El fin de semana pasado, el ex jugador de los Marineros de Seattle, Edgar Martínez, en una entrevista con el periódico de Puerto Rico, Primera Hora, durante una sesión de autógrafos en Caguas, habló de sus posibilidades de incursionar en el Salón de la Fama cuando figure entre los candidatos para el próximo año:

"Creo que los números están ahí. Pero hay puristas que no están de acuerdo con exaltar jugadores que han sido bateadores designados, así que habrá que esperar", dijo Martínez. "Sería un gran honor llegar al Salón de la Fama en mi primer año, pero eso no me toca a mí decidirlo, sino a los votantes. Ya veremos".

La candidatura de Martínez saca a la luz el debate de si los bateadores designados se merecen consideración para entrar en el Salón de la Fama. Martínez jugó con los Marineros desde 1987 hasta 2004 y se retiró a los 41 años.

Tres razones por las que se merece este galardón:

1. Martínez tiene un porcentaje de embasamiento de .418 con el que está en el puesto 22 de todos los tiempos, delante de miembros del Salón de la fama como Stan Musial, Wade Boggs, Mel Ott y Hank Greenberg.

2. Martínez fue estrella en siete temporadas, y en dos oportunidades terminó entre los primeros 10 en las votaciones para el premio al JMV. Durante el mejor año de su carrera en 1995 -- cuando terminó tercero en las votaciones de JMV de la Liga Americana detrás de Mo Vaughn y Albert Belle -- Martínez lideró la Liga Americana en carreras, dobles, promedio de bateo, porcentaje de embasamiento y porcentaje de slugging más porcentaje de embasadas.

Edgar Martínez

Martínez

3. Martínez lideró dos veces las mayores en cuanto a promedio de bateo, y a los 37 años de edad, lideró la Liga Americana con 145 carreras remolcadas en el 2000. Como escribe el redactor de Sports Illustrated, Joe Posnanski, sólo siete jugadores con 7.500 o más turnos al bate desde la Segunda Guerra Mundial cuentan con un promedio de bateo de carrera más alto que la marca de Martínez de .312.

Tres razones por las que no se merece este galardón:

1. En 18 temporadas, Martínez jugó apenas 591 partidos en el jardín, la mayoría de los mismos en los primeros ocho años. A partir de 1995, Martínez sólo jugó 34 partidos en el jardín y ninguno en los últimos tres años de su carrera.

2. Para alguien que se supone que entrará en el Salón de la Fama basándose en sus méritos como toletero, Martínez sólo cuenta con 309 jonrones de carrera. Como ya sabemos, los jonrones son una estadística que influye mucho en los votantes.

3. Las 1.261 carreras remolcadas de Martínez lo ubican en el puesto 115 de todos los tiempos, detrás de jugadores como Jason Giambi (1.330), Gary Gaetti (1.341) y Paul O'Neill (1.269).

Tal como puedes ver, es fácil estar de los dos lados de la discusión. De las cuatro métricas que se utilizan como base para ingresar en el Salón de la Fama en baseball-reference.com, Martínez sería un miembro en dos de los mismos (Monitor del Salón de la Fama, Standards del Salón de la Fama) y no entraría en los otros dos (Black Ink, Gray Ink).

Una encuesta informal realizada esta semana por los redactores de La Esquina del Béisbol a miembros de Association of America que podrían votar cuando Martínez entre en las votaciones el próximo año, revelaron la misma incertidumbre. De los 31 que respondieron, diez dijeron que votarían por él, 11 dijeron que no y diez dijeron que estaban indecisos.

Los que dijeron que sí votarían por él:

Nick Cafardo, Boston Globe: "Creo que podría ser de esos jugadores que seguirán presentes y cuando podamos superar el hecho de que fue un bateador designado creo que es muy probable que entre por votación.

Creo que el tiempo estará a su favor. Cuando nuestro énfasis cambie al porcentaje de embasadas y porcentaje de slugging más porcentaje de embasadas, Martínez es un jugador del calibre del Salón de la Fama en ambas categorías. Su promedio de .312 en toda su carrera también es algo que sobresale. Que no haya sumado 3.000 hits quizá lo perjudique un poco. No entrará el primer año que sea elegible, pero es un jugador como [Jim] Rice y [Orlando] Cepeda que seguirá rondando hasta que ingrese".

El redactor de ESPN.com, Jayson Stark, escribió en su libro "The Stark Truth": "Quizá las estadísticas más completas aplicables en esta situación, serían las del increíble invento de Bill James conocido como Carreras Creadas Cada 27 Apariciones. Y Edgar también se queda con el puesto No. 1 en estas estadísticas. Cuando la computadora terminó de evaluar estas cifras nos dijo que una alineación de nueve jugadores como Edgar Martínez (en sus años de bateador designado) hubiese anotado 8.82 carreras por partido. Entre los jugadores que consiguieron 4.000 apariciones en el plato como bateadores designados, sólo [Frank] Thomas y [Paul] Molitor quedaron empatados dos carreras por partido detrás de Martínez. Además duplicó a un equipo compuesto por clones de Dave Parker (4.26).

