Y además, ¿hasta cuándo va a producir talento esta gente para cederlo a los demás equipos? Siempre tiene que haber un llegadero en el cual exclamar ¡basta! quepa y el de Les Expos había llegado hace un buen tiempo.

Al revisar las nóminas de otros equipos, esos con billeteras evidentemente más profusas, conseguimos productos originales de la franquicia canadiense a granel. De esto se ha hablado hasta el cansancio, pero insistamos no más con algunos ejemplos: Randy Johnson, Larry Walker, el venezolano Ugueth Urbina, Brad Fullmer, Moisés Alou, el dominicano Pedro Martínez, Mark Grudzielanek y Rondell White.

Los Expos lo han dado todo sí, de verdad lo han entregado todo… sí claro, al resto de los equipos.

En fin, disfrutemos el ahora. Es un mejor ejercicio. La actualidad del club de la afrancesada Montreal, muestra un futuro tan bueno como el sol brillante de Puerto Rico, la nueva sede alterna de la ahora cotizada franquicia.

Las mayores aspiraciones de los Expos quizás no radican -sin embargo- en su maquinaria bien engranada, la cual funciona para ganar y es dirigida por un buen estratega y gran líder en Frank Robinson.

Lo que más ayuda a Montreal es su división.

Los Mets de Nueva York son el peor equipo de los cinco. No sólo se ha exhibido esta novena en el último lugar durante casi toda la campaña, sino que ha jugado de la mejor manera posible para merecerlo. Las causas son múltiples, pero se resumen en varios nombres como Piazza, el puertorriqueño Alomar, el venezolano Cedeño, el dominicano Benítez y el resto de desganados "animadores" de Shea Stadium. Lástima, porque con los Mets se pierde un dineral, tienen la segunda nómina más cara de la pelota.

Debe haber más de uno pensando que es sólo cuestión del inicio de la temporada. Por el bien del deporte, ojalá, pero lo dudo.

En fin, a pesar de haber jugado para perder, los Mets llegaron a finales de abril con una diferencia de menos de cinco encuentros en relación al primer puesto.

Los Marlins tenían aspiraciones, pero lo que se ha visto en el aburrido Pro Player Stadium es tal vez más de lo mismo. Los peces han padecido de serios problemas con el pitcheo, patrocinados principalmente por lesiones. De hecho, perdieron a su as de la rotación A.J. Burnett tal vez por toda la contienda.

Los Bravos tuvieron una partida salpicada de intrigas. Greg Maddux pareció a ratos cualquier pitcher de los Tigres de Detroit, mientras dudas se posaron sobre los principales baluartes ofensivos, por ejemplo los Jones, Andruw y Chipper.

Sin embargo, los equipos buenos siempre sacan la cara y en Atlanta aún ostentan uno de ésos. Han aparecido otros nombres, un Marcus Giles comienza a repartir batazos, Maddux mejora y de pronto sonríen de nuevo en Turner Field y alrededores.

No obstante, volvamos a retar al destino y seguramente equivoquémonos de nuevo al evocar un conjunto de palabras, que más que una frase conforman ya un lugar común: "Este año se acaban los Bravos".

Al final quizás tendremos de nuevo la risa socarrona de Bobby Cox bañada en fría champaña. Pero es legal aventurarse y eliminarlos del panorama desde ya. Imaginar una postemporada sin el hacha 'Tomahawk'.

Entonces, el tema del oriente de la Nacional queda entre Filis y Expos. Aquí sí que se pone difícil la cosa gracias a talentos como el nicaragüense Vicente Padilla, Jim Thome, Jimmy Rollins y el boricua Ricky Ledee. Ellos junto a un juego sin hits de Kevin Millwood, hazaña que siempre levanta morales. Sonríe ahora un Larry Bowa nervioso al principio con una que otra uña entre los dientes.

Los Filis deben ser el equipo a vencer en esta división, al menos eso es lo que dice la lógica y ese fulano elemento intangible llamado "el papel".

No obstante, una rotación de pitcheo pletórica de un talento que dominará durante años la escena, colocan a los Expos en una posición más que interesante. El puertorriqueño Javier Vázquez ganó 16 juegos en el 2001, apoyado por un equipo bastante menos sólido que el actual; el venezolano Tony Armas Jr., es un éxito si no se lesiona; los hermanos cubanos Liván y Orlando Hernández aportan la tan necesitada experiencia al staff y el japonés Tomo Ohka aparentemente aprendió par de cositas y ahora es mejor lanzador.

Para mejorar la fiesta, surgen figuras sorpresivas como Zach Day o el dominicano Claudio Vargas y resultan tener la misma pasta y espíritu característicos de les debutants de Montreal.

El resto del conjunto es más conocido. La línea central incluye a Michael Barrett en la receptoría; el puertorriqueño José Vidro en la segunda; el colombiano Orlando Cabrera en el campocorto y el venezolano Endy Chávez en el jardín central. El último ha comenzado a ganar comentarios positivos, por su velocidad e inquieto bate. Chávez ya quedó a cuatro puntos de los .300 en el 2002, cuando consumió 125 turnos.

¿Qué más podemos decir de Vidro y Cabrera? Bueno, pues tratemos de conseguir mejores combinaciones de doble plays en el resto de las mayores y probablemente nos sobren los dedos de una mano. Eso dice bastante.

Por último, el líder evidente de este equipo sigue en la presencia del dominicano Vladimir Guerrero. El club gira en torno a él. Un conjunto con noveles figuras en el cerrador Rocky Biddle y el jardinero Brad Wilkerson, junto con jugadores de experiencia en el boricua Wilfredo Cordero y el dominicano Fernando Tatis.

Si la temporada sigue como va, también el comodín podría salir del este de la Nacional. No vemos a los Expos como una opción fácil para ganarlo todo, pero sí como un simpático candidato para la postemporada.

Es la natural condición humana de apegarse a los débiles y los Expos han sido uno de los mártires de la historia reciente.