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David Ortiz: ¡Me duele todo!

BOSTON - David Ortiz está muy arrepentido de haber anunciado que ésta será su última temporada en Grandes Ligas.

El astro dominicano se siente abrumado por toda la atención que ha recibido, la cual entiende está afectando su tiempo de preparación antes de cada partido.

"Estoy demasiado ocupado. Tengo demasiadas cosas. No tengo tiempo casi para nada", explicó Ortiz en el dugout de los Medias Rojas de Boston al concluir la serie contra los Marineros de Seattle el domingo. "Es bien difícil. Si yo me hubiera imaginado que esto iba a ser tan difícil no hubiese anunciado nada. Demasiada gente que tienes que ponerle atención y encima de eso tienes que prepararte para el juego, es demasiado".

El "Big Papi" llega al estadio más temprano que todos los jugadores para comenzar un extenso proceso de preparación, en particular en sus pies, los cuales están tan lastimados que son el motivo principal por el cual garantizó que no volverá a jugar un año más.

"Me duele todo. Me duele hasta cuando lo estoy pensando. [En el juego del viernes] después de llegar a segunda por poco pido un tiempo para que me sacaran del juego. No puedo correr porque me duelen tanto los pies. Tengo un dolor intenso", explicó Ortiz.

"Uno muchas veces se deja llevar por del momento y el cuerpo te dice que no, y tú que sí, y el cuerpo te dice que no. La fortaleza mental tuya te dice que puedes. La fortaleza mental tuya te dice que puedes y le sigues dando, pero el cuerpo es una máquina. Que te pasa tu bill [factura]".

Ortiz está teniendo una histórica temporada con los Boston Red Sox, la cual reveló en noviembre del año pasado al cumplir sus 40 años que será su última tras dos décadas en Grandes Ligas.

El bateador designado lidera a todos los peloteros en las mayores con 48 extra bases, además de tener la mayor cantidad de dobles con 29, aunado a un incomparable promedio de slugging de .729 y OPS de 1.133.

Su excepcional año le ha merecido incluso elogios del ahora coach de bateo de los Marlins de Miami, Barry Bonds, quien en una entrevista con el diario Boston Herald destacó que no le ha sorprendido el dominio que Ortiz ha tenido en el plato, aún a sus 40 años de edad.

"Ha tenido este tipo de año muchas veces. Cuando eres bueno, eres bueno", dijo Bonds al Herald. "Su coeficiente intelectual es más alto que el de la mayoría [de los peloteros]. Como algunos científicos tienen un coeficiente intelectual alto, hay ciertos peloteros que tienen un "IQ" más alto. Él es uno de los que pertenece a nuestra clase, tiene ese coeficiente intelectual".

Ortiz llamó a los elogios de Bonds un verdadero privilegio.

"Barry Bonds ha sido el mejor bateador de la historia del béisbol; si hay alguien que en realidad sabe de bateo y qué tan bueno es un bateador, es él", señaló. "Para mí, sin lugar a dudas, el mejor bateador en lo que ha sido la historia del béisbol hablando de uno a ese nivel es algo más que un honor. Él sabe lo que se toma dominar en esta liga".

No obstante, a pesar de su gran desempeño esta campaña 2016, a Ortiz no le cabe duda que despedirse del béisbol es la única decisión posible para él.

"Yo quisiera poder jugar un par de años más porque esto es lo que sé hacer, esto es lo que me gusta hacer y ves cómo la gente es [de amable] con uno. Lamentablemente ya el cuerpo te dice a ti, oye [ya]", sentenció.

"No sabes la magia que tengo que hacer yo para jugar pelota", continuó."Bueno, en realidad no es magia, es trabajo. Magia hacen los magos hasta un ratito y los descubres. Es trabajo. Trabajando en el cage (jaula de bateo), todos los días. Eso es lo único que da consistencia en este juego, nada más.

Un encuentro con el Salón de la Fama de los Gigantes de San Francisco Willie McCovey también le sirvió al Big Papi para confirmarse a sí mismo que haber determinado escuchar a su cuerpo y decidir que será su último año en Grandes Ligas es lo correcto.

"Una cosa muy chocante para mí fue cuando estuve en San Francisco ver a Willie McCovey en silla de ruedas. Está bien que es una persona de edad y tiene 70 y pico de años, pero lleva muchos años en silla de ruedas. Eso me impactó mucho".

"Desde 2012 estoy cogiendo lucha con los pies míos. Llego todos los días a las 12 para prepararme y el juego es a las 7 de la noche", continuó. "Si fuera sólo batear, yo puedo batear. La coordinación mía, mental, visual y de las manos, trabajo para mantener eso. Pero después que le das a la bola viene el resto. Y ese es el problema. Esa es la única razón".