"La otra estadística moderna que también podemos emplear aquí sería la del porcentaje de slugging más porcentaje de embasadas-plus (OBP+), que adapta el porcentaje de slugging, más porcentaje de embasadas de un jugador. Martínez terminó su carrera con un fenomenal 147 de slugging, más porcentaje de embasadas-plus, algo que implica que sus números fueron un 47 por ciento mejores que un bateador promedio de sus días. Tuvo ocho temporadas con un porcentaje 150 o más. Si comparamos, Molitor tuvo una sola temporada de 150 y 122 en su carrera".

Los que están indecisos:

Michael Silverman, Boston Herald: "Tiene que ser un candidato legítimo, de otra manera todo el experimento de los bateadores designados ha sido alguna clase de sueño".

Henry Schulman, San Francisco Chronicle: "No sólo comparo el candidato con los jugadores históricos, también siento que tienes que prestar atención a su era. Esta es la era de los bateadores designados, y no creo que haya que eliminar a alguien sólo porque ha sido un bateador designado durante mucho tiempo".

Jim Caple, ESPN.com (cubrió a los Marineros durante la mayor parte de la estadía de Martínez con el equipo): "Establezco estándares altos para los bateadores designados, basándome en el hecho de que solamente juegan medio partido. Un amigo me discute que no tengo el mismo standard para un pésimo primera base, y tiene razón. Pero al menos alguien que puede jugar en el campo está haciendo las dos tareas y no necesita que el equipo encuentre otro jugador que haga la otra parte de su trabajo.

De todas maneras, entre 1995-2001 Edgar fue sin dudas uno de los mejores bateadores (además tuvo un excelente desempeño en 1992 cuando ganó su primer título de bateo). Tuvo un muy buen porcentaje de embasamiento porque también sumó muchos pasaportes y anotó muchas carreras. Además, siempre fue muy respetado entre los demás jugadores y sus compañeros de equipo. Al final, se quedó corto -- apenas 2.247 imparables (aunque con 1.283 pasaportes) y 1.260 carreras remolcadas (aunque con 1.218 carreras) algo por lo que culpo a los Marineros -- por no darle un puesto de tiempo completo hasta que tuvo 26 años y ya había bateado para .350 en la Triple A durante tres años".

Los que dijeron que no:

Scott Miller, CBSSports.com: "Para mí, Edgar Martínez no es un candidato. Y lo digo porque fue un jugador con una sola dimensión. Como bateador designado, si hubiese sumado 3.000 hits o más, o 500 jonrones o más, o algún número exorbitante, lo consideraría con más fuerza. Pero, a pesar de que obviamente fue uno de los mejores bateadores de su época, para mí queda encuadrado dentro de la categoría de "muy bueno", no en la del "mejor de todos los tiempos".

Dan Graziano, AOL Fanhouse: "Creo que es un gran interrogante. Uno que pone sobre la mesa una vez más el debate sobre los bateadores designados y el Salón de la Fama. Como bateador, sería un candidato legítimo. Es decir, cuando lo veía batear pensaba que era uno de los mejores de todos los tiempos. Pero habiendo dicho lo anterior, y reservándome el derecho de cambiar de opinión, hoy por hoy creo que votaría por él. Los números no lo respaldan, no lo creo. Y pienso que desde mi punto de vista, y probablemente desde el de muchos de los votantes, ser el bateador designado traerá acompañada una desventaja -- es decir que tendrá que tener números realmente buenos para ingresar".

La clase de los Miembros del Salón de la Fama del Béisbol 2010 será anunciada el seis de enero.

Noticias y notas

• El primera base agente libre cubano José Julio Ruiz entrenó con los Atléticos de Oakland, los Rays de Tampa Bay y los Marineros de Seattle la semana pasada. A pesar de que Ruiz es un agente libre, aún tiene que ser desbloqueado por el Departamento Federal de Control de Bienes Extranjeros, de modo que todavía no puede firmar con ningún equipo.

• El pitcher cubano Israel Soto, de 22 años, entrenó con los Medias Rojas de Boston esta semana. Según el agente, Joel Bello, Soto hizo 30 lanzamientos y estuvo entre las 97-99 mph. El sábado lanzará con varios equipos.

• Los Cerveceros de Milwaukee cerraron un acuerdo con el campocorto dominicano de 16 años Santo Aybar, según confirmó el director de scouting internacional de los Cerveceros, Fernando Arango. Aybar quedó en el puesto18 el 2 de julio entre los mejores prospectos por Baseball America. El acuerdo de Aybar con los Cerveceros depende de que pase la investigación sobre su edad.