PHILADELPHIA – Sam Hinkie renunció a "El Proceso" el miércoles. Un día después, los Philadelphia 76ers tuvieron una fiesta de pizza.
No, ambos eventos no estuvieron relacionados, aunque fue algo peculiar encontrar las instalaciones de práctica del equipo decorada con globos mientras los titulares de selección de tarjetas de abono se atiborraban de comida un día después de la salida más bizarra en la historia de los 76ers.
Con Franklin, el perro azul, saludando desde una ventana, los Sixers llegaron a la práctica con la “Energía” de Drake a todo volumen.
Los Sixers continúan en su dolorosa reconstrucción sin Hinkie, el gerente general que metódicamente convirtió a la organización en una de las peores del deporte profesional.
La nueva era inicia un día después de que Hinkie informara al equipo sobre su retiro por medio de un manifiesto de 13 páginas, obtenido por ESPN, lleno de referencias a Abraham Lincoln y pájaros que no pueden volar.
"Obviamente sentía que no estaba haciendo algo de lo que quisiera ser parte”, dijo el entrenador Brett Brown. “No quiso ser parte del esfuerzo en equipo”.
Brown decidió apegarse a esta larga reconstrucción y fue recompensado con una extensión de contrato a inicios de esta temporada. Hinkie fue contratado por el dueño Josh Harris en el 2013 para buscar una manera creativa de convertir en ganadores a los Sixers. El plan de Hinkie – llenar la lista con talento de la NBA, desgarrar la nómina de sueldos y reservar selecciones de draft para construir en el futuro– tuvo el apoyo de los dueños.
Los Sixers estuvieron 19-63 en su primer temporada y 18-64 en la última.
La temporada tres ha sido peor, aún con esos números miserables. Los Sixers tuvieron su peor registro en la liga en 10-68.
Los Sixers iniciaron en 1-30 y Harris ha estado lo suficientemente avergonzado. El poder de Hinkie se debilitó en diciembre cuando los Sixers contrataron a Jerry Colangelo para revisar las operaciones de básquetbol. Hinkie corría una oficina de análisis pero cuando los Sixers quisieron agregar más gente, él se negó.
Hinkie fue presionado y se volvió más desafiante, insistiendo que la mala relación que tiene con los agentes mejoraría una vez que comenzara a lanzar dinero a los agentes libres – lo que los Sixers harán este verano-.
Algunas fuentes le dijeron a ESPN.com, que Hinkie, provocado por el interés de los Sixers en contratar al dos veces Ejecutivo del Año de la NBA, Bryan Colangelo, decidió dejar la organización en lugar de rendirse ante más autoridad de la que ya tenía esta temporada.
Las fuentes dijeron que los Sixers estaban negociando el miércoles por la noche la contratación de Bryan Colangelo como el nuevo gerente general. Una fuente dijo a ESPN.com que su llegada es “inminente”.
“No quiere decir que todo ha estallado”, dijo Brown. “Estamos comprometidos con la meta que nos pusimos hace tres años. No importa quién esté a cargo de los draft esta temporada, o la siguiente, entraremos al mercado libre de agentes”.
Harris y el copropietario David Blitzer, estuvieron en la práctica y no hablaron con los medios. Hinkie también estaba en el lugar de la práctica y se reunió con algunos jugadores. Tampoco habló con los medios.
El comunicado de Hinkie tomó por sorpresa a Brown. El entrenador dijo luego de la práctica del jueves que recomendó a Hinkie renunciar a través del departamento de comunicación del equipo.
“Nuestro enfoque ha sido muy criticado”, escribió Hinkie en su carta de 13 cuartillas. “Habrá más. Una liga competitiva como la NBA necesita un zig mientras nuestros competidores tienen un zag. Hemos decidido no defendernos contra las críticas, con la finalidad de mantenernos leales a la idea de tener la vista con mayor alcance en el lugar”.
Hinkie no se va dejando atrás un equipo estéril –Nerlens Noel, Joel Embiid, Jahlil Okafor y Dario Saric aún tiene potencial en la duela o cómo cebo de comercio-, los Sixers tienen alrededor de $60 millones de dólares como límite salarial, y podrían sumar hasta cuatro selecciones para el draft de 2016. Aún con Hinkie en el lugar, el trabajo de Brown está a salvo.
“Sé que lleva sus éxitos por todos lados”, dijo Brown. “Pero él me contrató. Yo fui su compañero”.
A la lista que armó Hinkie está temporada le faltó incluir un base sólido o a cualquier veterano que ayudara a los jugadores más jóvenes. Okafor, la selección número 3 del draft de 2015, tuvo una temporada llena de incidentes fuera de la duela, fue suspendido en dos partidos por participar en una pelea callejera en Boston. La dirección se negó a tratar el comportamiento o el castigo de Okafor, dejando a Brown como el portavoz solitario.
Brown dijo que lo peor ha quedado atrás para los Sixers.
“Siento que la paciencia como la hemos conocido ya no será requerida”, dijo Brown.