de final en el Abierto de Australia. Son una pareja consolidada. Eso también les va a dar descanso.

- ¿Te sorprendió que elijan hard?
- La verdad, me lo imaginaba. Porque ellos vienen jugando en canchas duras, pese a que Giraldo, Farah y Cabal jugaron en Pereira. Lo único que me llamó la atención fue la presencia de ellos en el Challenger, aunque generalmente están en los torneos de su país. No obstante, vienen de jugar en toda la gira estadounidense, con Indian Wells y Miami, y por lo tanto vienen acostumbrados al hard. Obviamente que buscaron las condiciones que consideran que más le favorecen.

- ¿Y a vos cómo te queda la superficie? Teniendo en cuenta que vas a estar seguramente en tres puntos...
- A mí me gusta jugar más en canchas duras. Soy rápido y me adapto mejor en este tipo de superficies. La verdad es que me siento más cómodo. Me muevo bien, la bola no pica tanto y puedo jugar más abajo. En definitiva se acomoda un poco a mi juego.

Pese a las adversidades, a las cuales se suman las bajas por lesión de los hermanos Pablo y Martín Cuevas, Felder no pierde la ilusión. Bien lejos de eso está. Cuenta con dos factores que le dan esperanza de cara al fin de semana: el plus de la competencia y el último antecedente. "La Davis es distinta a todo. Son encuentros muy diferentes, con duelos a cinco sets y muchos factores externos, o por lo menos distintos al circuito. En un segundo puede cambiar el rumbo de un partido. La presión y el país que uno tiene detrás te pueden jugar a favor o en contra. El físico también influye", cuenta Marcel, quien recuerda que "hace dos años le ganamos 4-1 de local" a esta misma formación de Colombia, aunque, vale decir, Uruguay contó en esa ocasión con Pablo Cuevas, en este entonces top 100.

- ¿Le encontrás un sabor especial a la Davis?
- Es lo que más me gusta y siempre la prioricé. Es algo distinto al circuito, como los Grand Slam y otros grandes torneos en los cuales yo no tuve el agrado de llegar. En Copa Davis hay más ambiente, es más pasional, la gente te sigue, quiere que gane su país, te alienta... te da un condimento más. Tiene ese extra que a mí, por lo menos, me genera más motivación. Cuando jugamos en Montevideo, por ejemplo, se acercan familiares y amigos. Son pocas las oportunidades que tenemos nosotros de jugar ante nuestra gente en un torneo tan importante.

Esa prioridad que le dio Felder al certamen, cabe destacar, le terminó regalando una gran alegría en febrero pasado, cuando fue clave -con sus tres victorias- en la serie ante República Dominicana en Montevideo. Marcel fue uno de los galardonados por la Copa Davis por su cantidad de presencias en el equipo nacional, junto a Marcelo Filippini, Diego Pérez y Federico Dondo. "Fue algo muy especial ser parte de ese reconocimiento", expresa luego de cumplir 25 series y ser el jugador con más victorias en dobles, con 12.

A su vez, esa cantidad de representaciones para su país, vale decir, lo vuelve palabra calificada para opinar sobre la situación del tenis en Uruguay. Sin los hermanos Cuevas, ambos inactivos por lesión, y sacando al propio Felder, su país no cuenta con otros jugadores dentro de los 1000 en el ranking ATP. Sin dudas, un panorama preocupante y poco alentador.

- ¿Hay alguna razón?
- No sé el por qué, pero sí me parece un poco extraño. Rodrigo Senattore y Santiago Maresca, que son parte del equipo y tienen 18 años, están haciendo lo posible para insertarse de a poco y han mejorando bastante, pero no es sencillo. El tema económico es muy complejo. En Uruguay, si bien hay un buen número de chicos jugando, no hay tanta competividad como en la Argentina y muchos largan antes, a los 14 o 15, porque se les van yendo las ganas de probar de ser un tenista profesional. Por otro lado creo que ahora la asociación está haciendo un trabajo más profesional junto al capitán de Copa Davis, Enrique Pérez Cassarino, y un nuevo programa de televisión con la intención de captar más interés y poder ayudar a los chicos para que se dediquen al tenis.

El desafío no es para nada sencillo, pero Felder no baja los brazos. Con 28 años sabe -y mucho- de batallas. Esta no será una más. Intentará levantar la bandera de su país bien alto en Cúcuta, donde irá en busca de un boleto para los playoffs del Grupo Mundial de Copa Davis. La parada es complicada, muy complicada. Pero de esto se tratan los retos. Marcel sueña, se ilusiona y apuesta a ganador. La esperanza jamás se pierde. "En los papeles estamos muy abajo, pero esta competencia siempre es distinta a todo", remarca y finaliza el uruguayo, listo para dar el gran golpe en Colombia.