He aquí 10 peloteros venezolanos que no lograron sus mejores registros en la primera mitad. Son jugadores con quienes hay grandes expectativas y que tienen la segunda parte del campeonato para concretarlas.
Ha sido un año atípico para el Rey. Casi la mitad del tiempo la pasó en la lista de incapacitados y sus números, aunque buenos, no tienen el sello habitual de quien ha sido uno de los grandes ases del beisbol por más de una década.
Hernández parece estar obligado a aprender a vivir con esa merma de velocidad que le llega a todo pitcher en algún momento de su carrera, especialmente cuando se pasa de los 30 años de edad. Sus otras herramientas, dicen los scouts, le bastan para reinventarse y seguir siendo un monarca.
Veremos si empieza la reconstrucción en julio, como se espera.
Fue el campeón en el departamento de efectividad de la Liga Americana hace tan poco como 2013. No está lesionado y no parece sufrir algún problema grave que le haga desaparecer de la lista de abridores eficaces de América Latina.
A pesar de eso, Sánchez perdió su lugar en la rotación de los Tigres de Detroit y ha sufrido en cada intento de recuperarlo. Todavía es relativamente joven, con 32 años de nacido. Pero está obligado a recuperar su capacidad para evadir la parte gruesa de los bates contrarios con sus pitcheos, y reducir así la sangría de jonrones.
Su promedio de embasado ha sido sólido, nuevamente, pero está lejos de los .300 de average y no ha podido sumar mayor cantidad de extrabases. Para colmo, sufrió una fractura que le sacó el último mes, antes de Juego de Estrellas.
Cervelli ha seguido siendo un solvente receptor defensivo, pero está en deuda con su producción. Los Pittsburgh Pirates cuentan con que saldará las cuentas en los tres meses finales.
Se abrió paso en el lineup de los Mellizos de Minnesota con un tórrido comienzo, pero se apagó y terminó saliendo de la organización.
¿Quién es realmente Arcia?, se preguntaron los Rays de Tampa Bay, al adquirirle. ¿Es todavía un potencial bateador de 30 jonrones por campaña o uno de tantos grandes prospectos que se deshilachan en el camino? Todavía no despega, pero tendrá tiempo de juego para intentarlo, en la segunda mitad.
Ha tenido chispazos en 2016 y no ha trascendido que los Rockies Colorado estén arrepentidos por haberle firmado como agente libre. Él se ha encargado de hacerles felices con su segura defensa en los jardines, al menos el tiempo que no estuvo en la lista de incapacitados.
Pronto a regresar, le toca batear para promedio y con poder, dos renglones que se esperan de él desde abril, y que hasta ahora no ha podido juntar.
El ex lanzador fue una inesperada fuerza con el madero la temporada pasada, al hacer su estreno en las mayores. Los Diamondbacks de Arizona, por ello, decidieron salir de Ender Inciarte y empezar a usarle como jardinero titular.
Los problemas físicos acosaron a Peralta, que ha debido rehabilitarse por lesiones en una muñeca y la espalda. Ni siquiera ha podido batearle a los zurdos, como de él se esperaba. Ahora parece tener salud y casi tres meses por delante.
Otrora prospecto número uno en Detroit, primer utility seleccionado para ser parte del Juego de Estrellas, titular en varios equipos y agente libre inesperado. Todo eso le ha pasado a Infante en los últimos años.
Ahora busca regresar. Luego de firmar un contrato multianual con Kansas City y cobrar con creces el premio por sus sólidas temporadas, se apagó entre continuas lesiones y un slump que dura más de un año. Fue dejado cesante por los Reales en la primera mitad y trata de reconquistar su estatus, ahora en las granjas de los Bravos.
El derecho todavía no recupera el toque que llegó a convertirle en el as en la rotación de los Rockies de Colorado.
La lesión en el hombro derecho que le sacó de Denver también limitó sus actuaciones en 2015. Pero hoy está lanzando con velocidad. El problema es la ubicación de los envíos.
Todavía es joven y debería quedarle buen trecho por recorrer. Por lo pronto, está en el bullpen de Los Angeles Angeles, esperando otra oportunidad, luego de perder su lugar entre los abridores de Anaheim.
Todo empezó mal para él este año. La lesión en la rodilla le impidió tener un Spring Training normal, quizás apuró el paso en su camino de regreso por las menores y el desastre sucedió cuando, según reportes, los rivales comenzaron a adivinar sus pitcheos, debido a una falla en la mecánica.
Los Medias Rojas contaban con él como escudero de David Price en esta justa. Tiene la segunda mitad para adueñarse de ese estatus.
Esta puede ser una temporada de 30 cuadrangulares, 100 empujadas y un promedio que se acerque a los .300 para Cabrera. Un lujo para casi todo grandeliga. No necesariamente los mejores números para él.
Es injusto seguir pidiéndole más al inicialista de los Tigres de Detroit, después de ganar cuatro títulos de bateo y una Triple Corona en los últimos cinco años. Pero la culpa es de él, que nos ha acostumbrado.
Veamos entonces si puede experimentar una caliente segunda mitad que le ponga de nuevo en su territorio habitual: entre los aspirantes al Más Valioso.