La calidad de siempre; las eternas polémicas

Dos años sin ganar la Serie Mundial parecen una eternidad para unos Yankees de Nueva York, que están bien acostumbrados a ganar. El equipo de este año, viene reforzado y bien duro como siempre

El mánager Joe Torre ha tenido que lidiar con más de una situación fuera del campo de juego (AP)
Tras dos años sin ganar la Serie Mundial, los Yankees no se anduvieron con vueltas a la hora de contratar a José Ariel Contreras y Hideki Matsui, los dos peloteros más codiciados durante el receso.

El propietario George Steinbrenner no quiere saber de excusas y el trabuco del Bronx está obligado a recuperar la corona.

Haciendo caso omiso a las nuevas restricciones dispuestas por las mayores para frenar la espiral en las nóminas, la planilla de los Yankees sigue creciendo y para el 2003 superará los 150 millones de dólares.

Sólo un equipo como los Yankees puede darse el lujo de gastos extravagantes, al punto de tener un pelotón de siete lanzadores para escoger una rotación de cinco.

Las sonadas contrataciones de Contreras, un desertor que fue el pitcher estelar de la selección cubana, y Matsui, máxima figura del béisbol japonés, acapararon titulares, pero no tanto por el avispero agitado por un Steinbrenner molesto porque los Yankees se quedaron sin campeonato por segundo consecutivo.

El polémico Steinbrenner le emprendió hasta con gente intocable como el propio mánager Joe Torre, quejándose que el cuerpo técnico fue muy displicente.

El blanco favorito, sin embargo, fue Derek Jeter, de quien Steinbrenner comentó que su desempeño en el terreno de juego mermó por el gusto del torpedero por la vida nocturna.

Y justo cuando las aguas volvían a su nivel, de la nada se desató la polémica por el libro de David Wells.

El zurdo alardeó de haber lanzado un juego perfecto en 1998 tras una noche de copas, aseguró que una cuarta parte de los jugadores de las mayores consumen esteroides y le lanzó a dardos a Roger Clemens y Mike Mussina, su compañeros de rotación.

Polémicas aparte, los Yankees siguen siendo los de siempre. y sería un desafío a la lógica no tomar en cuenta a los "Bombarderos" del Bronx como los favoritos prohibitivos en el Este de la Liga Americana, con el objetivo puesto en regresar al Clásico de Otoño.

Pero estos Yankees no tienen la mesa servida. Hay un abanico de interrogantes que tendrán que despejar, además de factores imprevisibles que podrían hacer naufragar el buque.

Una es la marcada veteranía que acusa la rotación: Clemens (13-6, 4.35) tiene 40 y Wells (19-7, 3.75) 39, y Mussina (18-10, 4.05) no es jovencito con sus 34.

Otro factor fueron las lesiones. El "Rocket" Clemens pasó cierto tiempo en la lista de inhabilidatados y en igual situación estuvo Andy Pettitte (13-5, 3.27).

A pesar de varias malas salidas en la pretemporada, Contreras se perfila como el quinto abridor, relegando a Jeff Weaver al bullpen, mientras que Sterling Hitchcock sería transferido de equipo.

A sus 31 años, Contreras se había ganado la reputación de ser el mejor lanzador aficionado del mundo. Para cederle espacio en el equipos, los Yankees tuvieron que desprenderse de Orlando Hernández, otro desertor cubano.

También ronda la interrogante sobre el hombro del cerrador panameño Mariano Rivera (28 rescates) que pasó tres meses inactivo el año pasado.

Nueva York también remozó casi por completo el cuerpo de relevistas contratando a Chris Hammond y a los mexicanos Antonio Osuna y Juan Acevedo tras dejar ir a Mike Stanton y al panameño Ramiro Mendoza, ambos piezas fundamentales de las novenas que ganaron cuatro campeonatos entre 1996 y el 2000.

También resta por ver como Matsui se adapta al cambio de país y lidiar con la exigente fanatica de las Yankees, además del asedio de un centenar de reporteros nipones asignados a seguirle hasta el último suspiro.

Los Yankees son un equipo tremendo cuando de fabricar carreras se habla, pero fueron un desastre en defensa, cometiendo la friolera de 127 pifias en el 2002, la segunda cifra más alta de la liga.

Matsui viene de conectar 50 jonrones en Japón, pero su fuerte no es la defensa y en Nueva York le tocará patrullar el traicionero bosque izquierdo del Yankee Stadium.

Otra cifra inquietante fueron los 1.171 ponches, la mayor cantidad en las mayores, a promedio de uno por entrada.

Y si se repasa la alineación solo Jeter (297, 18, 75), el jardinero central Bernie Williams (333, 19, 102) y el catcher Jorge Posada (268, 20, 99), éstos dos últimos boricuas, son los únicos titulares que sobreviven del equipo que ganó la serie mundial del 2000 contra los Mets.

Pero la irrupción del intermedista dominicano Alfonso Soriano (300, 39, 102) y el arribo del inicialista Jason Giambi (41 jonrones y 122 producidas) simple y llanamente ha puesto la alineación en otra dimensión.

A Soriano le faltó un mero jonrón para alcanzar el 40-40 y se ha convertido en unos de los jugadores más completos de las mayores, si bien le falta trabajar en su defensa y reducir la cantidad de ponches (157).

El antesalista Robin Ventura (247, 27, 93) cumplió a cabalidad al punto que fue seleccionado al juego de estrellas al sustituir a Scott Brosius, quien se retiró.

Gracias a una buena pretemporada, el dominicano Raúl Mondesí parece haberse quedado con el puesto de guardabosque derecho tras enfrentar intensos rumores de cambio.

-AP

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