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Inglaterra persistió y empató 25-25 ante los All Blacks

En un final para el infarto, Inglaterra y Nueva Zelanda empataron 25-25. Los All Blacks dominaron durante todo el partido pero en una ráfaga ofensiva, Inglaterra logró empatarlo en el último minuto del encuentro.

Los primeros en marcar terreno fueron los neozelandeses. Con la gran conducción de Richie Mo´unga y Aaron Smith, los de negro lograron acorralar a Inglaterra y lo obligaron a defender cerca de su ingoal. Irónicamente, los primeros puntos no vendrían a partir de una secuencia de varias fases en campo rival. Sino que el quiebre del marcador llegó gracias a una gran intercepción de Dalton Papali'i, quien tomó la pelota en mitad de cancha y se fue en soledad a marcar su try. Un par de minutos más tarde, Codie Taylor se adjudicó décimo noveno try con los All Blacks luego de un line y maul.

Ante este panorama, Inglaterra apostó al juego dinámico con sus forwards, intentando en todo momento mantener el ritmo alto ofensivo. Pero las buenas intenciones de La Rosa se cruzaron con una pared defensiva muy disciplinada que erró apenas un tackle en el primer tiempo y logró no solo frustrar los intentos del local, sino que puso nuevamente a la selección neozelandesa a jugar en campo inglés. En esta superioridad hay que destacar el tándem de los hermanos Barrett, del cual también participó Caleb Clarke. Beuden buscó en varias ocasiones a Jordie, e inicialmente al wing, para que estos se debatan la posesión en la pelea área ante Jack Nowell.

El resto del complemento entró en una laguna plagada de errores por parte de ambos equipos jugando en ataque. Entre los más insólitos, pelotas torcidas y metros perdidos a causa de tardar mucho para sacar el line por parte de los neozelandeses. En este periodo, apenas se vieron dos penales-uno por lado- convertidos por Owen Farrell y por Jodie Barrett para cerrar el primer tiempo en 17-3 a favor de los All Blacks.

Para el complemento, La Rosa salió con claras intenciones de hacerse protagonista y recuperarse en el partido. Las primeras secuencias ofensivas dieron cuenta de esto. Una nueva efectividad para la lucha área combinado con un par de errores no forzados por parte de los All Blacks, le dio a Inglaterra la chance de poner el juego en campo neozelandés. Sin embargo, los locales no estuvieron finos en los últimos metros y apenas pudieron sumar a partir del penal de Marcus Smith.

Y estas ineficacias fueron muy caras para los ingleses. Luego de una recuperación a partir de un error de manejo rival, la pelota le cayó a Jordie Barrett en 22 propias y el fullback habilitó con el pie a Caleb Clarke. El wing recepcionó y en un movimiento abrió para Reiko Ioane que a pura velocidad concretó su conquista. Sumado a esto, la defensa de los de negro retomó su efectividad con Mark Telea como uno de los máximos exponentes. El wing se destacó con un par de recuperaciones en momentos claves de los ataques ingleses.

Después de reiteradas incursiones frustradas, Inglaterra tuvo su premio a nueve minutos del final con un excepcional ráfaga de tries. Luego de una gran jugada de Marcus Smith, en la cual se generó la amarilla de Beuden Barrett por meter las manos en el ruck, llegó la primer conquista de Stuart, y con el acierto de Smith en la conversión, La Rosa quedó a tan solo 7 puntos con cinco minutos por jugarse con un jugador más. Poco más tarde, Steward volvió a llegar al ingoal de los hombres de negro y puso a tiró a los ingleses. Y como para no infartarse, a un minuto del final, Stuart se metió de lleno para apoyar su doblete y empatar el partido en 25.

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